TENDENCIAS > EL DISCRETO ENCANTO DE LAS RADIOS ONLINE
En los últimos años, las radios online se han multiplicado en la Argentina a la velocidad del crecimiento de la banda ancha. Para algunos es el avance más significativo de la radiofonía desde la FM estéreo. Otros, defensores del más clásico dial, creen que se trata más bien de un sofisticado juego de aficionados que se van quedando en el camino. Entre el espíritu de las radios piratas de los ’80 y la pasión cruzada con nuevas tecnologías, las radios que sólo salen por Internet plantean algunos interrogantes sobre un futuro que anda dando vueltas en el aire.
› Por Ezequiel Acuña
La velocidad con la que sobrevienen las novedades tecnológicas nos hace creer a veces que por sí solas esas nuevas tecnologías traen cambios radicales en las prácticas sociales. Ese determinismo tecnológico lleva a algunos a pensar no sólo que Internet es un espacio diferente del mundo real sino que, en consecuencia, cualquier fenómeno trasladado a la red de redes es una originalidad rupturista, aunque en los papeles sea más o menos lo mismo que su precedente analógico. En sus investigaciones sobre el mundo de la lectura, el historiador de la cultura Roger Chartier señala que la invención de Gutenberg no modificó esencialmente la estructura del libro o ya códice: imitaba del manuscrito la compaginación, la apariencia, los índices y demás. Mientras que la imprenta revolucionó sólo la reproducción, para las prácticas de lectura fueron más conmovedores cambios previos, como el paso del rollo al códice en el siglo II o la expansión de la lectura silenciosa. Las nuevas tecnologías nos traen hoy interrogantes similares respecto de si su sola aparición modifica prácticas sociales o, como parece más evidente, acompañan continuidades y rupturas que tienen que ver con otros factores.
En el mundo radiofónico, Internet ha despertado discusiones teóricas sobre la esencia de la radio. La posibilidad de una radio “a la carta”, o de una playlist de música parametrizada por el oyente pusieron en cuestión qué es y qué no una radio, qué es un programa y qué dejó de serlo. Por ejemplo, hasta hace poco el ya fenecido sitio Pandora ofrecía un servicio de radio personalizada en donde poder configurar los gustos y preferencias musicales para obtener una estación de radio adaptada a esos parámetros. En definitiva, algo bastante parecido a lo que hacen las FM cuando consultan las preferencias de su público. Otro caso es el podcast, un programa de radio grabado y disponible para ser descargado en cualquier momento, pero que cada vez más es utilizado incluso por las grandes radios para promocionar fragmentos o secciones de sus programas líderes. Como explica Oscar Bosetti, profesor e investigador de la historia de la radiofonía en Argentina, estos contenidos radiofónicos donde el aquí y el ahora se quiebran, generan nuevos vínculos en la comunicación. Sin ir más lejos, la instantaneidad, la sincronía entre la emisión y la recepción de los contenidos a grandes distancias, fue una de las características más esenciales y sorprendentes de la radiofonía desde su nacimiento, hecho que el podcast parece desarmar. “El mundo de lo digital –dice Bosetti– pone en discusión ciertas certezas en torno de la comunicación radiofónica. Aún hoy los libros hablan del alcance limitado de la onda radiofónica, pensando en AM y en FM. Pero ¿en qué lugar queda el alcance limitado de la onda radiofónica si desde acá se puede escuchar radio de Corea?”
Para algunos, la radio online es el avance más significativo en tecnología de radio desde la introducción de la FM estéreo, una revolución más dentro de la gran revolución tecnológica por la cual los celulares con Internet están destinados a ser la Spica del futuro que ya llegó. Para otros, todavía defensores del dial, no es más que un juego de aficionados que le permite a gente sin conocimientos hacer radio con resultados dispares. Como en algún momento sucedió con los blogs, la facilidad para contratar un servicio para transmitir contenidos radiales por Internet hizo que se multiplicaran las ofertas de radios online, con bastante de improvisación que a veces resultó en aburridos desastres (como la historia del arte misma) y otras veces dio nacimiento a radios que se han ido fortaleciendo, intentando conciliar la experimentación con lo establecido, y que buscan un poco más allá de la radio que conocemos.
Cuando se le pregunta a Marcelo Pompei, dueño, director y motor de la elegante Ciclop-Radio (www.ciclopradio.com.ar) cómo arrancó todo, decide subrayar dos palabras: curiosidad y perseverancia. Hace unos siete años empezó a improvisar un programa de radio; porque le gustaba escuchar radio, porque le llamaba la atención hacerla por Internet. Investigó, contrató un servicio de streaming y primero programó música: rock, jazz, funk, blues, clásico y rock nacional. Un día abrió el micrófono para presentar las canciones a la medianoche, cuando se había liberado de todo, y decidió mantener la regularidad diaria. Poco a poco fue comprando equipos, invitando gente con ganas de hacer radio, y en algún momento Ciclop-Radio se convirtió en un trabajo de 24 horas.
Todos los que usan diariamente Internet conocen el streaming por experiencia. Es básicamente la tecnología que nos permite ver un video en YouTube, es decir, lo que hace posible escuchar y ver archivos multimedia al mismo tiempo que éstos se están descargando. En tiempo real. De todas formas, es necesario tener presente que no todo es tecnología: la multiplicación de las radios online en Argentina depende quizá menos de ella que de otros factores. Mientras la radio por aire necesita costosísimos equipos, el equivalente en la radio digital es el servicio de streaming que varía su precio de acuerdo con la cantidad de público que uno tenga o pretenda tener escuchando online. Pero sobre todo, una determinante nada menor ha sido la cuestión legal: el espectro radioeléctrico se encuentra saturado, situación que vuelve muy difícil que determinados espacios del dial se escuchen con claridad, resultado de años y años de desatención legal, y de entrega a intereses privados. Y el estado actual de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual impide llevar a cabo el Plan Nacional de Frecuencias necesario para definir las cantidades de ondas por región, redistribuir y reacomodar el dial, y abrir los concursos que indica la ley.
Sin embargo, aún se sostiene la idea, sobre todo para los que pautan publicidad, de que el aire garantiza audiencia, por el público cautivo que mueve el dial. “El tema de la radio que nace y se queda en Internet –dice Pompei– es que siempre, en la percepción de los demás, le falta algo.” Lo que resta, entonces, es educar al oyente.
Pero al ser un medio no tan convencional permite a su vez una mayor libertad: uno podría arriesgar que son hoy el equivalente de lo que fueron las radios piratas de los ‘80 en donde muchos hicieron escuela y aprendieron a formarse en el ámbito radial. Una característica que se repite es la preocupación por mostrar el profesionalismo con el que se trabaja, tal vez como un síndrome de inferioridad frente a la vigencia y el respeto que aún se tiene por el dial. “El problema de la radio online es que es poco convencional para el que escucha, y el intento de los que hacemos radio online es convencionalizarla para darle un formato más entendible, en lugar de jugar un poco más al límite entre lo nuevo y lo que ya se hizo. Experimentar”, dice Marcelo Pompei. Lo que queda claro es que si la radio online abre posibilidades, no necesariamente están siendo explotadas.
Además de profesor en la Universidad de Buenos Aires y fundador de FM UBA, Oscar Bosetti conduce hace cuatro años el ciclo Tramas (tramasradio.blog spot.com.ar/), una audición de entrevistas periodísticas que ponen en circulación temáticas que no se abordan en las radios dominantes. La particularidad de Tramas es que además de ser emitido por 28 radios de todo el país (universitarias o comunitarias, exclusivamente), cada programa es liberado en el blog propio para que cualquiera pueda bajarlo, compartirlo o incluirlo en su programación con la única condición de informar día, horario y emisora. Pero Bosetti aclara que al momento de su producción, el programa está hecho a la manera clásica de la radio.
“Mi impresión es que lo digital, la producción para las radios online, no ha modificado sustantivamente la estética radiofónica –arriesga Bosetti–. Desde el punto de vista de los formatos tampoco, pero se advierten algunas novedades: no tanto lo que podríamos llamar programas con el sentido tradicional del término, sino producciones que pueden ser insumos para quien las quiere utilizar. Formatos muy pequeños que alguien produce y los sube con una estética radiofónica tradicional y clásica para que otra persona la incluya dentro de su programa o su programación. Pero se acerca más a la idea de portales de contenidos para los productores radiofónicos.”
El gran portal que marcó el rumbo en este sentido es Radioteca.
Allá por el 2001, un grupo liderado por José Ignacio López Vigil, autor del mítico Manual urgente para radialistas apasionados, comenzaba a producir contenidos, radiospots, radionovelas, sobre temas de derechos humanos, de género, para alimentar las producciones de las radios. Así nació el portal www.radialistas.net que funciona hasta el día de hoy, ofreciendo sus producciones de manera libre. Según cuenta Santiago García Gago, uno de sus fundadores, en 2004 las colaboraciones habían crecido de tal forma que se volvió necesario impulsar otro espacio.
De alguna manera, ese es el inicio de la Radioteca.net, un portal de intercambio de audios fundado con la intención de compartir producciones de manera libre. “Radialistas es un grupo más dentro de la Radioteca, la idea es que sea un portal de la comunidad que comparte ahí”, explica Santiago García Gago. Los materiales son colgados con licencias libres. El éxito de la Radioteca proviene sobre todo de esa filosofía adoptada desde su nacimiento. “Cuando arrancamos podías, si querías, elegir la opción de poner un capítulo y decir que el resto de la serie lo vendías, pero creo que lo utilizó una sola persona en la historia de Radioteca.”
“Ahora –dice García Gago– estamos encaminando los esfuerzos hacia que se puedan crear comunidades de interés temático dentro de Radioteca.” El futuro del portal es volverse una red social de radialistas, con interacciones para que haya más relación entre los usuarios y usuarias, y seguir acompañando el trabajo de grupos de diversidad sexual, género y derechos humanos.
El espectro que abarcan las radios online es variado pero familiar. Hay radios volcadas hacia los programas periodísticos, otras más relacionadas con actividades culturales (y dependientes a su vez de centros culturales), y abundan sobre todo las radios de música. Las de electrónica y las de rock son claramente las que lideran el espectro.
Y sin embargo, algunos proyectos radiales se diferencian de lo habitual. Hace dos años, bajo el ingenioso eslogan “Donde el rock crece”, Radio Upa (www.radioupa.com.ar) apunta a un público muy singular: la primera infancia, de dos meses hasta cinco, seis años. “Laburamos la programación. Somos cuidadosos porque si a un chico le ponés un tipo a hablar, se pierde. Entonces tenemos contenidos dinámicos, cortitos, para que los chicos puedan seguirlos y captar su atención”, dice Diego Wallasz Szapari, uno de los iniciadores del proyecto junto a Gustavo Waingortin. “Nos planteamos hacerla lo más profesional posible, que la radio fuera una radio –dice Waingortin– y que suene como una radio.” Por eso la programación organizada en franjas horarias ofrece durante la noche música para dormir, cuentos cuando empieza y cuando termina el día, y una variada programación que va de entrevistas a artistas infantiles, música para jugar y recitales en vivo a un programa hecho desde jardines de infantes.
La sensación es que Internet expande las fronteras y permite una actividad que no tiene límites. En tanto, cualquiera desde cualquier lugar del planeta, conectado a Internet, puede escuchar una radio online, esto parece bastante cierto. Pero esos límites se mantienen en otros parámetros. De hecho, quienes hacen radios digitales, a pesar de que pueden ser escuchadas desde cualquier lugar del mundo, tienen en claro el público al que apuntan, que suele ser regional, o como mucho ampliarse a las fronteras del idioma.
Aunque muchas radios online empiezan a despegar y algunas rankean alto, todavía se trata más que nada de proyectos movidos por la voluntad y las ganas de hacer radio de quienes los integran. Y lo que parece caracterizar a gran parte de las radios argentinas que nacieron online es el desinterés –o la firme negativa– por pasar al dial. De todas formas, aunque algunas innovaciones se sospechan detrás del horizonte, por ahora las propuestas se mantienen dentro de los formatos clásicos. Tal vez todavía no hayan acontecido cambios radicales. Lo que hace pensar que la cultura siempre avanza por revoluciones parciales. O, en el mejor de los casos, entre el llamado de los oyentes y la tanda publicitaria.
Tramas http://tramasradio.blogspot.com.ar/</p>
Ciclop-Radio: www.ciclopradio.com.ar
Radio Upa: http://www.radioupa.com.ar
Radialistas: www.radialistas.net
Portal Radioteca: http://radioteca.net/
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