Autora de la novela El peso de la tentación, cuya protagonista se interna en el centro de adelgazamiento Las Espigas (con métodos casi perversos), Ana María Shua tiene su propia opinión con respecto al fenómeno del que, de alguna manera, también forma parte: “Hay cierta necesidad en la gente de desculpabilizar la gordura y presentar al gordo como víctima”, opina. “A mí por ejemplo los periodistas que me entrevistan me insisten en la cuestión de la exigencia social del cuerpo perfecto, un tema que en la novela no aparece para nada. Lo que quieren que yo diga (que es lo que esperan los espectadores) es que es injusto y muy malo que la sociedad penalice al gordo, que la gente debería sentirse cómoda y feliz con el cuerpo que ‘le tocó’. Y en fin, a comer que se acaba el mundo. Yo no creo que tenga que ser así. No es cuestión de estigmatizar al que tiene sobrepeso, pero tampoco vamos a hacer apología del descontrol, porque hay un tema de salud puesto en juego. Por otra parte, la obligación de mantener una figura perfecta que se ve en los medios no sólo es la contracara sino también el camino hacia a la obesidad. Si a una persona que tiene un peso estable o está apenas excedida, los medios la persuaden de la necesidad de hacer dieta y perder kilos con las 4000 dietas que ofrecen, bueno: no hay mejor manera de abrir el apetito. Se habla mucho del tema, pero en el fondo la sociedad tiene enormes contradicciones, sobre todo la sociedad argentina. Por un lado hay una enorme presión social contra los gordos y por otro lado hay mucha conciencia de que eso sucede y se busca desculpabilizarlos de varias maneras, aunque después en la vida real esa misma persona que está defendiendo el derecho de un gordo a ser gordo va a discriminarlo de una u otra forma. Lo ideal sería llegar a un término medio donde todos acepten al gordo, al flaco y al mediano, sin obviar cierto castigo social a la obesidad como problema de salud grave. De todas maneras, es poco probable que se vayan a dar verdaderos cambios: vivimos en una sociedad capitalista de consumo, donde el ideal es consumir lo más que se pueda. Es una sociedad y un sistema económico que nos necesita gordos.”