situación de intranquilidad, que a veces se convierte en "terror" por parte de los detenidos en Coronda como cuando un grupo de encapuchados golpeó días atrás las rejas de las celdas dando el alerta de que "venía la venganza". Todo remite a las terribles horas del 11 de abril cuando fueron asesinados 14 presos y desde la CTC se sostiene que un sector del Servicio Penitenciario trabaja en función de crear este malestar y recurre para ello a las cadenas de rumores sobre la inseguridad. Ese sector del que se habla como el de donde parten las órdenes que povocan tanto malestar se ubica -por parte de la coordinadora- en la "plana mayor" del servicio que resiste el nombramiento de un civil, el interventor Jorge Bortolozzi al frente de la Unidad Nº 1. La CTC pide que se profundice la investigación sobre las responsabilidades de funcionarios políticos y del servicio especial en las muertes de abril pasado con vistas a apuntalar el proceso de "normalización" de la vida de la cárcel. El documento de la CTC que contiene las advertencias sobre la situación fue entregado al director del Servicio Penitenciario Fernando Rosúa y enviado al gobernador Jorge Obeid y su ministro de Gobierno Roberto Rosúa. El interventor en Coronda Jorge Bortolozzi dijo que desde la reunión con la CTC el jueves pasado se incrementó la espiral del "rumor" en torno a la inseguridad y las invocaciones sobre posibles venganzas que obligaron a mayores controles. (ver aparte).

Del documento que la CTC entregó para que llegue al gobernador, al ministro de Gobierno y al director del Servicio Penitenciario provincial se desprende la preocupación que genera lo que se maneja en el nivel de rumores y comentarios en relación a situaciones de inseguridad dentro del penal.

Un tiempo atrás delegados del pabellón 7 denunciaron varios episodios protagonizados por encapuchados que después de medianoche golpeaban barrotes de celdas y alertaban sobre la venganza que vendría. La presencia de encapuchados "generó terror" en una población carcelaria que sufrió la experiencia del 11 de abril pasado cuando fueron asesinados 14 internos. Los golpes y ruidos de encapuchados fue reemplazada por los rumores según consigna el informe en los puntos 3 y 4: "La semana pasada personal que estaba en el ala Norte de la Unidad Nª 1 de Coronda dijo 'reventó el 18 y el 8' y vienen a tomar revancha" mientras que "en el ala Sur, personal del servicio le manifestó a un interno que los del Norte están por tomar rehenes y avanzar sobre el sur".

El ala Norte está compuesta en su mayor parte por santafesinos y la ubicada en el sur por rosarinos, aunque desde la CTC plantean que los delegados de cada lugar no utiliza expresiones que pretendan enfrentamientos.

La CTC también dejó constancia de que en la reunión del 27 de octubre en Coronda los delegados del pabellón 8, del ala sur, refirieron que una de las puertas fue dejada abierta por el GOEP, el grupo de operaciones de elite que está para intervenir en situaciones de conflicto. El informe fue dado a conocer ahora por los integrantes de la coordinadora que hacen la lectura de que hay inquietudes y problemáticas comunes que expresan los detenidos y sus delegadosde los distintos pabellones y de que es el momento en que no pueden dilatarse "las decisiones políticas en cuanto a profundizar las investigaciones por las responsabilidades de miembros del servicio penitenciario y de cargos políticos sobre los hechos del 11 de abril".

El no avance de la investigación brinda la percepción de impunidad, dice la Coordinadora mientras señala que "una parte del Servicio Penitenciario que se opone a la conducción de un civil" -que la CTC evalúa como una decisión acertada- crea la sensación de terror e inseguridad.

Por eso la CTC concluye en que hay pesonal del SP que actúa correctamente y otro que opera para provocar situaciones de violencia y que esas "operaciones" no parten del "personal subalterno sino que tienen su base en la plana mayor del Servicio Penitenciario. Esta situación pone en riesgo la vida de los presos y la de miembros del servicio".