El camarista Agustín Bassó, propuesto por Jorge Obeid como futuro procurador general de la Corte Suprema de Justicia, justificó su designación como juez de la dictadura militar, en 1978 y un ascenso posterior, en 1980. "¿Cuál es la queja? ¿La queja es que juré por el Estatuto de la Revolución?" -pifió- "El estado de derecho tiene que seguir funcionando. En los gobiernos de facto no hay Legislatura, pero la Justicia tiene que seguir funcionando porque si no, sería el caos", dijo. Y descalificó las denuncias sobre su pasado político con una metáfora brutal. "Aunque sea me gustaría que me den el Falcon verde para salir a secuestrar gente porque con mi auto no voy a salir. Yo creo que se están confundiendo de persona", insistió.

El miércoles, Bassó fue entrevistado durante dos horas por los legisladores de la comisión de Acuerdos, donde defendió su ascenso a procurador. "El hombre siempre se ubicó por encima nuestro, nunca se sintió interpelado", dijo después uno de los legisladores que lo habían interrogado. En la entrevista, Bassó respondió un centenar de preguntas y hasta negó cualquier connotación a la fiesta del Colegio de Magistrados que se realizó el viernes pasado en Rosario, donde un grupo de jueces cantó la canción "Resistiré" entre el agitar de brazos y revoleo de servilletas, que los legisladores socialista interpretaron como una alusión a la llegada del gobernador electo Hermes Binner, a la Casa Gris.

La audiencia comenzó con una formalidad del presidente de la comisión de Acuerdos. "¿Cómo entiende la función de un juez de la democracia?", quiso saber el diputado del PJ, Mario Esquivel. "La función del juez dentro del estado de derecho es una de las funciones primordiales que están dentro del Poder Judicial. Siempre la actividad de un magistrado debe estar orientada, guiada, por el respeto irresoluto a la Constitución de la Nación, a los actos que han sido incorporados en el año 1994 con rango constitucional y a la Constitución de la provincia", contestó Bassó. "No sólo se necesita para desempeñar la función de juez la especialización del título de abogado, sino que entiendo que también hay que recorrer la Universidad, que no es la que nos da el título, sino que hay que tener contacto con la realidad de la sociedad", filosofó.

Esquivel le recordó entonces las impugnaciones que pesaban en su contra. Una de ellas presentada por el ex policía Orlando Guana, quien acusó a Bassó por una supuesto retardo judicial en una causa en la que estuvo involucrado hace más de veinte años, en 1984. Esquivel pidió que leyeran el escrito. "El doctor Bassó habría sido designado para el cargo de juez de Melincué y de Crimen de Santa Fe de acuerdo a lo establecido por el artículo 13 del Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional y prestado juramento para el cargo como juez sobre la base del acatamiento al citado Estatuto, lo que denotaría un desprecio a las instituciones democráticas de la República y una subordinación judicial a la tan mentada dictadura genocida", expresó Gauna. Y relató detalles del caso.

"Este señor (Gauna) se olvida que el estado de derecho tiene que seguir funcionando (sic). En los gobiernos de facto no hay Legislatura, pero la Justicia tiene que seguir funcionando porque si no, sería el caos. Todos juramos por lo que se nos pone adelante", se defendió Bassó al justificar sus cargos en la dictadura.

"Este señor se olvida de muchas cosas", insistió Bassó. Y remató el descargo: "No sé cuál es su queja. ¿La queja es que juré por el estatuto de la Revolución?", se preguntó el juez.

-El Estatuto del Proceso de Reorganización Nacional -lo corrigió el secretario legislativo del Senado, Ricardo Paulichenco.

Bassó pareció no escuchar y saltó a otro tema: "Acá tengo el certificado del secretario de la Cámara Penal donde yo presto funciones, que no tengo ningún expediente a fallo", dijo.

En otro pasaje, el diputado del ARI Aldo Strada intentó indagar sobre el pasado de Bassó. Una semana antes, su colega de bloque Alicia Gutiérrez había cuestionado al camarista por sus cargos en la dictadura, "cuando los jueces no sólo eran dóciles y no contestaban los hábeas corpus, sino lo que es peor, la justicia no existía", dijo la legisladora. Pero Strada comenzó con algo más tibio. "¿Usted conoce al doctor Brusa?", preguntó.

-Sí, lo conozco", respondió Bassó.

-¿Y es amigo del doctor Brusa? -agregó Strada.

-No soy amigo del doctor Brusa. Y lo último, aunque sea me gustaría que me den el Falcon verde para salir a secuestrar gente, porque con mi auto no voy a salir, porque ya han dicho que integraba los grupos de tareas. Yo creo que se están confundiendo de persona -retrucó Bassó.

-¿Era otro Bassó? -le planteó el diputado Esquivel.

-Creo que se están confundiendo de persona. Ya se confundieron en el año 1991 y me pusieron en una lista de los candidatos a diputados en un hotel, y esto y lo otro. No era yo. Es un primo hermano, que tuvo militancia en la Juventud Peronista y en Montoneros, pero no soy yo. Se equivocan, por eso voy a reclamar el Falcon verde para salir en el grupo de tareas -volvió a la carga Bassó. El sarcasmo dejó sin reacción a Strada.