"Me voy satisfecho", dijo ayer Jorge Obeid, en su despedida del gobierno. Y descartó cualquier posibilidad de un regreso a la Casa Gris en 2011, para un tercer mandato. "Yo tengo perfectamente claro que hay etapas de la vida que se cumplen y no hay que abusar. Hay un récord histórico en la provincia de Santa Fe que sólo lo tenemos en este momento Carlos Reutemann y yo, que es haber terminando dos períodos completos de gestión. Y esto cierra una etapa política", dijo el gobernador saliente.

Obeid admitió que se va con algunas deudas pendientes: "la reforma constitucional. Y la ley de acceso a la información pública que envié a la Legislatura el mismo día que mandé el mensaje de derogación de la ley de Lemas, hoy (por ayer) hace exactamente cuatro años. Lamentablemente, no tuvo tratamiento, si bien no fue responsabilidad mía, pero lo siento como una deuda pendiente. Seguramente, aparecerán muchas más que estoy dispuesto a asumir cuando llegue el momento".

"Me voy satisfecho. Porque más allá de los aciertos y los errores, creo que hemos podido transmitir que el nuestro ha sido un gobierno buscó la pluralidad, el respeto de la forma de pensar de los demás, que se decidió a gobernar, no sólo haciendo una cantidad muy importante de obras públicas, sino tratando de transformar las instituciones para las fortalecerlas, poner a Santa Fe en el concierto del país, pelear por los intereses de Santa Fe. Le digo más, tengo la posibilidad de comparar mi primera gestión con esta segunda y me voy más satisfecho de la forma que terminamos esta gestión que de la anterior", agregó.

-Una encuesta dice que finaliza su gestión con un 55 por ciento de imagen positiva, muy superior a la de Reutemann cuando se fue en 2003.

-Sí, no me puedo quejar en ese sentido. Si hubo errores o cosas que no se hicieron no se los puedo achacar a nadie, son responsabilidad absolutamente mía. La ventaja que tiene eso es que uno también asume como suyos los aciertos y en este caso, 50 y tanto por ciento de adhesión al dejar el gobierno yo lo considero una cosa positiva en lo político y en lo personal, por supuesto.