Jueves, 13 de diciembre de 2007 | Hoy
SANTA FE › BINNER ORDENO DESMANTELAR LAS VALLAS FRENTE A LA GOBERNACION
Además firmó el decreto de autolimitación del Poder Ejecutivo para designar a ministros de la Corte Suprema de Justicia.
Por Juan Carlos Tizziani
Hermes Binner eligió ayer dos símbolos para su primer día en el poder. El primero, fue desmantelar el cerco de hierro que fortificaba a la Casa Gris ante la ola de protestas sociales, en tiempos de Carlos Reutemann y Jorge Obeid. "Hay que sacar estas vallas que tenían a la Casa de Gobierno enjaulada. Tenemos que abrir las puertas para que la gente transite sus patios y sus corredores y pueda vivir con dignidad y democracia este nuevo tiempo", dijo. Y después, firmó el decreto de autolimitación del Poder Ejecutivo para designar a los ministros de la Corte Suprema de Justicia, con lo cual terminó con el método del dedo y convirtió a Santa Fe en una de las primeras provincias -sino la primera- que adopta el "proceso de transparencia" que instauró el decreto 222 del ex presidente Néstor Kirchner para renovar la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en 2003. "Hacemos lo que dijimos en la campaña", dijo el gobernador al cumplir las primeras promesas. Además firmó un convenio con el director del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD), Elías Carranza (ver aparte).
Binner comenzó su primer día en la Casa Gris en un clima de expectativa. "Estamos nerviosos, pero muy contentos", dijo a Rosario/12 uno de los hombres más cercanos al gobernador. El clima se dibujaba en su rostro y en el de otros funcionarios.
La jornada comenzó temprano, antes de las 8, cuando el mandatario entró a la Casa de Gobierno por la puerta principal. Primera sorpresa. Durante años, sus antecesores entraron y salieron por la puerta de atrás. Sin ir más lejos, el martes pasado, Obeid repitió ese rito cuando se fue del poder rodeado de su entorno y escaleras abajo. Pero Binner rompió esa costumbre añeja y entró por la puerta del frente. "¿Y por dónde va a entrar?", se sorprendió otro funcionario cuando se le comentó qué significaba el cambio.
Más tarde, el gobernador anunció sus primeras medidas, dos cargada de simbolismo. "Hoy hemos tomado cuatro decisiones importantes: la firma del convenio con el ILANUD, el envío a la Legislatura del pliego del fiscal de Estado, Jorge Barraguirre; el decreto de autolimitación para designar jueces de la Corte Suprema y quitar las vallas que tienen a la Casa de Gobierno enjaulada", dijo.
-¿Por qué esta decisión de sacar las vallas? -le preguntaron.
-Ya lo habíamos prometido en la campaña. La Casa de Gobierno es de toda la población de la provincia de Santa Fe y por lo tanto tenemos que abrir sus puertas para que la gente transite sus patios y sus corredores y poder vivir con dignidad y con democracia este nuevo tiempo -dijo Binner.
Al rato, salió a la calle para ver cómo se cumplía su decisión. Un grupo de la Policía santafesina, del Departamento Logística, ya había comenzado a desmantelar el cerco de hierro. La tarea no fue fácil, tuvieron que cortar los bulones con una sierra. Pero Binner ya no estaba cuando retiraron la primera valla que tenía escrita una consigna: "Fuera Obeid". Aunque a pocos metros de allí, quedó otra leyenda pintada en las baldosas de la plaza de Mayo que los policías no pudieron retirar: "Reutemann inundador".
La plaza de Mayo está llena de cicatrices de los últimos años: cruces, fotos de las víctimas, denuncias y dolores. La masacre de diciembre trágico de 2001, la catástrofe del 2003, la pesadilla del 2007. Muchas consignas pintadas en las vallas, otras en el suelo. Y un rincón del cemento quedó impresa la fecha en que se levantó el cerco de hierro: 26 de abril de 2004. Ya gobernaba Obeid y el subsecretario de Seguridad Pública que ordenó atornillar el muro era Alejandro Rossi, hoy diputado nacional del PJ. Tres días después, el 29 de abril, más de 10 mil personas desbordaron la plaza de Mayo en el primer aniversario de la catástrofe del río Salado para exigir "juicio y castigo" a los responsables.
El gobernador ya subía las escaleras cuando otro colega volvió sobre la decisión de desarmar las vallas. "¿Un símbolo?", le planteó. "Un símbolo de democracia", lo calificó Binner. "Porque si un gobernador y sus funcionarios no pueden estar tranquilos dentro de su despachos, bueno eso quiere decir que hay cosas que se están haciendo incorrectamente. Nosotros tenemos que aspirar a tener un diálogo y mostrar dentro de la ley todo lo que se sabe y se conoce. Por eso es que también aspiramos a que haya una ley que garantice el derecho a la información pública", agregó. Tercera sorpresa. Binner insistirá ahora ante el Senado para que sancione la ley de acceso a la información pública que frenó durante cuatro años para que "todos los ciudadanos podamos tener acceso a toda la información", concluyó.
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