Desde que asumió su cargo el 10 de diciembre, los veinte días -de ellos solo diez hábiles- que lleva al frente de la Municipalidad le permiten trazarse un panorama del estado de las cosas en la ex "Pedrolandia". Jorge Murabito, 36 años, sorpresivo vencedor de Pedro González el 2 de setiembre, está revirtiendo un sistema de favores que le lleva a calificar a Villa Gobernador Gálvez como la "capital del clientelismo", incluyendo el nombramiento de más de 350 empleados en los últimos tres meses de gestión de Graciela Bonomelli, con una última oleada de ingreso de 150 personas el 1º de diciembre. Murabito descarta que se produzcan cesantías, pero sí confía en una "decantación natural" de los que no muestren vocación de servicio. Por lo menos eso ya sucedió con tres de los nombrados a último momento: uno de ellos ni siquiera concurrió a trabajar un día porque "eso de entrar a las 7 de la mañana no es para mi", argumentó.

-Usted ya abrió la caja de Pandora de la administración anterior, ¿comenzaron a aparecer las sorpresas?

-En verdad, la principal tarea en ese sentido la tiene una auditoría a cargo de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que apunta a establecer un día cero respecto a la situación contable del municipio de Villa Gobernador Gálvez, constatar cuáles son los números y ver la evolución, y por supuesto establecer si aparece alguna irregularidad. Estimamos que un mes estará listo este trabajo y podremos publicar los balances.

-Por lo pronto para ustedes, como nuevos administradores, ¿cuáles son las irregularidades que pueden haberse detectado en forma directa?

-El faltante de algunos vehículos que no están donde deberían. Tal vez se encuentren en un taller, pero nadie quiere decir nada. Pero eso va a saltar en el inventario que efectúa la auditoría y, de constatar alguna irregularidad, iremos a la justicia.

-¿Cómo encontraron la caja de la Municipalidad?

-Con lo justito para pagar los sueldos, sin posibilidad de encarar obras públicas, y con el parque automotor muy decaído, principalmente el destinado a la limpieza de la ciudad, más allá de la recolección de residuos. Pero todo es recuperable y nuestro objetivo es mejorarlo, porque ganamos las elecciones proponiendo eso. Lo que sí nos está costando es reacomodar el personal nombrado últimamente, todo el proceso administrativo que implica.

-¿Ya pudieron establecer la cantidad de nombramientos de último momento que hubo?

-En los últimos tres meses de la gestión anterior se pasó de 500 a 827 empleados. De ellos, 150 fueron nombrados después del 1º de diciembre, es decir sobre la hora. Eso lo constatamos porque tenemos mucha gente que por falta de tres meses de antigüedad no puede ser beneficiario de la obra social IAPOS. Encima a mucha gente la han destinado donde les parecía a las anteriores autoridades, y así tenemos personal que no tiene nada que ver con el puesto que le asignaron. También nombraron a algunos referentes de agrupaciones como Barrios de Pie.

-¿Cómo piensa actuar al respecto? ¿Puede haber cesantías del personal nombrado en el último tramo de la gestión de Graciela Bonomelli?

-No, de ningún modo, incluso en el caso de los piqueteros hablamos con ellos y les dijimos que los consideramos como cualquier otro trabajador. No vamos a cesantear a nadie, excepto que alguien falte diez días seguidos y no dé aviso, o cometa alguna irregularidad violando las leyes y disposiciones vigentes.

-¿No tiene miedo que esos nombramientos puedan afectar su gestión, en algunos casos que pueden tratarse de punteros políticos del anterior gobierno?

-Esa posibilidad fue abortada desde el momento en que anunciamos que no íbamos a despedir a nadie. Incluso tenemos tres renuncias de gente que no le interesaba trabajar en la Municipalidad. Uno que era chofer, no le gustó el ambiente y se fue. Y otro que cuando vio que tenía que entrar todas las mañanas a las 7, dijo "esto no es para mi". Creo que naturalmente se va a dar un tamiz y quedará la gente que tenga mejores aptitudes. Por lo pronto, nosotros contratamos una empresa de Recursos Humanos que va a formar la Dirección municipal de ese sector, que se estructurará con personal de la misma comuna.

-El asistencialismo a los sectores sociales más desprotegidos fue el puntal del régimen de Pedro González durante años, ¿cómo están actuando ustedes en ese tema?

-En estos primeros días nos hemos fijado una prioridad que es la cuestión social. Pasamos del viejo sistema de entrega de bolsones al de tickets, con lo que se termina el sistema de reparto tipo Papá Noel para 7900 beneficiarios. Ahora contamos con el trabajo de los asistentes sociales porque aquel que pide un ticket tiene atrás un montón de problemas sociales, sanitarios, laborales. Y también apuntamos a un reempadronamiento porque por un lado tenemos un millar de tickets que no se retiraron y por otro a mucha gente que ni siquiera accede o sabe que existe esta asistencia. La idea es mantener o bajar la cantidad de beneficiarios, especialmente a través de planes laborales y de capacitación que vendrán desde la Nación a partir de febrero.

-¿El sistema de bolsones alentaba el clientelismo?

-La administración anterior nunca quiso poner en vigencia el sistema de tickets. Y la gente se quejaba de que los bolsones a veces les venían sin aceite o sin azúcar. Y si tenemos en cuenta que eran 7500 litros de aceite o 7500 kilos de azúcar, estamos hablando de cantidades importantes. Ahora con los tickets la gente va a cualquier negocio y compra el producto que quiere. Pero nuestro objetivo es poner en vigencia una tarjeta magnética con lo cual ya no habrá ninguna posibilidad de sistema prebendario. Y así esa imagen de Villa como capital del clientelismo, será historia.

-¿Usted cree que "Pedrolandia", como una especie de feudo cerrado comandado por un dirigente político, entrará en el recuerdo?

-González hasta se fue de vacaciones... Pero lo que vemos es una buena actitud de parte de los concejales de la oposición, hay una actitud de mediación. Conseguimos sacar proyectos por unanimidad, lo que habla de una gran responsabilidad política por parte de ellos. Y después de tantos años, la gente se va dando cuenta de que debe pensar en una nueva forma de gestión, donde la municipalidad esté al servicio de la gente y no al revés. Porque todavía algunos vienen y te dicen: me dejás poner un carrito en tal lado aunque no esté permitido, dame la concesión de esto o de lo otro. Hemos encontrado cajitas de cartón con 450 pesos en los dispensarios, porque les cobraban los turnos a la gente. Entonces nuestra idea es terminar con este show de los quiosquitos personales de algunos, eso se va cortando.

-Por un lado tienen la presión de la pobreza, y por otro de las grandes empresas, como sucedió con la instalación de la multinacional Cargill en la costa.

-Las grandes empresas ocuparon la tercera parte de la costa de Villa, y el tercio restante está totalmente degradado por falta de interés de las anteriores autoridades. Nuestra idea es aprovechar al máximo el predio que fue de la Vigil, poniendo un balneario habilitado para toda la gente.