Frente a la denuncia de vecinos de los barrios Parque Field, Parque Field II, Nuestra Señora de la Paz, Casiano Casas y Villa del Puente Negro, en la zona norte de Rosario, en torno de los perjuicios ocasionados por los líquidos vertidos por empresas dedicada al soplado de vidrio; el secretario de Medio Ambiente provincial, Marcelo Terenzio, junto con personal de esa repartición, se hizo presente en el área y tomó contacto con un grupo de personas afectadas por esas emanaciones. El funcionario destacó que la dependencia a su cargo se encuentra llevando adelante las gestiones administrativas ante la Municipalidad de Rosario y las empresas, a fin de determinar claramente las responsabilidades en lo que hace al vertido de esos líquidos y la habilitación del canal por donde se drenan.

En ese sentido, la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia informó que se tomaron muestras de los efluentes, los cuales se analizarán para detectar qué tipo de compuestos están presentes en esos líquidos. Esa operación se llevó a cabo ayer en el laboratorio con que cuenta la Secretaría en la capital santafesina.

Además, personal de Medio Ambiente llevó adelante una inspección técnica a las empresas Cristalería Rosario SA y Produmet SA, luego de las cuales se labraron dos actas. Se notificó a las empresas que están en falta, pues aún deben presentar la documentación exigible a nivel ambiental.

Por último, Medio Ambiente cursó notas a la Municipalidad de Rosario para determinar quién autorizó la obra del canal por donde fluyen los líquidos y con qué motivo. En tal sentido, se le solicitó a la Municipalidad los análisis que pudieran haber realizado, para que certifiquen si se trata de un conducto cloacal o pluvial.

"La verdad es que se trata de un canal muy grande, de casi 2.000 metros y es difícil imaginar de qué manera se habilitó esa obra, por eso estamos pidiendo los informes a la municipalidad", dijo Terenzio y agregó que cuando se vierten líquidos industriales, "éstos por lo menos deben ir entubados, no pueden correr a cielo abierto. Y además, depende del tipo de material que se vierta, tendrían que haber una planta de tratamiento".

Por su parte, el concejal del Partido del Progreso Social (PPS) Alfredo Curi ya había denunciado que "a simple vista, este agua tiene sulfuro y azufre", dijo el edil que además es bioquímico, en una reunión que había mantenido con vecinos del barrio Nuestra Señora de la Paz.

La obra cuestionada consta de dos canales de dos metros de ancho por casi uno de profundidad. La primera zanja parte de la planta industrial de Baigorria y avenida de Circunvalación, corre paralela a esta última hacia la zona del hipermercado Carrefour y desagota sin tratamiento en el arroyo Ludueña. El segundo canal se extiende desde la fábrica hacia el sur entre las dos vías del Ferrocarril Belgrano y corre por unas 15 cuadras paralelo a la avenida Bosques, desde Baigorria casi hasta Sorrento. Allí la acequia desagua en inmediaciones de la villa del Puente Negro, a solamente unos 20 metros del Bosque de los Constituyentes, sector del que los vecinos quedaron incomunicados.