Las autoridades del Ministerio de Trabajo de la Provincia avalaron a la directora de la oficina de sumarios en Rosario, Sonia Malamud, para avanzar en las investigaciones que viene realizando. Mientras tanto, la causa contra Daniel Gazzera, el abogado de la cartera detenido anteayer tras el supuesto cobro de una coima, avanza en la investigación sobre otros involucrados. El acusado se abstuvo de declarar ante el juez Javier Beltramone, el mismo día que las Tropas de Operaciones Especiales secuestraban 33 expedientes de la delegación local del Ministerio en el estudio particular del acusado, cuya situación procesal estaba complicada.

"Hay un circuito de responsabilidades: alguien tiene que hacerse cargo de dónde están los expedientes. Por eso sería muy interesante saber las fechas de la documentación encontrada en el estudio de Gazzera", afirmó un funcionario de la cartera laboral. En este sentido, señaló que el objetivo es modificar el sistema interno, para transparentar el manejo de expedientes. Para eso, llamaron a licitación pública para tercerización la administración de archivos.

La sección Sumarios de la delegación Rosario de la cartera laboral, donde se administran los expedientes que remiten los inspectores de la repartición, cuenta con siete empleados de planta. Uno de ellos era Gazzera, detenido el miércoles tras cobrar una supuesta coima a otro profesional de la Asociación Empresarios de la Vivienda.

Además de la grabación de es pago, ayer encontraron en el estudio particular de Gazzera -ubicado en 9 de julio al 2000- 33 expedientes tramitados en la delegación local del Ministerio de Trabajo. Este hallazgo complicó aún más su situación, ya que está prohibida la salida de expedientes.

Este dato es de vital importancia, y les sirve a los responsables de la investigación para ratificar la absoluta falta de control en el manejo de los expedientes administrativos. Además, refuerza la hipótesis sobre un nivel de complicidad en la delegación local del ministerio de Trabajo. Horas después de detener al abogado, las autoridades deslizaron que en la causa podría haber más implicados.

Los expedientes se archivan en carpetas y también se vuelcan a un sistema informático de seguimiento. Cada uno poseen número y un archivo al que pueden acceder los empleados, con su clave de seguridad. Las computadoras de la oficina de Sumarios están en poder de los investigadores, luego de los allanamientos ordenados por Beltramone.

Como parte de la jugada de las autoridades para sanear la cartera, la directora de la repartición fue ratificada en su cargo por las actuales autoridades, aunque era resistida por los inspectores. Según pudo averiguar Rosario/12, Malamud reemplazó a una persona que permaneció durante mucho tiempo en el cargo. Para las actuales autoridades, la resistencia de los empleados no fue un dato menor a la hora de motorizar la investigación.