El champán las pone mimosas, Midachi, Les Luthiers y Lo Lumvrise. Más allá de las observaciones que puedan hacerse respecto a estilos y calidades particulares, la cartelera humorística de la ciudad ha encontrado a un referente que (cuanto menos en convocatoria) puede competirle de igual a igual a las grandes propuestas que llegan desde Buenos Aires. Es que después de haber ofrecido cerca de una veintena de funciones en el teatro Broadway, el grupo cómico local diagramó su primer temporada de verano en Mar del Plata, y desembarcó en el siempre concurrido Paseo La Plaza de Capital Federal. Sin embargo, lejos de atarse a un espectáculo tan probado como efectivo, a casi diez años de sus primeras actuaciones Pablo Fontana, Hernán Cigno, Andrés Rovetto y Damián Taborda decidieron darle forma a Carnada de sonrisas, el show que esta noche a las 22 estrenarán en la sala de San Lorenzo 1223.

Y aunque éste se ofrezca como el segundo espectáculo de Lo Lumvrise, desde su debut en 1999 el grupo fue readaptando escenas y personajes, en una práctica habitual para el cuarteto, según apuntó Taborda: "Nosotros tenemos un espectáculo en el que hay improvisaciones, donde siempre tenemos algo nuevo, y donde los códigos de amigos los metemos arriba del escenario y nos divertimos. Pero decidimos hacer la temporada en Mar del Plata y volver a Rosario con un espectáculo completamente nuevo. Así que tomamos cosas que veníamos trabajando en los últimos dos años, porque la idea nuestra es estar en continua creación. Teníamos personajes, ideas, y este año nos pusimos a trabajarlos".

En la gestación de nuevos personajes y situaciones influyó lógicamente la consolidación de esa impronta que el grupo forjó desde su creación, y los códigos que comparten con aquel público fiel. "Eso es inevitable --admitió Rovetto--, sobre todo porque cuando surgió el espectáculo anterior el grupo no estaba formado como ahora. Primero porque el grupo surgió con otros integrantes, después nos fuimos incorporando hasta quedar así como estamos hoy en día, entonces esos códigos se fueron generando en el transcurso de las funciones. Además el humor de Lo Lumvrise ya es bastante particular, entonces al momento de escribir ya sabíamos por dónde ir".

Y si bien la intención de renovar marcó todo el proceso creativo, sí se sostuvo un esquema que le rindió buenos frutos a la agrupación, según reconoció Taborda. "Queríamos mantener la línea del espectáculo, con un formato de sketches, haciendo una apertura que tenga una coreografía con mucha energía, y que la obra termine con un tema musical en el que estamos nosotros cantando. En cuanto a formato tratamos de mantenernos, pero en cuanto al humor, la experiencia que hemos ido agarrando tanto en teatro, café concert como fiestas privadas se fue mezclando en la creación del espectáculo", apuntó.

"Además en estos años cada uno de los integrantes de Lo Lumvrise ha encontrado una particularidad en su humor --agregó Rovetto--. Hay roles en los que nos sentimos más cómodos, al no tener director lo hablamos entre nosotros. Es un pequeño desafío interno ir probando cosas, ver qué va pasando. En el transcurso de las funciones el espectáculo va mutando. No porque hoy no sea bueno, sino porque las funciones te dan algo que no te lo da nada más".

Utilizando como hilo conductor a una pantalla gigante que reproduce el pensamiento de uno de los personajes, Carnada de sonrisas reúne a un conflictivo matrimonio de gaucho y paisana, una parodia de Los Nocheros y al hombre que acude a la psicóloga convencido de que es un celular. A esas novedades se le suma un viejo conocido: Adivinovsky, ese chanta lindo que, ahora, se ha formado en un nuevo arte. "Lo mandamos a hacer un curso de magia, entonces ahora vuelve y tiene sorpresas para la gente, porque hace magia en serio. La gente no tiene que esperar un truco del mago Emmanuel, pero tiene una cosa divertida entre la magia y el humor", anticiparon.