Esta mañana, a las 5, los trabajadores de la empresa General Motors realizarán una asamblea en la puerta de la planta de Alvear para decidir si ingresan a trabajar, habida cuenta del compromiso de la firma estadounidense de franquear la entrada a todos, menos a los 24 empleados cuyos contratos expiraron. La empresa mantendrá así el empleo de los 201 efectivos que habían recibido el telegrama de despido, aunque no se renovarán los 198 contratos que irán cayendo desde ahora hasta abril. El secretario general de Smata, Gabriel Bienucci, confirmó que hoy se retomará normalmente la producción. Mientras tanto, las negociaciones en el marco de la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo de la provincia continuarán a las 14.

Con este panorama, las autoridades del ministerio estarán hoy en la Asamblea. Se espera los trabajadores decidan ingresar a trabajar, ya que la consigna "o entran todos o no entra nadie" está prácticamente cumplida. También confiaban en un cambio -para mejor- en el clima de negociación entre la empresa y el gremio Smata, que representa a los 2.500 empleados de la automotriz.

La principal controversia, que era el destino de 200 efectivos que fueron despedidos por la empresa, quedó así desactivada ante la decisión de permitir el ingreso de todo el personal. Sin embargo, los contratos que se caigan a partir de ahora no se renovarán.

La conciliación obligatoria, que expira el miércoles 12, puede continuar 15 días más si aparece como un marco para motorizar las negociaciones entre la multinacional y Smata. Aunque no haya sido dicho en esos términos, el principal reproche de la patronal a los efectivos que fueron despedidos era su conducta gremial.

General Motors envió el 23 de octubre pasado 436 telegramas de despido a trabajadores efectivos y contratados. Argumentó que no se producirá más el modelo Gran Vitara en la planta de Alvear, así como también el cambio en las expectativas de producción a partir de la crisis financiera internacional. La situación global de la empresa es delicada. "General Motors registró a nivel mundial pérdidas netas de 2.500 millones de dólares en el tercer trimestre del año, un 162,5 por ciento más que en 2007", señaló la firma a través de un comunicado.

Aún así, hoy ingresarán a trabajar todos los empleados. La decisión empresaria se tomó en medio de la conmoción social generada por los telegramas, así como la intervención del Ministerio de Trabajo de la provincia con una conciliación obligatoria. Sin embargo, y a partir de la experiencia, Smata advirtió que se mantendrán alertas ante la posibilidad de que la empresa insista con las cesantías.