Representantes de la automotriz General Motors y la conducción nacional de Smata acordaron ayer un cuarto intermedio hasta el lunes, en el marco del conflicto gremial abierto sobre el futuro de un grupo de contratados. En un clima de tensión, los operarios quemaron cubiertas y bloquearon el paso de camiones que trasladan los automóviles a las concesionarias. A pesar que el ministerio de Trabajo de la Nación prorrogó la conciliación obligatoria hasta el 26 de diciembre, la empresa mantenía su postura de despedir a un grupo de contratados. El secretario general del gremio en Rosario, Marcelo Barros, dijo a Rosario/12 que a partir del 5 de enero, cuando la planta reanude sus actividades tras el receso programado por ajustes técnicos, y si no se llega a un acuerdo "intensificarán las medidas de protesta; con cortes de rutas y la toma de la planta".

Mientras aguardaban los resultados de la reunión que mantenían ayer dirigentes del Smata nacional con representantes de la empresa en Buenos Aires ﷓con teleconferencia a Detroit incluida﷓ el secretario general del gremio de los mecánicos en Rosario señalaba a Rosario/12: "Vamos a esperar cuando la planta reanude sus actividades, ya que el lunes ingresa en un receso productivo hasta el 5 de enero. Y si no hay un acuerdo vamos a intensificar las medidas".

El dirigente gremial explicó que después de la teleconferencia se reunieron el secretario adjunto de Smata nacional, "Paco" Manrique con los abogados de la empresa para seguir estudiando alternativas. En este sentido surgió alguna expectativa luego que el presidente George Bush anunciara la concesión de 17.400 millones de dólares en préstamos a la industria automotriz local, para no permitir que "colapse" la industria de los automóviles estadounidense, dejando caer; entre otras, a la General Motors.

Barros relató que en la noche del jueves "ya estaba todo arreglado y la empresa pidió un cuarto intermedio. Una hora más tarde dijeron que iban a seleccionar de los contratados quién quedaba y quién no. Nosotros, desde el primer momento, tuvimos el mismo discurso. Todos adentro, y después discutimos modalidades; si se va a suspender o hay menos horas. Nosotros defendemos puestos de trabajo y no plata".

Desde que se inició el conflicto, los trabajadores presentaron varias propuestas alternativas para que la empresa diera marcha atrás con su idea de despedir operarios de la planta de Alvear. El gremio propuso que deben seguir todos los trabajadores, planteando que las suspensiones se deben rotar entre todos los trabajadores.

En contacto con este diario, y en medio de un clima de tensión que incluyó quema de cubiertas y el bloqueo del paso de los camiones que llevaban autos a las concesionarias; Mariano Fernández, uno de los delegados de la comisión interna de General Motors, que se encontraba dentro de la planta de Alvear, señalaba que un grupo de trabajadores del primer turno habían sido desobligados por la empresa y se fueron sin saber que se iba a desarrollar la asamblea.