El ministro de Trabajo de la provincia, Carlos Rodríguez, vaticinó un año 2009 complicado en materia laboral. "Las expectativas no son buenas", dijo al ensayar un balance de su gestión en 2008. Mientras que su segunda en el área, Alicia Ciciliani, reveló que la crisis global ya comienza a impactar con más fuerza en Santa Fe, sobre todo en el sector metalúrgico, y ofreció datos: "Se triplicó la cantidad de empresas que se presentaron en el procedimiento preventivo de crisis. Hace unos meses teníamos cinco o seis expedientes y ahora llegamos a los 22", dijo la viceministra. "Más de 600 trabajadores fueron despedidos y otros 1400 afectados por la crisis. Y hay una gran cantidad de obreros que hoy están de vacaciones adelantadas y que el 31 de enero deberán regresar a puestos de trabajos que no están garantizados", advirtió Ciciliani.

Rodríguez y Ciciliani concidieron en trazar un panorama de la cartera. El ministro desde una perspectiva política, incluso con algunas ironías a la Casa Rosada, mientras que Ciciliani informó sobre el aumento de los conflictos. "Hace unos meses teníamos seis procedimientos de crisis y ahora ya llegamos a los 22", explicó.

Un informe oficial indica que la crisis global afectó a 2.000 trabajadores, incluyendo despidos en un 30 por ciento, así como suspensiones, adelanto de vacaciones, reducción de jornadas, retraso en los pagos de haberes o reducción de salarios. De ese total, como resultado de las negociaciones llevadas a cabo, se lograron suspender o minimizar las medidas en un 80 por ciento de los casos.

Datos oficiales -difundidos por la agencia de noticias DyN- indican que el Ministerio de Trabajo de Santa Fe intervino en 50 negociaciones con 40 empresas de la provincia, en la que participaron 15 gremios y sindicatos. Y las últimas de ellas, realizadas en la Regional Rosario de la cartera, tres derivaron en conciliaciones obligatorias y cuatro en procedimientos preventivos de crisis.

"El gobierno está realizando numerosas entrevistas con empresarios que vienen a dialogar sobre los problemas que están teniendo. Y en algunas localidades, como Las Parejas, numerosos trabajadores acordaron con las empresas, vacaciones y la mayoría finalizan el 31 de enero. Pero si no se toman medidas de fondo, no habrá solución. Enviamos una especie de alerta a los sectores y les decimos que nosotros sí estamos en condiciones de tomar medidas que puedan superar la crisis", indicó.

Según la viceministra, "las ramas que más problemas tienen son la metalúrgica, el comercio y la automotriz, que son las más afectadas por la crisis internacional". Y acerca del conflicto en General Motors por el despido de 435 obreros, dijo que "es un problema de difícil solución. Hay falta de confianza entre las partes que lleva al fracaso cualquier acuerdo. El clima es muy difícil", admitió Ciciliani.

En ese contexto, el ministro Rodríguez pronosticó un año 2009 complicado en materia laboral. "Las expectativas no son buenas", dijo al ensayar un balance de su gestión al frente de la cartera en 2008, que arrancó como secretario de Trabajo hasta que cumplió el requisito constitucional para asumir el cargo de ministro. "Hoy tenemos bajo control la mayor parte de los conflictos laborales en Santa Fe, pero también hay una buena cantidad de expedientes preventivos de crisis que van en aumento. Hace una semanas teníamos seis o siete y en este momento hay más de 22, lo que significa que en algunos sectores, en especial en el metalúrgico, la crisis global se está empezando a insinuar con fuerza. Por eso, más que nunca hay que volver a pensar en medidas económicas", apuntó.

Rodríguez ponderó la política del gobernador Hermes Binner desde que éste se instaló en la Casa Gris. "El Ministerio de Trabajo tiene que estar cerca de la gente. Por eso, le dijimos tanto a los empresario como a los trabajadores cuáles eran las herramientas para enfrentar la crisis global y de qué manera podíamos favorecer la actividad de ambos. Es decir, tratar de estar en la cresta de la ola y no debajo de la ola. Creo que esto ha dado sus réditos, no todos los que quisiéramos, por ejemplo, hubieramos querido tener resuelto el problema de General Motors, pero tampoco el gobierno nacional ha logrado resolverlo, hasta ahora".

"Y bueno, estar arriba de la ola es una actividad nuestra -agregó Rodríguez-. Pero lo que hay que pensar es que el empleo o el desempleo o si hay crisis o no hay crisis no dependen del Ministerio de Trabajo. Es la economía la que crea o destruye empleos y es ahí donde el país necesita una serie de reformas que aún parece que no se atreviera a hacer.

-¿Cuáles? -le preguntaron.

-Solucionar una vez por toda el conflicto del campo que ha permanecido entre paréntesis, y donde las respuestas de la presidenta de la Nación (Cristina Fernández de Kirchner) son inconsultas. No fueron consultadas con las provincias, pero tampoco con la Mesa de Enlace, entonces, esa forma de gobierno no es la que nosotros intentamos hacer en la provincia. Ustedes vieron cómo se hizo en Santa Fe el Plan Estratégico o cómo funciona la Comisión de Trabajo Decente. Entonces, una política que se define detrás de un escritorio y no tiene consenso de la gente, es una política que tampoco tiene porvenir.