Mar 30.03.2010
rosario

SANTA FE › BARCOS SE DEFENDIó

Puras mentiras

› Por Juan Carlos Tizziani

Una seguidilla de preguntas del fiscal Martín Suárez Faisal desenmascaró ayer al agente secreto del Ejército, Horacio Américo Barcos, acusado de integrar un grupo de tareas que secuestro y torturó a los esposos José Alberto Tur y Amalia Ricotti, en mayo de 1978, en un centro clandestino de la dictadura al que llamaba "Fábrica". Barcos se defendió ante el Tribunal Oral que lo juzga por "privación ilegal de la libertad" y "tormentos", negó su participación en el terrorismo de estado y hasta exhibió una memoria de elefante cuando recordó el número de las chapas de los taxi que conducía en los '70. Cuatro veces dijo que no sabía utilizar armas de fuego y que ni siquiera le gustaba la caza deportiva, pero cuando Suárez Faisal lo puso cara a cara con los méritos que el Ejército había anotado en su legajo de Personal Civil de Inteligencia ("es un buen tirador de arma de fuego de puño"), se desbarrancó: "Le vuelvo a repetir, jamás tuve un arma provista y jamás tiré con armas", insistió Barcos.

La audiencia arrancó a la mañana con los testimonios de los esposos Daniel García y Alba Sánchez, que también estuvieron secuestrados entre diciembre y mayo de 1978, probablemente por el mismo grupo de tareas. Y después, Barcos aceptó hablar y contestar preguntas de los jueces del tribunal, los fiscales y querellantes.

Barcos ingresó como PCI al servicio del Destacamento de Inteligencia Militar 122 en setiembre de 1975, pero empezó a cobrar por planilla a partir del 1º de enero de 1976, "en el cuadro C, personal de calle, agente secreto", explicó. "El agente secreto trabaja solo, no tenemos ni credenciales ni portamos armas y tenemos prohibido dar a conocer nuestra identidad", dijo

Más adelante, el presidente del Tribunal, José María Escobar Cello, volvió a indagar sobre las habilidades de Barcos. "¿Usted alguna vez manejó armas?", le preguntó el juez.

Jamás. Ni siquiera hice el servicio militar, señor presidente contestó el acusado.

El fiscal Suárez Faisal no quedó conforme con la respuesta y después de indagar sobre un curso de inteligencia al que asistió Barcos en el Batallón 601, insistió por tercera vez con el asunto de las armas de fuego. ¿Usted nunca aprendió a manejar armas? le planteó.

No.

¿Y en ese curso de inteligencia tuvo adiestramiento especial sobre el manejo de armas?

No.

¿Y usted no lo hizo de otra manera?

No. Teníamos prohibido utilizar armas. Era una prohibición total contestó Barcos.

¿Nunca tuvo un arma de fuego en sus manos?

No, ni siquiera iba a cazar. Nunca me gustó ni me interesó.

El interrogatorio pareció quedar ahí. Pero después el fiscal confrontó a Barcos con su propia foja de servicios que el Ejército remitió al juicio. Le pidió que lea los méritos que se había anotado en la foja 123 en el año 1977, es decir mucho antes del secuestro de los esposos Tur y Ricotti. El secretario del Tribunal acercó al expediente. "Ahí usted puede leer sobre todas las cuestiones que le pregunté. Y al final dice que usted es un 'buen tirador de armas de fuego de puño'. ¿Recuerda eso?", le preguntó Suárez Faisal.

Barcos demoró algunos segundos en reaccionar. "Le vuelvo a repetir, jamás tuve un arma provista ni jamás tiré con armas", se defendió.

¿Puede reconocer la firma?

Sí concluyó Barcos.

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