Domingo, 2 de mayo de 2010 | Hoy
SANTA FE › INTENTAN REUNIR MáS PRUEBAS POR EL ASESINATO DE SILVIA SUPPO
La defensa de los familiares de la víctima sostiene que hoy lo único que hay es la confesión de los autores del crimen cometido en Rafaela contra la testigo de una causa por terrorismo de Estado. El caso sigue siendo monitoreado desde la Nación.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
Los puntos oscuros en la investigación del asesinato de Silvia Suppo movilizaron a los abogados de sus hijos, Andrés y Marina Desféfani, a solicitar una batería de pruebas para esclarecer el caso, entre ellas nuevas pericias del escenario del crimen y de las armas y ropas que habrían utilizado los detenidos confesos, Rodrigo Sosa ("Sosita") y su primo Rodolfo Cóceres y una segunda autopsia de la víctima. "Lo único que hay en la causa es la confesión de los presuntos homicidas y nada más. La situación es bastante seria, porque si mañana ellos se rectifican o dicen otra cosa no llegaríamos al juicio oral. En ningún proceso penal alcanza con una cesión de parte, es necesario tener otras pruebas y eso es lo que falta", dijo a Rosario/12 la abogada querellante Lucila Puyol, al explicar la importancia de las medidas propuestas.
El juez de Instrucción Nº 2 de Rafaela, Alejandro Mognaschi, que tramita el expediente, ya hizo lugar a las pericias que estarán a cargo de un equipo de criminología de Gendarmería Nacional y la semana próxima la querella solicitará la segunda autopsia para determinar "la mecánica de las heridas" de Silvia y si las nueve puñaladas que sufrió se corresponden con los cuchillos secuestrados.
A propuesta de la querella, el juez Mognaschi ya aceptó la participación en la causa de un representante de la Unidad de Intervención y Victimología del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Alberto Linares.
Linares estuvo esta semana en Rafaela, enviado por el jefe de gabinete, Aníbal Fernández por indicación expresa de la presidenta de la República, Cristina Fernández de Kirchner, después de la reunión que ambos mantuvieron con el hermano y el hijo de Silvia, Hugo Suppo y Andrés Destéfani, en la Casa Rosada. "El gobierno ofreció los recursos que sean necesarios para el esclarecimiento del crimen y la familia de Silvia aceptó", dijo Puyol.
En ese marco, Linares se reunió el miércoles a la tarde con Andrés y Marina Destéfani y el jueves a la mañana, acompañado por la doctora Puyol, se entrevistó con el juez Mognaschi, la fiscal Cristina Fortunato (que volvió a reemplazar a su colega Rodolfo Zehnder, próximo a jubilarse) y el fiscal de la Cámara de Apelaciones de Rafaela, Reynaldo Voglino.
"En la reunión con el juez, Linares dijo que de ninguna manera venía como experto ni a dar indicaciones sino a colaborar en todo lo que sea necesario para el esclarecimiento del caso. Y que lo hacía por orden expresa de la presidenta y del ministro Fernández", comentó Puyol.
La querella ya había propuesto solicitar a la Unidad de Intervención y Victimología "todos los recursos que tenía, que contaba o que conocía había en la Nación para esclarecer el crimen". Y el juez Mognaschi había hecho lugar a la solicitud, así que el mismo jueves Linares juró el cargo y ofreció un equipo de criminología de Gendarmería Nacional para que haga los nuevos peritajes sobre el escenario del crimen y en las ropas y armas secuestradas a "Sosita" y su primo. "Queremos pruebas porque las pericias que hicieron los técnicos de la Unidad Regional I no arrojaron ningún resultado", reveló Puyol. "Los informes que están en la causa dicen que en el lugar del hecho no se pudieron tomar huellas y que los cabellos que encontraron no tienen bulbo así que no pueden extraer el ADN. Hubo limitaciones técnicas. Y lo mismo ocurrió con la ropa secuestrada "no se puede determinar si las manchas son de sangre o no y con los cuchillos que estaban limpios. Entonces, es necesario que intervenga un equipo con mayor experticia en el tema para ver si es posible tener más información sobre cómo ocurrieron los hechos", agregó la abogada.
Puyol dijo que la semana próxima también solicitará al juez que ordene una segunda autopsia del cuerpo de Silvia Suppo. La primera se hizo en el Cuerpo Forense de Santa Fe y revela que la víctima recibió nueve puñaladas, pero no precisa si las heridas se corresponden con las armas blancas incautadas. "El informe no detalla la mecánica de las heridas, la trayectoria y el recorrido del arma, si los atacantes era diestros o no y, fundamentalmente, si estos cuchillos secuestrados son los que se utilizaron en el homicidio. La autopsia que se hizo no dice nada de esto", aclaró Puyol. Las pericias sobre el escenario del crimen y las armas y ropas de los detenidos estarán a cargo del equipo de Gendarmería, pero en el caso de la autopsia, si el juez la ordena, habrá que precisar qué organismo nacional la hace.
"Hasta ahora, lo que tenemos en la causa son las indagatorias (de Sosa y Cóceres) que se autoincriminan y se hacen cargo del homicidio de Silvia Suppo. Pero nada más. No hay otros elementos de prueba que confirmen que son los autores del hecho, lo cual es una situación bastante seria", advirtió Puyol.
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