La muerte de dos camioneros que transportaban granos fumigados con agroquímicos generó la primera reacción institucional en la Legislatura. El Senado votó por unanimidad un pedido al gobierno de Hermes Binner para que controle los métodos que utilizan los acopiadores en el exterminio de los gorgojos que atacan las cargas. "Están fumigando a los camiones con los camioneros adentro. Esto es una locura que amerita que el Estado tome el tema e imponga la seriedad que merece", dijo el jefe del bloque del Frente Progresista, Juan Carlos Zabalza. Su colega del PJ, Alberto Crosetti, planteó que los choferes podrían haber fallecido como consecuencia del uso de agrotóxicos "tal vez no permitidos, pero que se utilizan" en las playas de descarga de las terminales portuarias. Mientras que el titular de la Federación Argentina de Transporte Automotor de Cargas (Fatac), Vicente Bouvier, confirmó a Rosario/12 que la semana que viene presentará en Tribunales un recurso de amparo para que "el Poder Judicial ordene la prohibición de llevar adelante este tipo de prácticas de fumigar arriba de los camiones los cereales que tienen insectos".

La problemática llegó al recinto del Senado por iniciativa de Crosetti, quien advirtió sobre el peligro de fumigar las cargas de granos con agroquímicos. "Es una práctica de vieja data" que pone en riesgo el medio ambiente y la vida de los trabajadores del transporte de cargas, afirmó el legislador. Y explicó que la utilizan los acopiadores para asegurarse que los cereales que llegan a puerto no tienen cuerpos extraños.

"En estos días hemos visto en los medios la terrible noticia sobre la muerte de camioneros que podrían derivarse del uso de algunos agroquímicos, tal vez no permitidos, pero que se utilizan", se lamentó Crosetti. Y propuso que un monitoreo de las terminales portuarias. "Es necesario hacer un relevamiento para ver qué grado de contaminación puede haber en esos lugares y qué perjuicio puede ocasionar a la salud de los choferes de camiones que pasan largas horas, muchas veces días y días enteros esperando su turno de descarga", dijo.

Zabalza pidió entonces que la minuta de comunicación del Senado sea dirigida no sólo al ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, sino también a su colega de Trabajo, Carlos Rodríguez. "En algún momento, las empresas deberán admitir que son responsables de que ocurre con los dependientes. En Santa Fe hay una larga historia con estos grupos económicos" que se desligan de todo, "de lo que significa la gran concentración de camiones en tiempos de carga y descarga" y "de "las condiciones mínimas ambientales, laborales y sanitarias que deberían asegurar".

"Los camiones van a playones que no tienen ni baños. Y ahora, a esto se suman las muertes de los camioneros, que no se sabe si tiene o no que ver con la contaminación por la fumigación con agroquímicos. Están fumigando a los camiones con los camioneros adentro. Esto es una locura que amerita que el Estado tome el tema e imponga la seriedad que merece", se enojó Zabalza. "Hay una costumbre de todas estas empresas de desligarse totalmente. Dejan en manos del Estado todo lo que les correspondería hacer y que perfectamente podrían hacer con la enormidad de las ganancias que acumulan con esta actividad económica", aseguró.

Mientras tanto, el titular de Fatac, Vicente Bouvier, ya trabaja en recurso de amparo que presentará la semana próxima para que "de manera expedita y rápida, el Poder Judicial ordene la prohibición fumigar los camiones que transportan cereales que tienen insectos".

"Nosotros venimos denunciando estas metodologías desde hace 20 años, desde que se constituyó la mesa de tarifas en el seno del Ministerio de la Producción de la provincia. Pero acá hay aristas de distinto orden: comerciales, ambientales, de salud pública y de la producción porque los cereales son el pilar de nuestra economía. Y también nos preguntamos: ¿qué pasa con esos cereales envenenados? ¿dónde van cuando están fumigados? ¿quién los consume y qué consecuencias hay a partir de eso? Y eso nos transporta a la idea imaginaria sobre qué reacción tienen nuestros clientes internacionales cuando el cereal contaminado llega a destino", planteó Bouvier. "De manera que acá hay cuestiones para que el Ministerio de la Producción y todas las demás áreas que mencioné se involucren y de una vez por todas se destierren estas metodologías".

¿Qué secuelas han tenido los choferes de camiones en los últimos tiempos? le preguntó Rosario/12.

Hay antecedentes de afecciones y complicaciones con patologías severas desde hace muchísimo. Esto de los fallecimientos se han producido ahora, es reciente. Desconocemos los productos químicos que se están utilizando. Pero sabemos que hay gente que ha quedado con afecciones hepáticas y en las vías respiratorias. Esto es muy grave. Hay que desterrar esta metodología de manera inmediata por los riesgos y las consecuencias. Lo que está en juego es una economía mal concebida y mal habida y esperamos que todas las áreas del Estado participen para que esta metodología para combatir los insectos se deseche definitivamente concluyó Bouvier.