El gobernador Hermes Binner fue recibido como un importante referente opositor argentino en el desayuno de negocios organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing, que se realizó ayer por la mañana en el Club de Golf Municipal de Montevideo. Dos periodistas fueron los moderadores del encuentro, y los encargados de darle un tinte político a la reunión, convocada en principio para recibir a una misión comercial de 18 firmas santafesinas para promover el intercambio económico. Su posible candidatura a vicepresidente, e incluso a presidente, fue una pregunta reiterada. "El tiempo de gobernador se va agotando. Queda un año y medio. No hay posibilidad de reelección. Por la historia de mi participación política, nunca me he quedado en mi casa. Pero no importa en qué lugar, siempre hay espacio para seguir construyendo", les dijo Binner a empresarios uruguayos, entre los que se encontraba el presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, Alfonso Varela, y el ex presidente Julio María Sanguinetti.

Binner aprovechó también para dejar sentada una fuerte condena "desde el principio del conflicto" al corte del puente internacional que une Gualeguaychú con Fray Bentos, a propósito del conflicto por la instalación de la pastera Botnia (hoy UPM), así como la decisión argentina de concurrir al Tribunal Internacional de La Haya. Al mismo tiempo, confío en que la actual tregua de 60 días "sea un camino para doblegar intereses que llevan a la sinrazón de cortar un puente". Y fue contundente en recortarse como una figura opositora al gobierno nacional. "Hay un estilo de gobierno que no compartimos", afirmó.

En las mesas, los asistentes uruguayos hacían comentarios sobre la oratoria de Binner, no ya como la de un gobernador que llega a la ciudad para ofrecer mejores alternativas de negocios, sino como una figura política de primer orden de un país vecino. Binner se encargó durante su discurso de consolidar esa imagen, y sólo respondió con "voluntad de diálogo para superar las barreras", cuando uno de los asistentes acercó por escrito una pregunta sobre facilidades concretas de negocios. También habló del convenio con España para la creación del Centro Binacional de Genómica Vegetal, y se limitó a decir que "Uruguay podría participar", como una invitación a asociarse.

Todo lo demás fue mostrarse como un dirigente opositor expectante. De hecho, al agradecer la presencia de Sanguinetti recordó la reciente visita a Rosario del ex presidente Tabaré Vázquez, así como la reunión de anteayer con el presidente José Mujica. Mucho más que un gobernador abriendo una ronda de negocios, Binner subrayó la integración con Uruguay como un camino a recorrer. "Como dice (el escritor Eduardo) Galeano, entre el ayer y el hoy, lo que nos une es el mañana", afirmó durante su exposición, en la que hizo un recuento de coincidencias históricas y culturales. "Tenemos muchas cosas en común que hay que reverdecer para enfrentar el mundo de hoy que es complejo", dijo el gobernador, quien afirmó que "no es el camino del agravio, de la confrontación por la confrontación misma" y llamó a "restañar, tratar de superar lo más rápido posible" los desencuentros.

Binner no ahorró críticas al corte del puente de Gualeguaychú. "Que durante tanto tiempo haya sido cerrado un paso fronterizo es de gran gravedad. Nosotros no tenemos dimensión de lo que significa, desde el punto de vista comercial, pero también cultural", afirmó el gobernador, que a la hora de las preguntas respondió que su posición había sido la misma desde el comienzo del conflicto.

Luego hizo otro guiño a sus anfitriones al recordar que "al lado de Rosario hay una planta de celulosa que pertenece a capitales uruguayos y nosotros nunca dijimos que contaminara. Tienen una tecnología muy antigua pero ahora la están mejorando, han invertido para cambiarla, porque la preocupación por el medio ambiente es importante". Se refería a Celulosa Argentina, que hasta hace poco tiempo fue propiedad de la empresa uruguaya Fanapel pero hoy pertenece a una firma argentina.

Al momento de las preguntas del público, uno de los asistentes escribió: "¿Qué puertas abre Santa Fe a las empresas uruguayas y por qué?". La respuesta fue: "El diálogo. Desde el gobierno no participamos de la actividad económica".

Sobre el kirchnerismo, la pregunta del periodista Martín Pinto fue concreta y la respuesta de Binner también. "No compartimos la forma de gobierno", dijo en más de una ocasión. Cuando le preguntaron por una posible fórmula con Ricardo Alfonsín o Julio Cobos, fue un poco más elusivo, pero recordó: "Nuestra búsqueda es precisamente lo que integramos en Santa Fe, donde está funcionando el Frente Progresista, con el radicalismo, el socialismo y otros partidos como el Partido Demócrata Progresista y el ARI".

En ese momento volvió a una de sus frases preferidas: "Argentina tiene que tener un plan estratégico nacional que integre las realidades económicas, políticas y geográficas". Fue la ocasión para afirmar que "el conflicto del campo fue un conflicto pensado desde el gobierno como un conflicto entre dos sectores, pero no pensando desde la ruralidad como un conjunto de procesos que integran a toda la sociedad". Admitió que el gobierno nacional "ha logrado revertir ese descontento que se expresó en las últimas elecciones", pero reiteró: "No compartimos la forma de gobernar".

El periodista uruguayo también preguntó sobre las dificultades para los presidentes radicales para terminar sus mandatos, y si sólo el peronismo podía gobernar la Argentina. "Es una realidad, y a la realidad hay que reconocerla para transformarla. Tenemos que lograr un proyecto que tenga el mayor consenso. Por eso, uno trata de evitar hablar de peronismo y antiperonismo, porque ha dado malos resultados. Hay que pensar en un proyecto de Nación", respondió el gobernador.