Domingo, 18 de julio de 2010 | Hoy
SANTA FE › AUMENTO DE DENUNCIAS POR VIOLENCIA FAMILIAR AúN EN LA FERIA JUDICIAL QUE FINALIZA.
Las presentaciones de quienes acuden al tribunal, en su gran mayoría mujeres, comprenden todas las manifestaciones de las conductas agresivas en el ámbito del hogar. Este tipo de denuncias representó el 67 por ciento durante la feria.
Por Alicia Simeoni
Una importante cantidad de denuncias por padecimientos encuadrados en la violencia familiar se recibieron durante los 14 días de feria judicial en el juzgado de Familia que quedó a cargo del receso, el de la magistrada Graciela Carciente que también acumuló las causas de Villa Constitución, Cañada de Gómez y San Lorenzo. Esa cantidad traducida en porcentajes de los hechos ingresados en el lapso mencionado fue del 67 por ciento, un guarismo significativo por sí mismo si se tiene en cuenta que en el año 2000 las denuncias que por este tema recibían los tres Colegiados de Familia de Rosario ocupaban el último puesto entre la variedad de causas que atienden. Luego, a partir de 2001, trepó al tercer lugar y al segundo en 2004, un sitio que se mantiene. Las presentaciones de quienes acuden al tribunal, en su gran mayoría mujeres, comprenden todas las manifestaciones de las conductas agresivas que se producen en el ámbito del hogar y corresponden a quienes cuentan con pocos recursos económicos, casi como un denominador común; también soportan esas situaciones desde largo tiempo y empezaron a construir otros recursos, aunque sea mínimos, en el orden de lo simbólico para intentar salir del agobio y el dolor del maltrato. Los dispositivos estatales, los avances legislativos y la acción de muchas ONG que integran el movimiento de mujeres, contribuyeron sin duda a difundir la información acerca de que algo se puede hacer en este terreno que involucra la vida de tantas personas hasta convertirla en un infierno.
Del total de causas recepcionadas por el juzgado de Familia en feria, el 67 por ciento correspondió a expedientes abiertos por causas de violencia familiar. En el porcentaje faltan los últimos tres días del receso judicial y los datos comprenden hasta el pasado jueves inclusive. Las situaciones que llegaron a la magistrada Carciente incluyen las que son habituales que atiendan los tres Colegiados de Familia y los juzgados de Distrito de San Lorenzo, Cañada de Gómez y Villa Constitución y que entre el pasado día 5 y hasta finalizar esta jornada no trabajaron.
"La violencia doméstica no espera, se trata siempre de casos que revisten urgencia, de allí que no sepan de recesos ni de ferias, a eso se debe también que sean tantas las causas recibidas ya que durante la feria no se atienden los temas que no se encuadran en esa figura ni revisten esa calidad de urgencia" dijo Carciente a Rosario/12. Las de las internaciones psiquiátricas de adultos son otras de las causas que pueden presentarse y a las que hay que brindarles la misma premura.
Los hechos de violencia doméstica que llegaron a los Tribunales de Familia hasta el año 2000 ocuparon cuantitativamente el último lugar entre la variedad de expedientes que se abrieron, pero la realidad de las denuncias indicó que treparon hasta llegar al tercer puesto a partir del 2001 y, al segundo lugar, a partir de 2004. Las mayores demandas hacia el fuero están compuestas por reclamos de fijación de cuotas alimentarias.
La jueza Graciela Carciente recuerda que en el año 2000 las causas que contemplaban las más variadas formas de violencia familiar ocupaban el último lugar "porque la ley provincial en la materia, la Nº 11.529 data recién de esa época", dice. También señala que el 95 por ciento de las denuncias son realizadas por mujeres y un 5 por ciento por los hombres, aunque aclara que los datos corresponden a varios años atrás, ya que no hay estadísticas actualizadas. "Habría que sistematizar la confección de esos números porque se trata de una problemática social de mucho peso...El seguimiento es imprescindible".
La mayoría de esas mujeres que denuncian las más diversas situaciones de violencia de género -y que abarcan el amplio espectro de las agresiones físicas, psicológicas, económicas, sexuales , requieren de la toma de decisiones muy rápidas en procura de que cese la situación denunciada. "Eso es lo que la ley le encomienda a los jueces", indica Graciela Carciente, quien por otra parte se muestra partidaria de trabajar "para resolver conflictos y no sólo para dictar una sentencia". Los jueces pueden abordar de manera cautelar la situación de esa familia que tiene a la violencia como una problemática muy fuerte y que "debe ser abordada interdisciplinariamente. Tenemos un centro de asistencia a la víctima de violencia familiar que es fruto de un convenio que hizo el Poder Judicial con el Ministerio de Gobierno de la provincia y de esa forma logró adscribirse personal de esa área en apoyo de nuestro trabajo... Además de los casos de violencia, los otros relacionados con la familia no pueden abordarse o agotarse en su comprensión desde la perspectiva jurídica, sino desde la consideración de distintos saberes, la psicología, el trabajo social, la sociología, la medicina".
¿Cúales son los perfiles de las mujeres que mayoritariamente concurren a formalizar las denuncias?
En general son mujeres de condición humilde, de bajos recursos económicos las que llegan al Tribunal, lo que no me permite inferir que aquéllas que viven en una situación social más holgada no padezcan situaciones similares. De hecho tengo denuncias formuladas desde una condición social que se corresponde con lo que se podría llamar clase media, pero no es la mayoritaria. Hay un momento en que las mujeres se resisten a ser denigradas, ser golpeadas, y en general cuando esto llega al juzgado es porque ocurre desde larga data. El disparador para que pase ese tiempo no es sólo económico, aunque la situación del hombre, cuando es proveedor del sustento del hogar, provoca a menudo que las mujeres toleren situaciones en función de no verse condenadas a no tener ningún recurso para ellas y sus hijos. Hay otras situaciones culturales, apoyadas en vivencias personales que provocan el desmerecimiento y la desconsideración hacia sí mismas y que también hace soportar esas situaciones. Las mujeres denuncian, además, que esta violencia también se proyecta sobre sus hijos.
¿Qué lectura hace del porcentaje que Ud. citó referido a las causas atendidas durante la feria y los últimos años" ¿Entiende que hay más violencia o que las mujeres se animan a denunciar más?
Me parece que el hecho de que se haya legislado sobre la violencia doméstica generó un avance gradual de la conciencia de muchas mujeres acerca de derechos y de cómo hacerlos valer, de que se tengan en cuenta en sede judicial y sean defendidos. Este avance, creo, permitió un aumento de las denuncias por violencia. Seguramente se puede sumar un incremento objetivo de las situaciones de agresión por las situaciones no debidamente satisfechas por el Estado que generan estados de resentimiento y derivan muy mal. Esto es una hipótesis, yo no puedo suscribir totalmente esta situación, pero lo que más me parece necesario resaltar es que la legislación vigente permita que el Estado pueda entrar en los domicilios de la gente, no para vulnerar derechos sino para resguardarlos. Esto, creo, es un importante avance en la democracia- concluyó.
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