Miércoles, 29 de diciembre de 2010 | Hoy
SANTA FE › BONFATTI ESTRENó AYER SU TRAJE DE CANDIDATO A GOBERNADOR
Binner ungió ayer a Bonfatti como su candidato a sucederlo en la Casa Gris. Lo hizo en un multitudinario acto en el Patio de la Madera, rodeado de la casi totalidad del gabinete provincial y del municipio, más un nutrido grupo de militantes.
Por Guillermo Zysman
En un claro intento de demostración de fuerza hacia el interior del socialismo, Hermes Binner ungió ayer a Antonio Bonfatti como su candidato a sucederlo en la Casa Gris. Lo hizo en un multitudinario acto en el Patio de la Madera, rodeado de la casi totalidad del gabinete provincial y del municipio, más un nutrido grupo de militantes. "Santa Fe está cambiando y el cambio debe continuar", arengó el ministro de Gobierno, quien repasó área por área las transformaciones encaradas en los tres años de gestión socialista en la provincia. "Tenemos una gran tarea por delante, agrandar las bases de sustentación del partido. El socialismo llegó muy alto pero es un partido pequeño", disparó Binner, en un claro mensaje al sector que lidera Rubén Giustiniani, que controla el aparato partidario. La nota de la noche la dio el intendente Miguel Lifschitz, quien dejando de lado cierta neutralidad, instó a la unidad partidaria, ubicó a Giustiniani en el armado nacional y le advirtió a su corriente que "de nada sirve crear un centro de estudios tres meses antes de las elecciones porque se llega tarde". Un palo al flamante Instituto Programático Santafesino lanzado el lunes por el senador.
El binnerismo tuvo ayer su gran noche de cierre del año. En el mismo escenario donde Binner festejó en 2007 su desembarco a la gobernación tras vencer al PJ, funcionarios, militantes y dirigentes de base recordaron el 80º aniversario del nacimiento de Guillermo Estévez Boero, fundador del entonces PSP, y marcaron la cancha para lo que viene.
La figura de Estévez Boero fue evocada en cada discurso. Un video con fragmentos de sus prédicas sirvió de inspiración para rescatar sus valores y su legado. Lifschitz articuló su intervención recordando que una de los objetivos del ex legislador nacional fue la reunificación partidaria. "Hoy somos herederos de aquella construcción", destacó. Luego de hacer un balance del año en la ciudad y la provincia admitió que se llegaba a fines de diciembre "tal vez no de la manera que deseábamos. Imaginábamos que a esta altura el PS iba a estar liderando un proyecto nacional alternativo, progresista para superar el bipartidismo. Imaginábamos que iban a estar nuestro querido gobernador y nuestro senador nacional recorriendo el país en ese armado". Un claro mensaje a Giustiniani para que abandone la pelea provincial y concentre su esfuerzo en la construcción nacional.
Más tarde reclamó "diálogo y consenso interno. Sumar para derrotar al sectarismo, al internismo, al burocratismo que son enfermedades que destruyen las instituciones". Otro tiro por elevación a la "familia", sector al que le recordó que los procesos "tardan en concretarse", tras lo cual citó transformaciones urbanas que demandaron dos décadas. "Es necesaria la continuidad", planteó en lo que pareció un aval a la candidatura de Bonfatti, sindicado por el gobernador como la garantía para continuar con sus políticas.
Sobre el final le habló a la militancia. "Para nosotros tiene tanto valor el gobierno de la ciudad como el provincial y eso no se negocia ni se canjea", aclaró en un mensaje destinado a propios y extraños.
Precedido del video institucional de la provincia, con banderas con la consigna "Bonfatti gobernador" y los primeros cánticos de campaña -"borombombón, borombombón, es el pelado gobernador", el ministro de Gobierno subió al escenario conmovido. Recordó los primeros días del gobierno de su jefe político. "Llegamos a una provincia fragmentada territorialmente, con desigualdades, con un Estado envejecido, al servicio de los amigos, con empresas estatales privatizadas o desguasadas, con clientelismo político y la Justicia amañada".
Mencionó cada una de las situaciones adversas que le tocó atravesar al Ejecutivo desde el conflicto con el campo, pasando por la Gripe A hasta la crisis financiera global. "Nos arremangamos y buscamos soluciones", destacó, tras lo cual repasó área por áreas las transformaciones encaradas. "Santa Fe está cambiando, el cambio debe continuar", resumió.
Exultante, Binner recordó haber subido al mismo escenario en 2007 con un cuadro de Estévez Boero para festejar la victoria por primera vez en la historia de un candidato socialista a un gobierno provincial. Al retomar los dichos de Lifschitz y de Bonfatti oficializó la candidatura de su mano derecha. "Se entiende el mensaje del intendente Lifschitz, se entiende el mensaje del candidato Bonfatti", dijo casi sin darse cuenta. Una ovación acompañó el supuesto lapsus.
"En estos tres años de gobierno nadie puede decir seriamente que anda ha cambiado. La provincia ha cambiado enormemente, en su forma de gobernador, en la participación, en la cercanía de los funcionarios, en la planificación estratégica, en la salud y la educación como prioridades", enumeró para después ocuparse de la interna.
"Tenemos una gran tarea por delante, cuidar al Partido Socialista, sumar a más vecinas y vecinos, conmover a todos. El socialismo ha llagado lejos pero es un partido pequeño, necesitamos agrandar nuestra base de sustentación. Ya sabemos lo que nos pasó cuando tuvimos un socialismo desunido, tenemos que ir a un debate franco, abierto, democrático, plural", cerró el gobernador. Más tarde llegaría el brindis ante la multitud acalorada, aquella que se fue del Patio de la Madera con la sensación de haber marcado la cancha.
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