SANTA FE › LA VICTIMA VIVIA EN UN BARRIO PARA INUNDADOS
El ministerio de Salud busca determinar si los padres del chico y sus hermanos también están infectados por el virus que provoca esta enfermedad y detectar el roedor en la zona.
El Ministerio de Salud de la provincia confirmó ayer que un chico de 10 años, Emiliano Ruiz Díaz, murió como consecuencia del síndrome pulmonar por hantavirus, mientras que dos de sus hermanitos permanecían internados y observación en el hospital de Niños para descartar la posibilidad de un cuadro similar. El pequeño vivía con su familia en una de las casas que se construyeron para las víctimas de la catástrofe del río Salado en el norte de la ciudad, en Callejón Roca, en el barrio 29 de abril -por la fecha trágica, aunque también se lo conoce como "Villa Plastiquito" por el material que con que se levantaron las viviendas, muchas de ellas aún sin terminar y casi sin servicios. El pequeño falleció hace una semana, pero el diagnóstico se confirmó recién el martes, dijo el jefe de Zona V de Salud, Francisco Villano, quien anunció distintas acciones para saber si los padres del chico y sus hermanos también están infectados por el virus que provoca esta enfermedad y detectar en la zona el roedor que la transmite al ser humano: el ratón colilargo. A 29 meses de la gran inundación que se cumplió ayer, el primer caso de hantavirus en Santa Fe impactó de lleno en el mundo político. "La muerte de un niño por hantavirus es inaceptable, un ejemplo más de la paradoja de provincia rica y pueblo pobre", opinó el candidato a diputado nacional por el Frente Progresista, Hugo Storero. Un tiro por elevación al gobierno de Jorge Obeid y obviamente al ministro de Salud de la provincia, Juan Héctor Sylvestre Begnis, quien también es candidato a diputado nacional, pero por el Frente para la Victoria.
El doctor Villano dijo que el niño ingresó el 18 de setiembre al hospital Mira y López con un probable diagnóstico de neumonía, fiebre y malestar general. En principio, el cuadro clínico era compatible con un caso de leptospirosis, pero luego fue descartado cuando se conocieron los resultados de los estudios y muestras de sangre.
Sin embargo, el cuadro clínico de Emiliano desmejoró con el correr de las horas por lo que fue derivado al hospital de Niños, donde se le realizó otro análisis para detectar si padecía hantavirus, pero falleció dos días después: el 23 de setiembre. Recién el martes se confirmó ese último diagnóstico: síndrome pulmonar por hantavirus.
La familia del chiquito vive en una de las casas que se construyeron para los inundados del río Salado en Callejón Roca, una zona rodeada de malezas, pastizales y algunas quintas. Una de las vecinas recordó que el barrio 29 de abril fue habilitado hace dos años con la promesa del gobierno de construir un dispensario, un destacamento policial y una guardería, pero hasta ahora sólo funciona el dispensario que recién tuvo agua corriente el mes pasado.
Las casas fueron donadas por la Cruz Roja Alemana para reubicar a inundados que lo perdieron todo, pero a pesar de que ya pasaron 29 meses de la catástrofe muchas están sin terminar y con servicios precarios.
El jefe del Zona V de Salud anunció "diversas acciones" para descartar que la familia del chico muerto el padre, la madre y cuatro hermanos puedan padecer un cuadro similar y detectar en la zona el roedor que transmite el virus hanta a ser humano: el ratón colilargo que tiene hábitos rurales. Las muestras de sangre serán enviadas al Instituto Maiztegui, de Pergamino y al Malbrán, dijo el doctor Villano, quien advirtió que "si los análisis son positivos sólo se podrá hacer el seguimiento de quienes estén infectados por ese virus, ya que no existen medicamentos antivirales efectivos para esta patología".
El caso tuvo repercusiones políticas. "La muerte de un niño por hantavirus en Santa Fe es inaceptable", disparó el candidato a diputado nacional por el Frente Progresista, Hugo Storero, quien expresó su tristeza e indignación ante la muerte de Emiliano Ruiz Díaz, de 10 años. "Esta es una patología representativa de la pobreza, un ejemplo más de la paradoja de provincia rica y pueblo pobre", dijo el legislador.
"Hantavirus, leptospirosis, parasitosis y otras enfermedades endémicas que azotan a nuestra gente son patologías que se potencian en la pobreza. Un ejemplo lamentable de la paradoja de provincia rica y pueblo pobre en la que tanto insistimos", insistió Storero. "Esto es posible sólo debido a la falta de controles sanitarios, la falta de recolección diaria de residuos que generan las condiciones para la aparición de estos roedores, la falta de control de plagas en general y de roedores en particular; y no debemos olvidar que el barrio Callejón Roca es un asentamiento de más de 70 familias que fueron víctimas de las inundaciones, es decir, no es su hábitat. De todos y cada uno de estos factores de riesgo, es responsable el Estado provincial". Un sayo para el gobierno de Jorge Obeid y el ministro de Salud.
"Es indignante el contraste que existe entre las posibilidades y las riquezas de nuestra provincia, y las condiciones de existencia de su población. Somos uno de los distritos que más aportamos a las retenciones, uno de los territorios con mayor producción agraria y, a pesar de ello, la pobreza y la indigencia trepa al 40%", concluyó Storero.
Por su parte ministro de Salud, Juan Sylvestre Begnis, advirtió "a los chicos y al barrio sobre la existencia de estas ratas colilargas que tienen que ser en última instancia cazadas, muertas e incineradas o que pueden entregárnoslas para hacer los estudios correspondientes. Si los vecinos nos ayudan a cazar en todo el barrio avanzaríamos enormemente en la desratización de esa zona".
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