La delegación local de la Unión Obreros de la Construcción de la República Argentina (Uocra) marchó ayer hacia la sede del Ministerio de Trabajo provincial, en reclamo de una mayor presencia de inspectores en el control de obras. En este marco, la viceministra Nora Ramírez indicó que se reforzarán los operativos con inspectores de otras regiones de la provincia, porque consideró que Rosario "va a la cabeza en cuanto a la reactivación de la construcción en la provincia". Desde el gremio redoblaron las críticas a los empresarios, y pidieron al conjunto de las fuerzas políticas de la ciudad que temporalmente contraten a 200 inspectores para apuntalar los controles. Por tal motivo, solicitaron para hoy a la tarde una audiencia con el intendente Miguel Lifchitz, porque según explicó a Rosario/12, Carlos Vergara, el delegado nomralizador de la Uocra local, existe una ordenanza donde se autoriza al municipio "a clausurar obras por medidas de higiene y seguridad y reforzar la planta de inspectores".

La funcionaria consideró además que más allá del llamado a concurso para cubrir cargo de inspectores, "probablemente ante estas situaciones veamos algún modo más ágil para poder cubrir". No obstante, indicó que pretenden avanzar en una capacitación para que cada trabajador sea un fiscalizador de las obras. "Ese es el camino, podemos incrementar la capacidad fiscalizadora incorporando más inspectores, pero materialmente es imposible tener presencia durante toda la jornada de trabajo en todos los lugares", precisó Ramírez, que apuntó "cuando se ha comercializado la seguridad del trabajador, caemos en estas situaciones". La funcionaria afirmó: "Es un horror que haya empresarios que busquen abaratar costos en detrimento de la seguridad de sus empleados".

Cuando los trabajadores de la Uocra marchaban ayer hacia el Ministerio de Trabajo, al pasar por una obra en Moreno al 2100 que estaba siendo clausurada por inspectores se produjeron incidentes entre los movilizados, los responsables de la obra, y un grupo de trabajadores, quienes denunciaron que "una patota" del sindicato los golpeó y amenazó. "Ahora, tomaron una metodología nueva, nos meten a los trabajadores en contra de lo que uno quiere hacer, por eso fuimos a decirles a la gente que esto no es así; acá la obra se clausura y se terminó", dijo Vergara. Con la del pintor Marcelo Maldonado el martes, mientras trabajaba en la impermeablización de una obra ubicada en Urquiza 1916; en poco más de un mes, cinco obreros de la construcción murieron en accidentes laborales.

La situación, según los trabajadores, está al límite. Incluso, mientras se estaba desarrollando la reunión con los funcionarios provinciales, varios delegados del gremio debieron salir a acompañar una nueva clausura por parte de inspectores del ministerio en una obra de Moreno al 2100, en la que se registraron incidentes (ver aparte). Después del cónclave, Vergara indicó que "la solución tiene que ser inmediata; hay que estar en la calle, no podemos esperar tres meses un llamado a concurso", para cubrir cargos de inspectores.

El dirigente gremial agregó que las mesas de trabajo sirven "en función de que al otro día se vuelque la charla y la experiencia en la calle". Por otra parte, Vergara cargó contra la responsabilidad de los empresarios al señalar que si "esto pasa es porque la ley se mira de costado o ni se mira; el tipo que tiene una empresa no tiene una licencia para matar gente, tiene para cuidar su personal, hacer la tarea y ganar plata, nosotros no estamos en desacuerdo que ganen plata".