Miércoles, 4 de enero de 2012 | Hoy
SANTA FE › BONFATTI PROMETIó OBRAS Y MANTENER LA EMERGENCIA HíDRICA MIENTRAS NO LLUEVA
El gobernador estuvo en el departamento 9 de julio, donde la falta de lluvias atizó el descontento de la Sociedad Rural de Tostado. Repararán el canal que lleva agua del río Salado e invertirán 9,5 millones en una reserva artificial.
Por Luis Bastús
El gobernador Antonio Bonfatti le dedicó el día de ayer a dar señales políticas en el noroeste provincial, tan caliente por el sol como por la preocupación que genera la prolongada sequía. Su visita al departamento 9 de Julio, con el vicegobernador Jorge Henn, ministros y secretarios, buscó desactivar un frente de descontento que tomó cuerpo en la Sociedad Rural de Tostado, cercana al senador local, el justicialista Joaquín Gramajo. Y lo hizo con la decisión de seguir declarando el estado de emergencia hídrica para la región, y la promesa de que el canal que lleva agua del río Salado, desde Tostado a Villa Minetti, estará reparado en seis días, y que se instalarán estaciones de abastecimiento a lo largo de su traza para agilizar la carga de agua de los ganaderos para sus campos.
Bonfatti, Henn, y los ministros de Aguas y de Producción, Antonio Ciancio y Carlos Fascendini, mantuvieron reuniones con los ruralistas de Tostado, con el intendente de esa ciudad, Enrique Fedele, y con presidentes comunales de Villa Minetti y otros pueblos de esa región con 35.000 habitantes en la que hace tres años que llueve poco y nada, nunca por encima de los 50 milímetros, y donde las napas se han secado y el agua que aparece por debajo de los 11 metros es tan salinizada que no sirve para el ganado.
"Lo más importante es que han venido", valoró el intendente tostadense, sin el tono crítico habitual para con el gobierno del Frente Progresista.
El acueducto a cielo abierto ha sufrido desmoronamientos y obstrucciones que impiden la llegada del flujo hasta Villa Minetti. Eso hizo que los camiones cisternas de aquel extremo del canal bajaran a cargar donde lo hacen otros, y eso generó tensiones entre pobladores, intendentes y productores de la misma región, todos urgidos por garantizarse el vital elemento.
Bonfatti le aseguró a los productores un mayor bombeo y la rehabilitación completa del canal dentro de seis días. Para evitar la carga desorganizada del agua a la vera del ducto, acordaron instalar estaciones con mangas o cigüeñas de carga. El dato no es menor: según el intendente Fedele, a lo largo de los 78 kilómetros del canal abrevan entre 400 y 500 camiones cisterna que chupan el agua para llevarla a los campos y localidades de la zona. Mientras el Salado traiga caudal aceptable, como en estos días, el problema no es más grave. Por eso ayer Bonfatti y Ciancio prometieron que el azud nivelador del río en Tostado estará concluido para agosto. Esa obra cuesta 9,5 millones de pesos y consiste en una reserva artificial de agua que permitirá abastecer la región aunque el merme el caudal del Salado.
Por otra parte, el gobernador se pronunció a favor de "continuar declarando la región en emergencia mientras no llueva".
Mientras la mayoría de los ganaderos más grandes se agrupa en la Sociedad Rural de Tostado, los productores más chicos lo hacen en las llamadas "asociaciones para el desarrollo". El gobierno eligió estas entidades para canalizar los subsidios para costear el acarreo de agua, comprar forrajes y evitar la liquidación del rodeo, que en 9 de Julio perdió unas 300.000 cabezas desde 2009.
Fedele contó a Rosario/12 que en los campos vuelve a verse mortandad de animales, y migración de ganado hacia zonas menos castigadas por la sequía. "Se secaron todas las represas, las napas también. El agua que aparece a los 11 metros es mala, y también se empiezan a ver campos en venta, a razón de 1.000 dólares la hectárea, que serán vendidas a 3.000 tal vez cuando vuelvan las lluvias", describió el intendente acerca del panorama en ese 1,4 millón de hectáreas que compone el departamento del noroeste provincial. Y expresó preocupación porque "el éxodo rural hacia las ciudades se va a acentuar". Por eso, analizó, "la visita del gobierno sirvió para frenar algunas voces que alimentaban el clima de conflictividad".
Bonfatti se despidió: "Nos llevamos tarea y vamos a cumplirla", dijo. Y no se privó de una crítica tácita a las políticas hídricas que la Provincia realizó en el norte en los '90, cuando abrió canales hacia la cuenca del Paraná que escurrieron los bañados. Delante del senador reutemista, el gobernador propugnó: "Debemos volver a hacer de esto un humedal, y no como se creyó en un momento, que se podría sembrar soja. Hay que respetar la naturaleza".
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