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Domingo, 22 de abril de 2012

SANTA FE › ENTREVISTA CON EL FISCAL SUáREZ FAISAL, TRAS LA SENTENCIA AL REPRESOR MARTíNEZ DORR.

"Se pudo llegar a una pena razonable"

El fiscal había pedido 15 años y el Tribunal Oral de Santa Fe condenó a Martínez Dorr a diez años y seis meses de prisión por la "privación ilegal de la libertad agravada" y "tormento agravado" en perjuicio del militante Froilán Aguirre.

 Por Juan Carlos Tizziani

Desde Santa Fe

El fiscal general Martín Suárez Faisal valoró la sentencia al ex policía Roberto Martínez Dorr por el secuestro y torturas a un ex militante de la UES, Froilán Aguirre, en setiembre de 1976, cuando tenía 17 años. "Lo más importante es que se llegó a la verdad, al esclarecimiento de los hechos y a la sanción de los responsables, más allá del monto de la pena que elijan los jueces", dijo en un diálogo con Rosario/12. Esta semana, el Tribunal Oral de Santa Fe condenó a Martínez Dorr a diez años y seis meses de prisión por la "privación ilegal de la libertad agravada" y "tormentos agravados" en perjuicio de Aguirre, aún cuando Suárez Faisal había pedido 15 años y los abogados querellantes, Horacio Coutaz y Alejandra Romero Niklison solicitaron 20 años de cárcel efectiva. "La pena es razonable", comentó el fiscal. El fallo dejó pendiente también la "modalidad de la prisión" hasta que la condena quede firme, lo que significa que Martínez Dorr seguirá bajo arresto domiciliario en su casa de Guadalupe, uno de los barrios más coquetos de Santa Fe.

A la hora del balance, Suárez Faisal se mostró satisfecho. "Efectivamente, habíamos pedido una pena de 15 años de prisión y la condena fue de 10 años y medio. En principio, estamos conformes porque se llegó a lo que se buscaba, que era una condena por estos hechos. Y habrá que ver los fundamentos para opinar sobre las demás cuestiones", dijo. La lectura de los fundamentos se realizará este lunes 23, a las 19.

"Estamos conformes, porque la condena es razonable", dijo el fiscal. "Pero lo más importante acá no es la pena, sino que haya llegado a la verdad, al esclarecimiento de los hechos y a la sanción de los responsables, más allá de cuál sea la resolución de la pena que elijan los jueces", agregó.

"La dificultad de estos juicios es la prueba", planteó Suárez Faisal. "Porque generalmente es una prueba testimonial de una o dos personas, que son las víctimas y hay que reforzarla con otras satelitales. En este caso, la identificación (de Martínez Dorr) la aportó Froilán Aguirre, pero después hubo que reforzar esa idea con otras pruebas. Entonces, agregamos el testimonio de otro detenido (en la seccional 1ª en la misma época, Mario René Archelasqui), quien aseguró que la golpiza a Froilán había existido, y por la causa que éste dijo, aunque no pudo identificar a Martínez Dorr. Y el testimonio de un compañero de Froilán (Luis Pfeiffer), que recordó que en 1986, cuando estudiaban juntos, (Aguirre) ya había identificado a esa persona, por lo menos desde el punto de vista físico, como el responsable de sus torturas. En ese momento, no sabían bien el nombre, incluso estaban confundidos porque creían que se trataba de (otro represor, Héctor) Colombini. Pero esta identificación se perfeccionó el día que (otro testigo en el juicio, Luis) Larpín, le entregó una foto (de Martínez Dorr) sin decirle de quién era y ahí, Aguirre se da cuenta que efectivamente se trataba de esa persona. Todo eso le otorgó veracidad y fuerza a los dichos de Froilán. La dificultad de juzgar estos hechos después de tanto tiempo es la prueba, esa es la dificultad común. Ahora, hay cada vez menos miedo, como ocurría (en el juicio al ex juez Víctor) Brusa, que había miedo a hablar, a contar lo que había pasado. Ahora, cada vez la gente está más fuerte, se siente más segura y tiene más posibilidades de expresar lo que pasó", explicó.

-¿El juicio probó que Martínez Dorr integraba la patota?

-No quedó confirmado que integró la patota porque no era una de las imputaciones. En este juicio, solamente se le imputaba haber intervenido en la privación ilegal de la libertad de Froilán Aguirre y haber impuesto tormentos, en la forma que sí se probó en el juicio que sucedió. Pero no se le imputaba haber sido integrante de la patota. Yo creo que si quedó demostrado que tenía algunas actividades que tenían que ver con su intervención de los grupos de tareas, sobre todo a partir de las constancias del libro (de guardia) del Comando Radioeléctrico, donde dice que había intervenido en algunos supuestos enfrentamientos, que había entregado un fusil FAL y que (en otro operativo, la patrulla del) Comando Radioeléctrico que él integraba, se quedó sin municiones porque había disparado todas las disponibles. Si bien eso se probó, no era una de las imputaciones del juicio, porque el juicio se circunscribió exclusivamente al caso de Froilán Aguirre -contestó el fiscal.

Suárez Faisal explicó que pidió un agravante de uno de los cargos que pesaban sobre Martínez Dorr para ser "coherente" con los juicios anteriores. Pero el Tribunal no incluyó esa calificación en su veredicto. "Nosotros tenemos que guardar coherencia con las causas anteriores. En todas, planteamos que la privación ilegal de la libertad era agravada, pero la Cámara Federal de Rosario dijo el agravante no se había dado porque Martínez Dorr no intervino en la etapa de inicial del secuestro. Para nosotros eso es insuficiente. Entonces, decididos hacer la misma acusación que hicimos en los cuatro juicios anteriores, para guardar coherencia profesional"

-Y éste fue el quinto juicio y todos terminaron con condenas.

-Así es, todos con condenas. Salvo dos hechos de los cincuenta y seis que se juzgaron el juicio a Brusa, que fueron absoluciones, después todos los demás fueron condenas -concluyó el fiscal.

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Suárez Faisal: "Lo más importante es que se haya llegado a la verdad, al esclarecimiento de los hechos".
 
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