El presidente de la Unión Cívica Radical, Mario Barletta, no garantiza todavía el apoyo irrestricto de su partido a la reforma tributaria que reclama el Ejecutivo en la Legislatura. Y tendió un manto de comprensión sobre sus seis correligionarios en el Senado que supeditan su voto a cambio de que el gobierno corrija la letra original y se retracte en el aumento de los avalúos inmobiliarios. El lunes se reunirá mano a mano con el gobernador.

"La verdad es que en un frente conviven distintos análisis y que hay que tratar de consensuar. La tarea legislativa en Santa Fe no es sencilla, lo sabíamos desde el primer momento, porque no estamos como el gobierno nacional con quórum propio en el Congreso", dijo al ser consultado sobre el reparo opuesto por el grupo de senadores encabezado por Rodrigo Borla y Felipe Michlig, y si acaso él buscará disciplinarlos en línea con el reclamo de los operadores de Antonio Bonfatti.

"Es importante analizar los proyectos y debatirlos. Es la lógica de la política y es la naturaleza del sistema republicano. Es saludable que el Poder Legislativo no esté subordinado al Ejecutivo. Debemos seguir dialogando", señaló el titular del comité nacional del partido de Alem.

La posición adversa de los seis radicales a la voluntad del gobernador cayó pesada en la Casa Gris, e incomodó a funcionarios boina blanca que integran la gestión. "Quedaron cerquita del discurso del peronismo, mientras en Buenos Aires (el gobernador Daniel) Scioli sacó el revalúo por decreto", despreció un dirigente socialista enojado y alerta con la objeción de ese sector del radicalismo en el Frente Progresista. Consultado Barletta al respecto, no quiso entrar en la polémica y relevó definiciones hasta después de las reuniones que mantendrá este fin de semana con los distintos sectores de la UCR en la provincia, según dijo.

En las últimas horas, portavoces de los deseos del Ejecutivo tales como el ministro Rubén Galassi y el diputado Raúl Lamberto dieron indicios de que no será socialista la pluma que modifique el proyecto de reforma impositiva. "No estamos aumentando el avalúo de manera abrupta como en Buenos Aires, sino que postulamos un incremento gradual, para llegar a 2018 a que sea por lo menos el 20 por ciento del valor real de la propiedad", planteó el jefe del bloque socialista. "Hay zonas donde una hectárea hoy vale 20 mil dólares y está su valuación nominal es de 3 mil pesos", agregó.

El senador por San Justo, Rodrigo Borla, había anticipado a este diario que no votará el proyecto "así como vino del Poder Ejecutivo", y fundó su objeción en la certeza de que el incremento de los avalúos fiscales para calcular el impuesto inmobiliario provocará una mayor presión tributaria por los gravámenes nacionales como bienes personales y ganancia presunta. Igual que él piensan sus correligionarios Michlig (San Cristóbal), Orfilio Marcón (General Obligado), Hugo Rasetto (Iriondo), Germán Giacomino (Constitución), y Lisandro Enrico (General López). Estos forjaron su posición luego de una reunión con referentes de Federación Agraria, Sociedad Rural de Santa Fe y Coninagro.

Con todo, Barletta ayer ratificó a título personal su coincidencia general con las gestiones de Hermes Binner y de Bonfatti, y enmarcó las dificultades presentes en "un contexto nacional en la que las economías provinciales se han resentido con una caída de recaudación, producto del enfriamiento de la economía", analizó. Le apuntó al proceso inflacionario "que el Indec persiste en negar" y justificó las decisiones que el gobierno provincial ha debido reconvenir en función de la estrechez financiera. "En buena hora que los gobernantes adviertan el cambio de escenario y bajen un cambio cuando es preciso. A mí me pasó, como intendente de Santa Fe, cuando la pelea del campo con el Gobierno en 2008", concluyó.