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Desde Santa Fe

El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, tuvo que apelar ayer a todo su oficio político para superar una interpelación sin tregua en la Cámara de Diputados por la crisis que detonó el ex jefe de Policía, Hugo Tognoli. Fueron casi ocho horas de cruces, sospechas arrojadas al aire, picos de tensión y hasta un escándalo, cuando el presidente de la Cámara, Luis Rubeo, ordenó el desalojo de una barra repleta de funcionarios de la Casa Gris y militantes socialistas por insultar a uno de los diputados interpelantes, Héctor Acuña. "¡Gordo puto!" "¡Ladrón!", le gritaron desde arriba. Y Rubeo ordenó cerrar los palcos. Era las 12.30. A partir de ahí, Lamberto intentó apaciguar el clima y superar una situación que no era para cualquiera. Zafó a medias. Recién sobre el final, soltó alguna queja, que repitió un par de veces. "Estoy cansado", dijo. Ya habían pasado siete horas y cuarto de poner la cara ante sus ex colegas del PJ.

El gabinete se instaló en el recinto, detrás del bloque del Frente Progresista y las barras se colmaron con funcionarios y militantes del socialismo. "Lo felicito, señor ministro. Trajo una hinchada, si yo hubiera sabido traía la mía de la JP Evita", ironizó el diputado Gerardo Rico. Tres ministros aguantaron hasta el final: Rubén Galassi (Gobierno), Antonio Ciancio (Aguas) y Julio Schneider (Obras Públicas).

Acuña y el otro diputado interpelante, Pablo Di Bert, arrancaron con las preguntas. "Quiero preguntarle si para usted hay corrupción policial", le planteó Di Bert.

﷓Existen casos concretos -contestó Lamberto. Y explicó que su antecesor, Leandro Corti había pasado a disponibilidad a 59 agentes policiales y dejó cesantes a otros 15, mientras que él pasó a disponibilidad a 88 policías y ordenó 30 cesantías. "Se enviaron a la justicia diez causas por enriquecimiento ilícito con 13 policías involucrados, desde 2007 hasta ahora, tres de ellas en esta gestión y se encuentran en trámite otras 50 causas". Aplausos.

﷓El 2 de abril de 2012 usted dijo que había policías involucrados con la droga. ¿Cuales de esas causas están ligadas con el narcotráfico? -preguntó Acuña. Lamberto demoró en contestar. "El caso de las ametralladora robada en Drogas Peligrosas", deslizó.

﷓Quiero decirle que el caso de la ametralladora no saltó por una investigación de la Policía sino que alguien que la sustrajo denunció después dónde la había dejado -retrucó Acuña.

﷓Muchos hechos tienen un origen y después puede surgir su vínculo con la droga. La causa de Tognoli surge por un tema de drogas -contestó Lamberto.

﷓Cuántas causas de las que usted mencionó están relacionadas con el narcotráfico -insistió Acuña. Una silbatina resonó en la barra. "Les pido a los señores de la barra que mantengan silencio y respeto porque si no me van a obligar a desalojarlos", advirtió Rubeo.

"Hay investigaciones que involucran a policías en causas de drogas", dijo Lamberto. "No voy a dar nombres. Pero son 12 en la zona sur y 9 en la zona centro: hay comisarios, oficiales y suboficiales. Es todo lo que puedo decir", se disculpó. Más tarde, Acuña le pidió precisiones sobre el tema. "Ya le contesté la pregunta", se fastidió Lamberto.

-¿Cuántos policías son investigados por la justicia o Asuntos Internos por enriquecimiento ilícito? Usted dijo que eran nueve -quiso saber la diputada Silvia De Césaris.

-Son 38- aclaró Lamberto. Algunos expedientes se habían abiertos en 2008, excepto en los casos de Tognoli, su sucesor en la jefatura de Policía, Cristian Sola y Romitti (que no es el actual subjefe José Luis, sino otro funcionario del mismo apellido), en marzo de 2012.

-¿En cuatro años no hay ninguna conclusión? -se sorprendió De Césaris.

-Hay trámites que cumplir. La ley hace compleja la investigación.

El clima se comenzó a caldear cuando Acuña mencionó las rutas de la droga. "El ex gobernador Hermes Binner dijo que 'la marihuana entra a la provincia por la ruta 11 y la cocaína por la 34'. ¿Quiero saber qué medidas tomó el gobierno para controlar esto?"

-Antes que lo diga Binner, yo estuve con el jefe del Sedronar, Rafael Bielsa, que me dijo exactamente lo mismo. La barra festejó la chicana con una ovación.

El debate derivó hacia los vueltos con drogas y las pistas clandestinas. Lamberto dijo que tenía un relevamiento de esas pistas, pero evitó los detalles y criticó al gobierno nacional por la falta de radares en la frontera. "Los aviones siguen aterrizando en la zona de Campo Andino todas las semanas. No hace falta un radar para saber que eso sucede. ¿Qué hacen al respecto?", le planteó Acuña.

-Si usted lo sabe, denuncielo -le contestó Lamberto. La hinchada del ministro ya era un jolgorio. Y comenzaron los insultos contra Acuña. "¡Gordo puto!", gritó uno. "¡Ladrón!", le apuntó otro. Rubeo pidió entonces un cuarto intermedio y ordenó a la custodia de la Legislatura desalojar la barra.

Ahí comenzó otra interpelación, no menos tensa. La socialista Inés Bertero le tiró una sospecha. "Le recuerdo al diputado Acuña una conversación que tuvo en mi despacho, en presencia de mis colaboradores, donde me vino a decir que le transmitiera al señor ministro que de las cinco cajas negras que maneja la Policía debía dejarle dos. Digo esto y me hago cargo -tiró Bertero-. Señor ministro: `Pídale al diputado Acuña que desarrolle esta propuesta novedosa de control de la corrupción policial".

Acuña mantuvo la calma, pero consideró la acusación de Bertero como "un exabrupto". "No voy a pedir una cuestión de privilegio. Entiendo la desesperación cuando no pueden responder. Lo que dice la diputada es inexacta. Ese fue el comentario que le hicieron a un ex funcionario radical", dijo Acuña. Más tarde, en otra de sus intervenciones, reveló el nombre del funcionario que había recibido la propuesta indecente: el ex secretario de Seguridad, Carlos Iparraguirre.