Sáb 01.12.2012
rosario

SANTA FE › MENGARELLI RENUNCIó COMO MINISTRA DE EDUCACIóN

Un desenlace previsible

› Por Luis Bastús

En política, las desmentidas suelen connotar justo lo que se empeñan en desacreditar. La salida de Letizia Mengarelli del Ministerio de Educación confirmó esa regla porque al día siguiente de que haberse auto ratificado en el cargo, el gobierno quebró la siesta al anunciar su renuncia y, en el mismo acto, la designación de Claudia Balagué en su reemplazo. Y no hubo más. Silencio de todos y todas hasta el lunes, cuando la ex decana de Ciencias Bioquímicas de la UNR asuma como ministra en Casa de Gobierno. La nueva titular de Educación era, hasta ayer, subsecretaria de Tecnología e Innovación, cartera que dirige David Asteggiano. Este también fue decano (de Ingeniería), y comparte con Balagué su militancia en el sector del socialismo que conduce el senador Rubén Giustiniani. Por cierto, ella integra la Junta Ejecutiva del Partido Socialista de Santa Fe. Por lo tanto, su designación también tiene lectura hacia dentro del partido que a nivel nacional preside Hermes Binner. Su antecesora había asumido como continuadora de la gestión de la actual diputada nacional Elida Rasino, identificada en el binnerismo.

La ministra designada ayer se negó a realizar declaraciones y pidió esperar hasta el lunes, cuando asuma. En el gobierno, a falta de conceptos oficiales, las conjeturas barajadas para explicar la elección de Balagué le reconocen dos cualidades: vocación de diálogo y formación política, según coincidieron fuentes consultadas. Y también la oportunidad de integrar a las dos corrientes del PS en una coyuntura difícil para la gestión que está cumpliendo su primer año.

Cuando el miércoles se echó a rodar el rumor del alejamiento de Mengarelli, Bonfatti no ratificó ni rectificó. Y dijo, serio: "Son versiones. Yo no tengo que ratificar a nadie; soy el que decido los cambios en el gabinete y éstas son versiones. No tengo previsto nada", dijo. El jueves la funcionaria aludida negó que fuera a renunciar y aseguró que trabajaba muy bien con el gobernador y con sus equipos. Y ayer el velo se descorrió. Dicen que Balague dio el sí en estos últimos días.

Una fuente oficialista contó que Mengarelli tenía intenciones de renunciar desde agosto. Y que en el gabinete atendieron esa circunstancia recién cuando se decidieron por Balague. La causa formal de la dimisión habla de "motivos personales". Otro funcionario admitió que el eufemismo acostumbrado sea "difícil de creer" pero así lo ratificó. "Lo venía planteando desde hace unos meses. Tomó la posta tras la partida de Elida a la diputación nacional, pero fue una mochila muy pesada", comprendió.

Otro análisis calificado, pero extraoficial, señaló el desgaste sufrido por Mengarelli, en el marco de una relación con el gobernador "que no era la misma que tuvo Rasino con Binner". En ese contexto, los contratiempos por la aplicación de la reforma curricular en el nivel secundario, la actitud expuesta ante la dramatización de alumnos en la escuela de Los Amores y el caso de un docente que denunció represalias y persecución ministerial por criticar el sistema de educación técnica, sólo fueron condimentos que precipitaron el desenlace. Pero no fueron la causa, afirman.

"A Elida y a Letizia les tocó una etapa dura: reorganizar el sistema educativo tras el desquicio que dejó la Ley Federal de Educación. Ahora viene otra etapa, y un recambio viene bien", apostó una fuente gubernamental.

El gremio. Desde Sadop, el dirigente de los docentes de enseñanza privada, Martín Lucero, acusó sorpresa por el recambio. "Esperamos que la nueva ministra retome la agenda pendiente, poder reabrir la discusión salarial antes de fin de año para cerrar, y en los primeros días de enero ya discutir la política salarial para 2013, de manera de llegar al 25 de febrero con las cosas en claro", dijo. Añadió la expectativa de "avanzar con los concursos de escalafones que con Mengarelli habíamos logrado incluir en paritaria, y que no se corte esta preocupación del gobierno por la enseñanza privada". Consultado sobre la procedencia académica universitaria de Balagué, y no de la pedagogía escolar, Lucero concedió: "El Ministerio de Educación es de equipos, y quien esté al frente con que sepa manejar esos equipos estará bien. Venir de la pedagogía no es una garantía. Hemos tenido ministros de ese origen y no resultó. Creo que la gestión Mengarelli fue una transición, desde una ministra como Rasino con fuerte personalidad, una continuidad de aquello con un perfil político menos alto", analizó.

Sonia Alesso, de Amsafé, dijo no tener aún opinión formada sobre la ministra. "Esperamos que se pueda discutir con ella los temas pendientes", señaló.

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