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Las micropymes, aquellas empresas que poseen entre 5 y 9 empleados, explican la mayor parte de la ocupación laboral generada en los últimos cuatro años en Santa Fe, al revelar un crecimiento del 52 por ciento, informó ayer el Instituto Provincial de Estadística y Censos (Ipec). Un dinamismo muy superior a las empresas grandes, cuya demanda de empleo sólo creció 2,5 puntos entre 2008 y 2012. El informe se enfoca sobre el aglomerado poblacional de la ciudad de Santa Fe y arroja otras dos buenas señales: aumentó el empleo registrado sobre los contratos basura, y la paridad de género llegó a los cargos jerárquicos de las empresas santafesinas.

"Más de 8 de cada 10 altas de personal en las empresas son motivadas por razones de demanda y para cubrir vacantes, mientras que cerca de la mitad de las bajas que se producen son decididas por los propios trabajadores", apuntó Jorge Moore, director del Ipec, al dar a conocer el informe de indicadores laborales basado en una encuesta realizada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación sobre empleo privado registrado de la capital provincial y su periferia.

"Las empresas más pequeñas, de 5 a 9 ocupados, se destacan del resto en cuanto a su índice de empleo: el más alto entre 2008 y 2012, con un crecimientod el 52,1 por ciento", indicó el funcionario provincial. En contraste -comparó- las empresas con más de 200 empleados se han mantenido en un nivel constante, y su absorción de personal sólo creció 2,5 por ciento, por debajo incluso de las pymes. Estas mostraron una evolución de su demanda de empleo que osciló entre el 6,4 y el 15,1 por ciento.

Moore también destacó que "el 95 por ciento de las altas de empleados registrados que realizan las empresas es para sus plantas estables, mientras que en 2008 ese porcentaje no alcanzaba el 80 por ciento".

Según el relevamiento, las altas de personal registrado cobraron mayor participación en la cuenta general en detrimento de los contratos de duración determinada y otras variantes de flexibilización laboral. "Mientras en 2009 los ingresos de personal por duración indeterminada fue el 77,8 por ciento de los casos, este año ese valor aumentó a 94,8 por ciento", dijo Moore.

La gran mayoría de las contrataciones se debieron a necesidades de las empresas. El 85% obedeció a razones de demanda o para cubrir vacantes, mientras que las bajas se debieron, según el informe, a decisión de los propios trabajadores. El 47,7% de los que dejaron su puesto lo hicieron por renuncia o por jubilación, y sólo el 16,2% fue por despidos sin causa, 13% por finalización de obra, 5,9% por despidos con justa causa, 5,7% por finalización del período de prueba, y 6,4% por conclusión del contrato a plazo.

El otro rasgo que destaca el informe del Ipec apunta a la cuestión de género. "El 2,6 por ciento de la dotación de empleadas mujeres se encuentra ocupando nivel jerárquico de dirección, mientras que el porcentaje en la dotación de empleados varones es del 2,5 por ciento. Las diferencias se observan en los niveles medios y bajos", añade el documento.