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Sin aviso previo a la prensa, el gobernador Antonio Bonfatti y el intendente de Venado Tuerto y presidente del Partido Justicialista provincial, José Luis Freyre, se reunieron ayer por la mañana en la Casa de Gobierno, en Santa Fe. Fue el primer encuentro cara a cara después de que el peronista opinara que las condiciones estaban dadas para disponer una intervención federal a la provincia, luego de la detención del jefe policial Hugo Tognoli, vinculado al narcotráfico.

Hubo sobre la mesa la misión de "aclarar ciertas cuestiones políticas pendientes", según la letra del comunicado oficial. Nada se dijo sobre las secuelas de aquel cruce verbal a través de la prensa, que sostuvieron en octubre tras la detención de Tognoli, pero se reveló que el socialista y el peronista pusieron en agenda la reforma de la Constitución provincial, "cuyas conversaciones reanudaremos pasadas las elecciones de octubre", señalaron.

El gobierno difundió una escueta gacetilla en la que se menciona como el sumario de la cita "seguridad, designación de jueces y distintos temas de interés común entre ambas administraciones". Freyre llegó a la cita con el malestar del pueblo venadense a cuestas, sensibilizado por el crimen de un comerciante ocurrido semanas atrás. Por eso, la principal conclusión difundida de la reunión fue la promesa que Bonfatti expresó al intendente: "Enviar más vehículos para la policía local, a partir de las compras que se están realizando a través de licitaciones públicas, y al mismo tiempo encarar la instalación de cámaras de seguridad en esa ciudad cabecera de la Región 5".

Acordaron "aunar esfuerzos" para apurar la designación del juez y del personal para ocupar el juzgado federal de Venado Tuerto, creado recientemente por ley. En este sentido, Bonfatti le transmitió al jefe del PJ su intención de "acelerar la marcha de la reforma procesal penal en la provincia de Santa Fe con la designación de jueces, fiscales y defensores".

Tampoco trascendieron otros puntos de la agenda que pudieron ser parte de las conversaciones, en virtud de que aún quedan muchos temas legislativos pendientes de acuerdo entre el socialismo y la principal oposición en la Legislatura que -precisamente- componen los diez bloques en los que está divido el justicialismo santafesino.