María Inés Villalba tenía 41 años, dos hijos y una ex pareja que no soportaba ver terminada una relación de menos de cinco años. La madrugada del 30 de diciembre pasado, José González, de 35, la esperó en la vereda de su casa, en barrio San Francisquito, y le asestó dos disparos en la cabeza. La mujer murió en el acto, y él se pegó un tiro en la boca. Los vecinos, que escucharon las palabas que cruzaron a los gritos, salieron a la calle y atacaron a patadas el cuerpo de quien ya era conocido en el barrio como un agresor, un violento. María Inés fue una de las víctimas de la violencia de género, que en 2012 terminó con la vida de 26 mujeres en Santa Fe. Las deplorables cifras de los femicidios que ubican a la provincia en el segundo puesto a nivel nacional, detrás de Buenos Aires (74 casos), corresponden al relevamiento que realizó Mercedes Pagnutti, integrante del equipo de género de la concejala del Frente para la Victoria, Norma López, quien presentó varios proyectos de ordenanza para mejorar la situación de las víctimas y que éstas reciban la atención necesaria. El número para denunciar casos al teléfono verde es el 0800-444-0420, que atiende las 24 horas.

Si bien el año pasado hubo tres femicidios menos que en 2011, los casos siguen preocupando a la Municipalidad de Rosario y a sectores de la oposición que apuntan a la "insuficiencia" de las medidas y herramientas adoptadas. "Lo del teléfono verde (que hasta octubre atendía de 7 a 19) fue vergonzoso hasta que se logró que fuera atendido las 24 horas, después de tres ordenanzas que no habían tenido frutos. Hay proyectos aprobados de Norma López para otorgar un porcentaje de viviendas a mujeres víctimas y otra para trabajo remunerativo, ninguna de las dos se está cumpliendo. Si las mujeres no tienen dinero para darle de comer a sus hijos, y no tienen adónde irse, van a volver al círculo de violencia. Es muy duro, porque no tienen otra escapatoria. Es mentira que vuelven porque les gusta. A eso, hay que sumar la desidia de la Justicia en este aspecto", lamentó Pagnutti, quien además se quejó de que la provincia de Santa Fe no adhirió a la ley nacional 26.485, sancionada en 2009.

El relevamiento, realizado sobre los casos que llegan a los medios de comunicación, da cuenta que de los 26 femicidios, once se cometieron en la ciudad Capital; ocho, en Rosario; tres en el departamento San Jerónimo; mientras que en los departamentos Caseros, Constitución, San Cristóbal y San Justo, hubo una mujer muerta por cada uno.

Mes por mes, el informe revela que en enero de 2012 fueron asesinadas tres mujeres en la provincia; dos, en febrero y marzo; tres, en abril y en mayo; tres, en julio; una en agosto y septiembre; cuatro, en octubre; y dos en noviembre y diciembre. Al hablar de las edades, el relevamiento indica que en la mayoría de los casos (10) fueron asesinadas mujeres de entre 15 y 24 años; cinco, entre 25 y 34 años; tres, entre 35 y 44; otras tres, entre 45 y 54; mientras que entre 55 y 64 años mataron a dos mujeres; y otras dos, mayores de 65. De la restante víctima no se obtuvieron datos.

Entre los agresores, siguen siendo, básicamente, parejas y ex parejas. En 2012, los homicidios íntimos protagonizaron 23 de los 26 femicidios; mientras que solo una mujer murió por aborto inseguro.

Las armas que empuñaron los asesinos fueron en su mayoría armas de fuego (nueve casos); hubo otros ocho casos de muertes con arma blanca; siete a fuerza de golpes, estrangulamiento y otras agresiones; y un caso de una mujer incinerada.

Fuera de los 26 casos contabilizados, Pagnutti indicó que este 2013 el equipo evaluará de qué manera observar los casos de mujeres muertas por casos de inseguridad o "ajustes de cuentas", ya que en 2012 hubo al menos cinco situación de muerte en estas circunstancias.

Los datos aportados en el relevamiento ubican a Santa Fe en el segundo lugar a nivel nacional. En 2012 hubo 245 muertes de mujeres en el país, por cuestiones de género: 74 en Buenos Aires y 10 en la Ciudad Autónoma (CABA); 17 en Córdoba; 15 en Mendoza y 14 en Salta, por mencionar las provincias más afectadas.

"Hay cuestiones que quedan en los papeles, pero en la realidad no hay nada que demuestre que Rosario es ejemplo en el país en adopción de herramientas para evitar cuestiones de violencia", cuestionó Pagnutti.