Antonio Bonfatti pasó factura por el acceso a financiamiento internacional del Estado provincial, supeditado a la decisión del Ejecutivo nacional de avalarlo o no. "Tenemos aprobado desde el año pasado el crédito del Fondo Kuwaití para construir un acueducto para brindar agua potable a 250 mil habitantes y está frenado porque falta una firma que es decisión a tomar por la Presidenta. Eso es perjudicar a los santafesinos, antes que a un gobierno. Y ni siquiera debiera ser una garantía común y corriente, porque la provincia paga de cualquier modo sí o sí: si Santa Fe no pagara en 20 años, la Nación le descontaría de la coparticipación".

"Si la actitud fuera distinta, tendríamos una enorme capacidad de pegar un salto fenomenal en infraestructura, pero estamos condicionados y nos frenan la posibilidad de desarrollo de la provincia. Hoy todo lo que estamos haciendo lo hacemos con recursos propios de los santafesinos", lamentó el titular del Ejecutivo provincial.

La alusión del gobernador replicó la misma resignación que exhibió ayer la intendenta Mónica Fein en el acto del parque tecnológico, al blanquear finalmente que la posibilidad de apurar el plan de cloacas con un préstamo del Banco Mundial expiró para siempre al no contar con el aval del Ministerio de Economía nacional, a pesar de los reiterados reclamos lanzados en esa dirección. La jefa municipal, no obstante, disimuló la contrariedad que le causó ver ayer al ministro de Planificación Julio De Vido anunciando obras de infraestructura para 89 municipios y comunas santafesinas.

Pese a eso, cifró expectativas en el viaje que su secretaria de Hacienda, Verónica Irízar, realizará el lunes a Buenos Aires. La esperarán en la cartera que conduce Hernán Lorenzino para presentarles otras posibles líneas de financiamiento para municipios.