Griselda Correa, de 26 años, murió en Santa Fe al recibir al menos seis balazos por parte del padre de su hija de poco más de un año. La joven había denunciado por maltrato a su ex pareja el fin de semana, pero la Justicia no llegó ni siquiera a proteger a la víctima. El martes a las 20, el hombre, de 25 años y apodado Gusano, buscó a Griselda en el centro y la obligó a subir al auto. En el barrio Abasto, donde ella vivía, él la baleó en una pierna para que no escapara, y aun así le vació el cargador del arma cuando se iba arrastrando hasta la casa de su madre, en Diez de Andino al 6700. El homicida llevó a la beba con su madre y huyó.

Griselda llegó al hospital Mira y López en brazos de su mamá, pero murió minutos después a pesar de las tareas urgentes del personal médico. El subjefe de la Unidad Regional I, comisario Reinaldo Kiener, confirmó que consta una denuncia policial por maltratos, que fue realizada durante el fin de semana largo. "Ya se había puesto en conocimiento del juzgado y se iba a llamar a este señor", indicó Kiener sobre la situación que no previó la posibilidad del femicidio a pesar de las advertencias de la mujer. "La chica recién ayer fue examinada por el médico policial" quien constató lesiones leves, horas antes de que terminara asesinada. Al cierre de esta edición, el asesino no había sido detenido.