Un capítulo más, y picante, en la interna del Frente Progresista Cívico y Social. El senador Miguel Lifschitz, en declaraciones inusuales para su tono mesurado y cauteloso, denunció la existencia de "un cierto acuerdo, por lo menos tácito" entre el senador nacional Rubén Giustiniani y los concejales Miguel Zamarini, socialista, y Jorge Boasso, radical, de cara a las elecciones del año 2015. El ex intendente consideró que las internas "son buenas", pero "es mucho mejor lograr acuerdos e integrar fórmulas con el consenso de todos los sectores", en lo que significó un claro reproche a la intención de Giustiniani de mostrar pelea en el armado político de la coalición entre el socialismo y el radicalismo que existe en Santa Fe. Quien salió a contestar fue el diputado nacional Mario Barletta, que negó la existencia de tal acuerdo, aunque al mismo tiempo criticó al presidenciable Hermes Binner y otros referentes del Frente Amplio Progresista. "Déjense de joder. Carrió, Sanz, Cobos, Binner, que se saquen el traje de candidatos y se pongan el overol", fustigó el ex radical santafesino.

Lifschitz ya había mostrado sus diferencias con el sector que lidera el ex candidato a vicepresidente, cuando hace poco días defendió a la intendenta Mónica Fein de las acusaciones que recibió de Zamarini. "Los que reclaman diálogo que levanten el teléfono", había espetado. Ayer, pisó a fondo en diálogo con el periodista Rodrigo Villarreal en el programa "Es lo que hay", de Radio Eme, de Santa Fe. Pidió "consenso" en el armado político del Frente y sobre todo "mucho debate" dentro del Partido Socialista (PS). Repitió que no se siente un "candidato natural" a gobernador, tal como lo había definido Binner a principios del mes pasado, pero sí "uno de los posibles nombres que tiene el socialismo". A pesar de sus dichos, Rosario/12 pudo conocer que en los últimos días el legislador por el departamento Rosario encabezó reuniones con equipos técnicos con experiencia en gestión y campañas políticas.

El sector de Giustiniani y Zamarini "ha perdido fuerza interna en la última década", dijo Lifschitz, a raíz de un "crecimiento en la figura" de Binner, "ahora" de Bonfatti, y también a partir de la gestión que lideró él en Rosario. "Hemos sabido generar desarrollo, crecimiento del socialismo y también la emergencia de nuevas figuras, cosa que no ha ocurrido en este sector. Me parece que están intentando como ya lo hicieron en 2011 una confrontación interna que les permita lograr mantener algún nivel de existencia pública, en cargos de representación, que de otra manera les sería más difícil", apuntó el senador, para luego considerar que "hay indicios bastantes concretos" de que Giustiniani y Boasso podrían entablar algún tipo de acuerdo. "No quiere decir que termine concretándose", se defendió el legislador, aunque observó del otro lado "muchos caciques y menos indios", por lo que "no les va a resultar fácil ponerse de acuerdo".

Para Lifschitz, el sector que emerge y pide internas en el Frente Progresista comparte la postura de "manifestar públicamente una actitud de confrontación con la gestión provincial, la local de Rosario y en otros lugares también".

Después de la entrevista al senador, salió al aire en el mismo programa Barletta, quien dijo que no cree que haya feeling político entre Giustiniani y Boasso. "Hay que establecer reglas de juego claras que tienen que existir cuando un gobierno es conducido por varios partidos. Esto está ausente en el Frente", afirmó.

El legislador nacional pidió también a los referentes de la oposición arribar a consensos: "Déjense de joder. Ernesto Sanz, Hermes Binner, Pino Solanas, Julio Cobos, Elisa Carrió, que se saquen el traje de candidatos y se pongan el overol de constructores de un frente nacional, la Argentina lo necesita", apuntó sin miramientos.