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Desde Santa Fe

La reforma electoral y el financiamiento de las campañas que propuso el gobierno de Antonio Bonfatti ya tiene media sanción de la Legislatura. La Cámara de Diputados la aprobó ayer en una sesión agitada que hilvanó tres escenas: un acuerdo político para sacar la ley entre el bloque oficial y los diputados del PJ que responden al presidente de la Cámara, Luis Rubeo; la fractura del arco peronista en tres partes (los que votaron a favor, en contra o abandonaron sus bancas) y un escándalo en la barra, donde militantes de partidos de izquierda rechazaron la reforma por "proscriptiva" y fueron desalojados a la fuerza por la guardia de la Legislatura. Uno de los forcejeos involucró al líder de la protesta y del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Alejandro "Cacho" Parlante", quien llamó "traidores" y "cómplices del gobierno" a los legisladores que votaron la ley. Rubeo perdió la compostura: "¡Presentate a elecciones, payaso!", le respondió desde el estrado.

La ley salió por 24 a 6. En el recinto, solo había once diputados del Frente Progresista, así que los otros trece votos los aportaron once seguidores de Rubeo, más Germán Kahlow (del partido de Oscar "Cachi" Martínez) y Miriam Cinalli (esposa del presidente comunal de Chabás, Osvaldo Salomón), que hace rato que vota con el oficialismo. Los seis en contra fueron: cuatro del Pro y dos del Movimiento Evita.

El peronismo se partió en tres: los que votaron a favor, los dos en contra (Eduardo Toniolli y Mariana Robustelli del Movimiento Evita) y diez que se fueron del recinto (enrolados con María Eugenia Bielsa, Omar Perotti, Alejandro Ramos o con el presidente del PJ, José Luis Freyre).

Uno de los puntos de la controversia es el piso electoral. El gobierno había propuesto exigir a los partidos el 1,5 por ciento de los votos del padrón para participar en las elecciones. El objetivo: "poner un límite a muchos aventureros políticos", según la Casa Gris. La Cámara modificó ese criterio: mantuvo el umbral del 1,5 por ciento del padrón para los partidos, pero bajó el requisito para los candidatos al 1,5 por ciento de los "votos emitidos", que no es lo mismo.

Los partidos de izquierda que ya consideraban "proscriptiva" la propuesta de Bonfatti, también rechazaron la reforma de la Cámara, con el mismo argumento. "El 1,5 por ciento de los votos emitidos que se exige a los candidatos no se suma. Entonces, puede ocurrir que un partido llegue al 1,5 por ciento del padrón, pero si ninguna lista supera el 1,5 de los votos emitidos, se daría el caso de un partido que se presente a elecciones sin candidatos. Lo cual es insólito", planteó Manuel López (Patria Grande).

La sesión se puso tensa después de los discursos, cuando Rubeo pidió a sus colegas que votaran la ley en particular. "Cacho" Parlante los acusó desde el palco colmado por militantes del Frente Social y Popular de la provincia, que agrupa a distintas expresiones de izquierda. "¡Ustedes traicionan la voluntad de miles de santafesinos! ¡Son cómplices de los que quieren seguir gobernando!", les gritó.

Rubeo ordenó el desalojo de la barra, así que Parlante fue rodeado por la guardia de la Cámara para echarlo. Cacho les explicó a los policías que la bronca no era con ellos. "¡Ladrones, que ganen lo mismo que una maestra! ¡Atorrantes!", les gritó a los legisladores, desde el pasillo. Rubeo perdió la compostura: "¡Presentate a elecciones, payaso!", le respondió a micrófono abierto. Parlante no lo pudo escuchar porque la guardia ya lo había sacado a la fuerza y le cerró la puerta en la cara.

Siguió después otro forcejeo con los demás militantes que también fueron desalojados de la barra. Varios de ellos documentaron el hecho y lo filmaron con teléfonos celulares y cámaras. Mientras otros reaccionaban ante la embestida. "¿Esta es la casa del pueblo? ¿Así tratan a las personas? ¡Fachos!", se defendió uno de los militantes.