Aguas Santafesinas Sociedad Anónima, la empresa controlada por el Estado provincial que se hizo cargo de la prestación del servicio de agua potable y saneamiento en quince ciudades de Santa Fe tras la salida del grupo Suez; ya cumplió sus primeros seis meses manejando el sistema. A modo de balance operativo, las autoridades de Assa destacan la cantidad de obras en marcha ﷓algunas en proceso licitatorio﷓ tras años de desinversión, aceptables niveles de recaudación, ampliación de las conexiones y mejoras en la atención al cliente vía reducción de los plazos para resolver los reclamos. "Estamos logrando un modelo de gestión diferente, superador de la etapa estatista de la Dipos en los 80 y de la concesión de los 90. Logramos sentar las bases de la empresa y darle previsibilidad a un servicio tan esencial, aunque todavía queda mucho por hacer", resumió el presidente de Assa, Juan Carlos Venesia. Para el titular del ente regulador, José Manuel Kerz, "hay que tener en cuenta el cuadro de situación de febrero, donde el escenario era caótico. Estamos satisfechos pero queremos más". En la municipalidad de Rosario, el único municipio que no forma parte del directorio, también valoraron positivamente el desempeño de Assa. Lo propio, aunque con matices, hizo Alberto Muñoz, integrante de la Asamblea Provincial por el Derecho al Agua.

La sociedad anónima Aguas Santafesinas comenzó a funcionar el 8 de febrero pasado tras la rescisión del contrato de concesión con Aguas Provinciales de Santa Fe, controlada por los franceses de Suez. El accionista mayoritario de Assa es el Estado santafesino (51 por ciento del paquete total), los municipios que forman parte del área de cobertura poseen el 39 por ciento de las acciones y los empleados el 10 por ciento restante a través del Programa de Propiedad Participada.

Durante el último verano, cuando la caída de la concesión ya era un hecho y el gobierno provincial no autorizaba el traspaso a otro privado, oficialismo, oposición y organizaciones no gubernamentales debatían cómo debía ser el nuevo modelo de prestación.

Si bien por aquellos días no hubo consenso, ahora, seis meses después las opiniones no aparecen tan encontradas. "Está claro que queda mucho por hacer, pero estamos satisfechos con lo hecho hasta ahora", sostuvo Venesia quien remarcó la importancia de "haber sentado las bases de la empresa, darle previsibilidad al sistema y tener un horizonte".

Venesia enumeró una serie de indicadores positivos. "Desarrollamos un plan de obras para el bienio 2006/2007 que está en un nivel de aceptable avance a punto tal que este año vamos a invertir 60 millones de pesos, en las licitaciones conseguimos buenos precios y buena convocatoria. La recaudación se mantuvo e incluso repuntó, mejoró la atención al cliente, hicimos más conexiones de servicio en seis meses que en los últimos dos años".

Para el titular del Enress, José Manuel Kerz "hay que recordar que se partió de una situación muy conflictiva, en la que salir adelante ya era un éxito. Estamos en invierno y el sistema se pone realmente a prueba en verano. La gente en líneas generales aceptó bien el nuevo esquema, pero tiene un nivel de exigencia muy superior al que tuvo con la Dipos. Lo que ocurre es que los usuarios no aceptan retrocesos".

Según el funcionario, "los reclamos que se han presentado son propios de una empresa que recién se inicia. Hay ciertas demoras en la atención en el call center pero las respuestas en general son razonablemente buenas. Notamos algunas demoras por encima de lo que esperábamos en las reparaciones que se hacen en la vía pública. También hubo atrasos en la realización de los aportes de capital. Pero se están haciendo las licitaciones y las inversiones prometidas. Estamos satisfechos pero queremos más".

Desde la Asamblea por el Derecho al Agua, Alberto Muñoz aclara que la etapa iniciada en febrero "es en realidad un proceso de transición. Lo más importante es que se está demostrando que durante 10 años Suez nos robó a los santafesinos porque aumentó tarifa y no hizo las obras". Muñoz valoró positivamente el no aumento de tarifa y la no contratación de un operador técnico privado. "Hay que ir construyendo gradualmente este modelo de gestión. Está demostrado que el único que invierte en servicios sanitarios en zonas donde hay alto nivel de morosidad es el Estado", indicó.

Según José León Garibay, secretario de Obras Públicas de la municipalidad de Rosario "se nota una mayor inversión en mantenimiento, hay respuestas más rápidas a los reclamos y además una mayor predisposicion en la planificación con los equipos técnicos del municipio". La administración socialista está "a la espera de que se concrete una reunión con Venecia para empezar a armar el plan director para los próximos años".

En el Palacio de los Leones "no sentimos diferencia por no ser parte del directorio, que igual tuvo poco trabajo. En Rosario se están haciendo obras, los acueductos están en marcha. En ese marco, el próximo verano debiera ser mejor que los anteriores".

Para Marcos Corach, director de Assa en representación de los municipios justicialistas "la elección del modelo fue una buena decisión, , estamos tratando de encontrar el mejor mecanismo de prestación, los procedimientos de compra son muy exigentes por la carga pública que tiene la empresa. Los plazos tal vez no son los mejores, porque hubo años sin actividad. La gestión ha mejorado, cuando la gente llama es porque encontró respuestas del otro lado, los reclamos son atendidos".

El rafaelino destacó "la presencia institucional fuerte que tiene la empresa, hubo que reconstituir la imagen del servicio y de la empresa. Todavía falta, incluso hay que analizarlo distrito por distrito pero el balance es altamente positivo.

Según Marcelo Aufranc, director de Assa representando a las municipalidades opositoras﷓excepto Rosario﷓ "aún es prematuro como para emitir una opinión. Hace 30 días que asumí y recién estamos haciendo un informe de situación del plan de obras. El servicio en líneas generales es aceptable y el modelo es un instrumento novedoso para revertir 10 años de desinversión. Es un desafío porque muchas de las 15 ciudades están en situación cercana al colapso".