Desde Santa Fe

Tres sujetos armados coparon la chacra del vicegobernador Jorge Henn, en la zona de Monte Vera y operaron como una patota. Secuestraron durante ocho horas al cuidador de la propiedad, René Pozzo, de 65 años y después lo encerraron en el baúl de su propio auto, un Renault 18 color rojo y escaparon en el vehículo hasta un camino rural, donde lo fusilaron en un descampado. Uno de los tiros le fracturó el maxilar inferior y otro le perforó una mano. El hombre salvó su vida "por milagro", dijo uno de sus amigos que ayer lo acompañaba en el hospital de emergencias José María Cullen, donde seguía internado y se recuperaba de las heridas. El asalto ocurrió entre el lunes, a las seis de la tarde, cuando ingresaron a la quinta y el martes, a las dos de la madrugada, cuando se fueron con el botín: un televisor, una motosierra y otros objetos de la casa y, probablemente, un arma de fuego, según dijeron allegados a Pozzo.

La investigación quedó a cargo del fiscal de turno, Gustavo Urdiales, quien no descartaba ninguna hipótesis para precisar si era una entradera al voleo o si tenía otros condimentos. A la mañana, la Policía ya había logrado encontrar el Renault rojo, que apareció abandonado en un camino rural de Recreo.

La violencia del golpe impactó en el gobierno, pero la primera respuesta fue el hermetismo, a pesar de que trascendió en la propia Casa Gris por la ausencia de Henn en un acto de campaña. El vice tenía previsto participar en una "reunión de trabajo" entre el precandidato a senador nacional por el Frente Progresista, Hermes Binner y sus compañeros de lista, con el gobernador Antonio Bonfatti y su sucesor, Miguel Lifschitz, pero no concurrió.

El director del hospital Cullen, Roberto Chito, confirmó que Pozzo recibió un disparo en el rostro, que le atravesó el maxilar inferior, con orificios de entrada y salida. "Se están haciendo los estudios para determinar el método a seguir desde el punto de vista quirúrgico", dijo el médico. Y explicó que el empleado de Henn "Tenía otras heridas y escoriaciones, en el tórax", pero está fuera de peligro.

La chacra de Henn está en el kilómetro 11 de la ruta provincial Nº2, entre Santa Fe y Monte Vera. La pesadilla comenzó el lunes a las seis de la tarde, cuando ingresaron "tres personas con armas de fuego, lo tomaron de rehén", dijo Omar Bondeta, un amigo de Pozzo, que ayer lo acompañaba en el hospital.

Los tres sujetos se quedaron en la casa hasta la madrugada. "Se dieron el lujo de tomar y comer lo que querían", relató Bondeta. Alrededor de las dos, "cargaron en el auto de René, un Renault 18 rojo, un montón de cosas de la casa, un arma de fuego y una motosierra. A él lo metieron en el baúl del auto y después lo dejaron abandonado en un camino rural, que no conoce, porque no sabe cómo llegaron y era noche. Lo bajaron del auto, le dispararon dos tiros y lo abandonaron con esos impactos de bala. Es un milagro que esté ahora con vida", agregó Bondeta. "Una de las balas le rompió un hueso del maxilar y tiene otro tiro en la mano, porque está muy dolorido".

Con temperatura bajo cero, descalzo, desabrigado y mal herido, Pozzo aguantó hasta el amanecer. Alrededor de las ocho de la mañana pasó una camioneta que avisó a la Policía. "Esas causalidades ocurren", dijo Bondeta. "Llegó al hospital Protomédico Manuel Rodríguez, cerca de Monte Vera, en estado de shock y con un cuadro de hipotermia, donde recibió las primeras curaciones. Horas después, lo trasladaron al hospital Cullen. "Estaba helando, y a pesar de todo, resistió".

Pozzo trabaja como cuidador de la chacra de Henn desde hace doce años. "Está consciente, pero muy dolorido y no es para menos", afirmó Omar.