Una pesquisa del Ministerio Público vinculó el hallazgo de una Mercedes Benz Sprinter con 450 kilos de marihuana, en Santo Domingo, en enero de 2012, con un segundo cargamento de 720 kilos de la misma droga que apareció dos meses después, en marzo de 2012, en La Paz, Entre Ríos, a bordo de una Toyota Hilux, y derivó esta semana en el procesamiento de tres detenidos por el segundo hecho: Hugo Aníbal Arias ("Mina"), Cesar Andrés Espinosa ("Víbora") y Héctor Facundo Noriega, a quienes el fiscal Walter Rodríguez consideró "punteros" o "barredores" del operativo, como llaman a informantes que viajan en vehículos de apoyo y advierten sobre controles policiales en rutas. El eslabón entre ambos casos es un ticket de recarga de un celular que apareció en la trafic de Santo Domingo, el fiscal pidió la intervención de la línea y las escuchas confirmaron su hipótesis: el abonado "era el conductor" de la Toyota, en La Paz. El juez federal Reinaldo Rodríguez procesó entonces a Arias, Espinoza y Noriega por supuesto "tráfico de estupefacientes agravado por la participación de tres o más personas" y ordenó la captura del chofer de la camioneta, que es el cuarto imputado.

La investigación reconoce otro punto clave. Un fallo de la Cámara Federal de Rosario (sala B), en mayo de 2013, coincidió con el fiscal Rodríguez al considerar que ambos hechos formaban parte de la misma trama, a pesar de que uno ocurrió en Santa Fe y el otro en Entre Ríos y ordenó acumular las causas.

El hallazgo de los 450 kilos de marihuana en Santo Domingo originó un revuelo mediático porque la camioneta apareció en una zanja de la ruta 4, enmascarada con leyendas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. La conjetura de la Casa Gris era que la trafic "estaba afectada" al uso oficial y uno de los voceros de la sospecha fue el entonces jefe de Policía de la provincia, Hugo Tognoli, hoy preso en Las Flores. La investigación del fiscal demostró que el vehículo era robado, las inscripciones truchas y dejó en falsa escuadra a quienes intentaron un aprovechamiento político, entre ellos Hermes Binner y el diputado nacional Juan Carlos Zabalza, quien llegó a promover un pedido de informes en el Congreso.

En agosto de 2013, el Tribunal Oral de Santa Fe condenó a los dos imputados por la carga de Santo Domingo: Santiago Iván Obregón ("Paco") y Raúl Daniel Franeff. El juicio reveló que Obregón operó como "puntero" de la operación al mando de otro vehículo de apoyo, un BMW y Franeff participó en el enmascaramiento de la Sprinter. El fiscal Martín Suárez Faisal pidió 10 años de prisión para el primero y 9 para el segundo por considerarlos "coautores" de "transporte de estupefacientes agravado" por la participación de tres o más personas. El tribunal condenó a Obregón a 7 años de prisión como "partícipe principal" (y unificó la pena en 10 años por una sentencia anterior de 2009) y a 3 años y 8 meses a Franeff, al quien consideró "partícipe secundario".

El rompecabezas es más complejo. A principios de julio, Franeff volvió a caer en Rosario, con otros 200 kilos de marihuana, cuando ya estaba en libertad condicional, así que la causa quedó a cargo del fiscal Mario Gambacorta. Mientras que el otro condenado en 2013 está prófugo, desde que se benefició con las primeras salidas transitorias, según revelaron fuentes seguras.

Los tres hallazgos de marihuana (450 kilos en Santo Domingo, 720 en La Paz y 200 en Rosario) se acercan a la tonelada y media y atan cabos de "una banda de narcos que transportó droga con logos oficiales para evadir controles en rutas, entre otros recursos utilizados", dijeron las fuentes.

Esta semana, el juez Rodríguez procesó a Arias, Espinosa y Noriega al avanzar la investigación del Ministerio Público que logró probar que los tres imputados operaron en un vehículo de apoyo, un Chevrolet Corsa gris, "como 'punteros' o 'barredores' de la Toyota Hilux blanca que luego apareció abandonada" en La Paz, con 720 kilos de marihuana, dijo el magistrado. Su rol era advertir al conductor de la camioneta sobre la presencia de controles policiales.

Las pruebas que valoró el juez para vincular a Arias, Espinosa y Noriega con la droga son las escuchas. "Los imputados tenían pleno conocimiento de la existencia del estupefaciente que trasportaba la Toyota Hilux, toda vez que ello quedó evidenciado por el contenido de escuchas telefónicas" al "conductor del vehículo, quien era nombrado como Claudio". Los tres "fueron quienes guiaron o alertaron (al chofer de la camioneta) durante su recorrido", dijo el juez. Y los procesó por el supuesto delito de "tráfico de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada", les dictó la prisión preventiva y un embargo de 20 mil pesos a cada uno.