El Partido Socialista empezó ayer la tarea de revisar hacia dentro los motivos que lo llevaron a perder una elección de manera catastrófica como Frente Progresista y que --como recordó Rubén Giustiniani-- significó perder cuatro de cinco diputados y desaparecer del Senado adonde 12 años antes había regresado desde la época de Alfredo Palacios. Hubo por la tarde una reunión de la mesa provincial que dirige el gobernador electo Miguel Lifschitz, y a la que concurrió Hermes Binner; y mañana habrá otra de la mesa nacional en Buenos Aires, para definir además qué posición jugará el partido de la rosa ante el ballotagge entre Daniel Scioli y Mauricio Macri.

Fue la elección más pobre del Frente Progresista desde que se consolidó en Santa Fe. Por eso ayer Binner sintetizó la sensación: "Nos dieron una buena trompada, pero hay que asimilarla". El gobernador Antonio Bonfatti ensayó algo parecido a una autocrítica al referirse a la estrategia equívoca del Frente. "Fuimos a una elección con boleta corta, y fue una desventaja enorme porque la gente claramente vota a Presidente", dijo al programa Rosario de tarde, en Canal 5.

El jefe del Ejecutivo tuvo que referirse a una opinión vertida meses atrás, cuando el FPCS prescindió de apoyar a una candidatura presidencial, cercana a inclinarse por Scioli y no por Macri en una eventual segunda vuelta. "Yo dije que no votaría a la derecha, pero tampoco dije cuál va a ser mi voto, la decisión no es personal sino colectiva", aclaró.

Binner negó que esta coyuntura, preanunciada en elecciones previas en las que el FPCS arañó victorias muy apretadas, implique una crisis política de la coalición gobernante en Santa Fe, ni siquiera con buena parte de sus socios radicales apoyando a Macri. En cambio, la definió como "una etapa de reflexión. Necesitamos la construcción de una identidad participativa dentro de la organización política", dijo ayer en el programa La vereda de enfrente, por LT8. No obstante, aceptó: "El domingo, la verdad que nos pegaron una linda trompada, pero hay que asimilar el golpe, como dicen los boxeadores". Y ratificó que la definición partidaria frente al ballotagge "lo vamos a resolver en el marco institucional del partido, más allá de las opiniones personales".

El ministro de Gobierno, Rubén Galassi, había sido el primero en salir a la luz pública luego del traspié electoral. Se declaró "dolorido" por el resultado "porque Binner es un luchador de toda la vida, un militante desde que tiene 16 años, y ayer (por el domingo) esperábamos que la ciudadanía le reconociera esa historia".

Puertas afuera, Galassi bancó al ex gobernador y recordó la presidencial del 2011, cuando el rafaelino fue el segundo candidato más votado después de Cristina Fernández. "Con él como candidato a Presidente, el FPCS obtuvo 5 diputados; es innegable que esa vez hubo arrastre, y esta vez no", analizó. Y avisó que la definición de postura frente al ballotagge se dirimirá "de manera orgánica a nivel partidario".

Enfrente, y alejado de la conducción del PS, el senador Giustiniani -adversario interno de Binner- analizó la derrota como una consecuencia natural de una estrategia equivocada, cifrada en lo que calificó como "la lamentable campaña de la tijerita". "Se confirmaron los resultados de las primarias y lamentablemente para el socialismo ha sido una derrota muy fuerte. Lo había señalado en su oportunidad: la lamentable estrategia de ir con boleta corta, de no apostar a la elección presidencial, significó en los hechos que el socialismo pierda la banca del Senado después de 12 años de trabajo y de haberla recuperado desde Palacios", facturó el legislador que concluirá su mandato el 10 de diciembre.

Giustiniani dijo al portal Rosario Plus que "los responsables que conducen el PS tendrán que analizar las causas de las luces amarillas que la sociedad santafesina encendió en elecciones pasadas y esta luz roja con la que le dio la espalda, en este caso, a Binner". Reclamó debate interno en el partido y le reprochó al binnerismo: "Quienes hemos planteado diferencias hemos sido separados, así que espero que se abra un debate con autocrítica".