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Cerámica, grabado y fotografía espesan sus superficies hasta semejar los claroscuros, las densidades y el lirismo de la pintura en tres magníficas muestras individuales de Leonardo Trombetta, Hugo Cava y Angelo Marinelli que pueden visitarse en el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro, Bulevar Oroño y el río) desde el 28 de agosto hasta el sábado 10 de noviembre, de jueves a martes de 14 a 20.

En la planta baja, con una iluminación acertadamente dramática, "supuestos hallazgos arqueológicos de un universo futuro que colapsó" es el remanido relato (ya oído a Adrián Villar Rojas y otros; véanse la página 6 de Rosario/12 del martes pasado y la nota principal de hoy en esta misma página) que no necesita venir a justificar una elocuente instalación de cerámicas esmaltadas, cuyo procedimiento es tan sublime y ritualista como las imágenes.

Leonardo Trombetta realiza en técnica rakú ásperas esculturas antropomorfas que salen del horno al rojo vivo y se terminan de cocer entre llamaradas. Esto explica sus colores y brillos, entre tortuosos y suntuosos (carbón, nácar, dorado, satinado) como también el título de la muestra, una frase atribuida al psicólogo existencialista Víctor Frankl: Lo que dará luz debe soportar quemarse.

En el segundo piso, el fuego (o su ausencia) es el tema en Sin carne, la poética muestra de dos estampas offset, un dibujo y ocho litografías (grabados sobre piedra) de Hugo Cava (Rosario, 1960). Docente de la UNR y ex integrante da capo a fine del grupo Rozarte, Cava despliega su maestría técnica para explorar la riqueza plástica y compositiva de un emblema tan simple como humilde: el asador criollo. Formas reducidas al mínimo intensifican la expresividad de cada trazo, evocando al maestro Rubén Porta pero en un espacio donde todavía hay perspectiva. Técnica y tema son uno. "Las piedras litográficas pesan, se frotan, se mojan, descansan, se presionan, se imprimen, se gastan. Hay una idea, parrillas, carbones, fuego, chispas, humo, tierra, ¿y la carne? Una patria de parrillas sin carne", escribe el artista gráfico.

En el séptimo piso, con Máximo Scaringella como curador y con el aval del Consulado de Italia en Rosario, se anuncian Periferias romanas y se verá justo eso: vistas de arrabales de Roma en las pictóricas, bellas y sombrías fotografías de Angelo Marinelli. Fotógrafo y cineasta nacido en Monteiasi (Taranto, Italia) y radicado en Roma, Marinelli confiere a sus paisajes urbanos sin figuras humanas la extrañeza (y qué se pierde diciéndolo una vez más) de un mundo post apocalíptico deshabitado de utopías abandonadas y ruinas modernas. Los suburbios monumentales y devastados evocan tanto las fotos de ciudades evacuadas como las pinturas y grabados de las ruinas romanas antiguas.