SANTA FE › ENTREVISTA CON MARíA DE LOS ANGELES "CHIQUI" GONZáLEZ.
Luego de ocho años al frente del Ministerio de Innovación y Cultura provincial, la funcionaria inició un tercer período en el que, confía, deberá profundizarse el vínculo con los ciudadanos, sosteniendo programas y elaborando nuevas propuestas.
› Por Edgardo Pérez Castillo
Luego de algún período de incertidumbre vinculado con la posibilidad de que María de los Angeles "Chiqui" González resultara electa como diputada nacional (cargo al que finalmente sólo accedió el radical Hugo Marcucci, que la precedió en la lista), el Ministerio de Innovación y Cultura inició una nueva gestión con la conducción de la funcionaria, que luego de ocho años afrontará su tercer mandato con desafíos renovados. Al menos así lo siente la ex secretaria de Cultura municipal, que en diálogo con Rosario/12 delineó algunos aspectos centrales de cara a este nuevo período como ministra.
- ¿Cuáles son los objetivos centrales para este tercer mandato? Después de ocho años de gestión debe sentir la necesidad de afrontar nuevos desafíos.
- Es exactamente así. Por un lado es complejísimo, sobre todo para entender la situación actual de la sociedad. Hay que fortalecer cuál es el concepto de cultura que lo público debe sostener. Esa es la mayor complejidad. La segunda es no repetirse, no creer que uno tiene la razón de todo. Ni creer que todo tiene que ser nuevo, o que algunas cosas que funcionaron y fueron hermosas no lo siguen siendo. Es complejo también tener un equipo que tiene ocho años, y a la vez tranquilizador, porque hay una confianza infinita en mi equipo, que ya está armado.
Es que, en líneas generales, la estructura del MIC continuará con buena parte de sus integrantes, lo que no excluirá algunas novedades, entre ellas la designación de Paulo Ricci, hijo del director y dramaturgo Jorge Ricci, que estará a cargo de la Secretaría de Desarrollos Culturales (que reemplaza a la Secretaría de Planificación que estaba a cargo de Sergio Liberati, quien acompañará a Rubén Giustiniani en la legislatura). "Es un área destinada a provocar hechos o eventos de programación muy ligados a las ciudades, a los imaginarios de las ciudades, a la relación con nuevos objetivos y objetos culturales. Además de tener a cargo todas las escuelas de educación artística y las políticas sociales desde la cultura", apuntó González sobre un área que trabajará estrechamente con la Secretaría de Programación Sociocultural y Educativa que comanda Alejandro Tejeda, quien será además jefe de gabinete del MIC. La tercera de las patas es la Secretaría de Producciones, Industrias y Servicios culturales que conduce Pedro Cantini, y que nuclea los sistemas de fomento, ediciones y producciones audiovisuales. "El sistema de fomento se va a ampliar a otros campos, dado que teatro y danza no tienen sistema de fomento y hay que estudiar de qué manera esto puede ser un beneficio para los distintos sectores --adelantó la ministra--. Esa Secretaría también contiene a Señal Santa Fe, que va a seguir funcionando, porque más que nunca se necesita producción de contenidos. Y tiene también industrias culturales, con todo lo que significa tener en Rosario el Galpón 17, dedicado a industrias culturales en la franja joven del río, que va a ser una especie de gran vidriera, un mercado de la cultura, del diseño, de libros, discos y gastronomía, pero una gastronomía que no estará pensada como un restaurant".
La franja joven es, de hecho, uno de los grandes anhelos de González, que apuesta a una fuerte interacción con la Secretaría de Cultura municipal. Una vez inaugurados formalmente (sólo resta la instalación de ascensores que permitan acceder a los subsuelos de los cuatro galpones), los espacios delinearán un abarcativo proyecto cultural a orillas de Paraná. En esa misma línea de cooperación, desde el MIC se buscará aportar a la reconversión de los centros Crecer: "La intención es que sean verdaderos centros para la infancia, desde el embarazo hasta los 3 años, pero que no quede allí, que esa primera etapa de la vida traiga actividades a toda la familia".
Entre los programas que tendrán continuidad aparece además el Querer creer crear, que en sus recorridas por el territorio provincial (itinerario que continuará en verano, abarcando a clubes de toda la provincia), tiene como principal eje el de fomentar la creación de comisiones "donde haya verdaderos proyectos regionales que se intercambien, donde el Ministerio sea la apoyatura de dichos proyectos y no sólo el organizador".
"La ilusión de estos cuatro años es generar un proyecto cultural de todo Santa Fe, desde abajo hacia arriba. Después tenemos que terminar el Molino en Santa Fe, arreglar las escuelas de arte, avanzar sobre todas las posibilidades de Lavardén, sobre la nueva Casa Arijón, que está deliciosa. Y muchas otras obras en el territorio, que son claves", distinguió González, que reafirmó: "Mi mayor desafío es darle a Rosario, Santa Fe y Villa Gobernador Gálvez, a las que veo muy enlazadas, una nueva visión de la cultura, que no se aleje de la visión del puro espectáculo. Sin ser puritanos ni censores de nada, pero que se acerque más a los niños, a los jóvenes, y que sostenga lo público. Hay una mirada muy asociada a la convivencia, a que los ciudadanos sean protagonistas y no espectadores o consumidores de productos culturales, que ya los tiene y muchos son muy buenos, otros no tan buenos. Nosotros vamos a trabajar para aquellos a los que no le llegan los consumos culturales de la misma manera. Y, para todos los que les llegan, haciendo la diferencia desde lo público".
Confirmada para las próximas semanas la participación de Santa Fe en el festival de Cosquín (donde, por un lado, se sumará a la celebración de Soledad Pastorutti por los veinte años de su debut en la Próspero Molina; por otra parte se trasladará allí el encuentro entre Jorge Fandermole y Los Palmeras, ganadores de sendos premios Konex), la programación del MIC buscará incluir además al Festival de la luna, viejo anhelo de Roberto Fontanarrosa que imaginaba un encuentro a orillas del río; proponer una fuerte intervención interdisciplinaria con los colores como eje propulsor y lanzar El río encendido, propuesta de Fandermole que, de manera itinerante, reunirá a artistas costeros desde Santa Fe a San Javier, y que podría reiterarse luego bajando por el Paraná.
Aunque, claro, González entiende que a los nuevos proyectos habrá que acompañarlos con algunas modificaciones sobre lo ya transitado. "Por supuesto hay que vencer las cosas que en ocho años de gestión sentís como muy burocráticas, y creo que el gobierno de Lifschitz lo va a hacer --confió--. Por otra parte, es necesario agradecerle a todos por lo que se ha avanzado y tratar de infundirles la idea de que hay que repensarse. Lo cual no quiere decir perder los ideales o las convicciones, al contrario, pero repensar muy bien en qué país estamos. Pensar qué tiene que hacer el Estado que la gente necesite".
- Luego de la experiencia como candidata a diputada nacional, ¿volvería a postularse para un cargo legislativo?
- No. Esa es hoy mi verdad... No porque haya perdido la elección, me parece que soy lo de menos en esa elección, yo quería acompañar un proyecto que me dio mucho. Después lo pensé mucho y siento que este es mi lugar. Cualquier lugar de la cultura, no el Ministerio ni el cargo más alto. Quiero volver al teatro, trabajar en lo social desde un lugar distinto. Mi vida pasa por la cultura, su cruce con la convivencia, con lo social y lo educativo. Pero no lo educativo de escuela, sino esta cosa de que aprendemos toda la vida, todos los días, de todo el mundo. Entonces creo que lo distinto que tiene Cultura, aunque no sé si está bien decirlo, es que trata y hace lo posible (no siempre lo logramos) de girar el eje en los consumos culturales, que la cultura no se dedica sólo al arte, el patrimonio o las industrias culturales, y llevarlo a que se entienda la relación que tiene con los rituales, las fiestas populares, con el juego, el niño, el comienzo de la vida, los mitos, la formación integral de un ser humano, con el cuerpo. Tratar de sostener éso que el ciudadano quiere protagonizar, no ser solamente espectador, algo que he visto muy claramente en una capa de la sociedad. Creo que debe haber una agilidad diferente en la integración, y una gran apertura a que la gente se exprese. No contener a la gente sino enseñar, aprender y juntos hacer experiencias y desarrollos culturales.
Con una firme visión sobre el rol del Estado en materia cultural, González fue optimista sobre el vínculo a establecer con el ministro de Cultura de la Nación Pablo Avelluto. "Pienso que vamos a poder dialogar. En estas semanas algo se ha demostrado, mi único temor es que veo mucha gente de la gestión privada (exceptuando a Américo Castillo, que es una autoridad en Patrimonio, y a Marcelo Allasino, con quien somos amigos y viene del teatro independiente). Y no tengo ningún problema con la gestión privada, pero sí tengo que discutir y ver si vamos a poder debatir el rol de lo público en la cultura, eso es lo que quiero ir viendo", concluyó.
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