Miguel Lifschitz llamó ayer a la Casa Rosada para pedir la reunión. "Venite", le contestó el jefe de Gabinete Marcos Peña y a la tarde, ya estaban frente a frente para repasar una agenda amplia, pero marcada por la crisis de inseguridad y la marcha del jueves en Rosario. "Se habló de planificación concreta. De atacar todos los frentes. Necesitamos un plan coordinado de acción nación-provincia, no puede haber disputas en materia de seguridad con el gobierno nacional", reveló la diputada Alicia Ciciliani, que acompañó al gobernador. Hoy, Lifschitz se reunirá con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para avanzar en ese sentido y acordar la vuelta de las fuerzas federales a la provincia, pero bajo un comando unificado con Santa Fe. "Necesitamos trabajar de manera conjunta y coordinada", dijo el mandatario. Y valoró el encuentro con Peña porque "ayuda a derribar fantasmas y a generar marcos de diálogo para resolver los problemas". Antes del telefonazo a Peña, Lifschitz ratificó en su cargo al ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, a quien elogió por su "pasión" y el "compromiso" con el cargo. Y reveló que la manifestación del jueves lo había impactado. "La marcha duele, pero también activa la responsabilidad ciudadana. Sepan que nosotros nos ponemos al frente", dijo. Ciciliani interpretó esa decisión del mandatario como la búsqueda de "una respuesta concreta y rápida a la sociedad que nos interpela".

Lifschitz explicó que en la reunión con el jefe de Gabinete fue "muy positiva y franca". "Estamos trabajando en el sentido que la gente pide", repasamos "distintos temas", entre ellos la "seguridad", que hoy abordará con la ministra Bullrich. "Hicimos un análisis general de la obra pública, la relación de los distintos ministerios y los temas en común que tenemos con la provincia de Santa Fe".

"Valoro este tipo de reuniones porque ayudan a derribar fantasmas y a generar marcos de diálogo para resolver los problemas porque en definitiva vivimos una Argentina complicada, compleja, por muchos motivos y, obviamente, Santa Fe también tiene sus temas de preocupación y necesitamos trabajar de manera conjunta y coordinada", afirmó el gobernador.

Según Lifschitz, "estamos en un tiempo de construcción, de búsqueda de soluciones a los problemas estructurales de la Argentina. En esos grandes temas, como lo es la violencia, el narcotráfico, la cuestión social, tenemos que tener un solo objetivo y una sola estrategia".

--¿Qué otros temas trató con el jefe de gabinete?-le preguntaron.

--En general, la situación de la provincia, la economía, el problema de algunos sectores productivos, las obras de infraestructura, los planes que tiene el gobierno nacional. Repasamos lo que hacemos con cada uno de los ministros, un pantallazo general sobre la situación. Quedamos en seguir avanzando en la construcción de una agenda común, donde más allá de las diferencias políticas que podemos tener, podamos coincidir en una agenda de trabajo que sea positiva para Santa Fe -contestó.

Ayer, el gobernador ratificó a Pullaro. "Dedica todas sus horas a su trabajo. Por ahí es vehemente en sus afirmaciones pero lo respaldo, es el ministro que necesitamos", dijo en un diálogo con Radio Dos.

Acerca de la marcha del jueves, dijo: "Nos conmovió a todos. Porque todos queremos -yo también- más seguridad, una mejor justicia y una mejor policía. Pero no podemos quedarnos en la angustia y la frustración. Personalmente me da más fuerzas para un mismo compromiso, que es trabajar para encontrar las soluciones que necesitamos".

"Me hago cargo de los errores y aciertos del Frente Progresista, pero quiero que sepan que desde el primer minuto de mi gobierno estamos implementando una gran cantidad de medidas en un plan de trabajo, aunque algunas de estas acciones lleven un tiempo que siempre quisiéramos que fuese menos. Atrás de la inseguridad está el narcotráfico, y el combate no lo puede hacer ninguna provincia sola. Necesitamos respuestas de todos. La marcha duele, pero también activa la responsabilidad ciudadana. Sepan que nosotros nos ponemos al frente", concluyó.