2 Tigre: Islas: Morero, Ferrero, Blengio; Galmarini, Castaño, Román Martínez, Rusculleda; Ayala; Suárez y Lázzaro. DT: Diego Cagna.

2 Ñuls: Gutierrez; Aguilar, Schiavi, Gaitán, Ré; Ansaldi, Husaín, Donnet, Vangioni; Diego Torres y Da Silva. DT: Pablo Marini.

Goles: PT 3m Lázzaro; 20m Salcedo; 45m Schiavi; ST: 37 Lázzaro.

Cambios: PT. 10m Salcedo por Diego Torres (N); 41m Scaglia por Ansaldi (N). ST inicio Pasini por Galmarini (T); 13m Pablo Pérez por Donnet (N); 20 Nicolás Torres por Rusculleda (T); 36m Diz por Morero (T).

Arbitro: Daniel Raffa.

Cancha: Tigre.

La ilusión pasó de largo y Ñuls continúa sin ganar en condición de visitante. Aunque esta vez pueda ponerse en la columna del haber que sumó su primer punto lejos del Parque. Ñuls estuvo a un racimo de minutos de lograrlo, sustentado en el mejor aprovechamiento de las situaciones favorables. Porque Tigre -fugaz puntero del campeonato Apertura- tuvo algunas más y un mayor dominio territorial y de la pelota, pero no trasladó a la red la supremacía conseguida durante gran porción del encuentro.

Tigre se encontró con un gol en el amanecer del juego. Luego de una jugada en la que todo Ñuls protestó por una falta dentro del área a Da Silva, el local conectó su primer ataque profundo. Guillermo Suárez desacomodó rivales a metros de la medialuna y cuando el pase se colaba entre los rojinegros, Aguilar cometió junto a Ré la primera torpeza del tarde y habilitó a Lázzaro, que definió sutilmente ante el cuerpo de Gutiérrez.

El ritmo lo imponía el local y Ñuls recién se despabiló con un remate de Donnet, que desvió al córner Islas, y un derechazo de Ansaldi ingresando libre por su sector.

Diego Torres dejó la cancha por lesión y a los diez minutos de ingresado, Salcedo facturó otro paupérrimo desacople defensivo de la última línea tigrense. Dos defensores chocaron en el aire al intentar rechazar una bola aérea y el paraguayo punteó ante la salida de Islas y el desesperado cierre de dos rivales.

A Ñuls le costaba acomodarse en la cancha. Husaín debió multiplicarse para controlar los avances de Tigre, que apostaba por derecha a través de Galmarini y por izquierda con las subidas de Rusculleda, aunque los centros de éste último casi nunca llegaban a buen destino.

Marini volvió a acertar con el cambio de Scaglia por Ansaldi -al borde de un ataque que pudo dejar con diez a su equipo y con una variante menos para el clásico- para emparejar el medio, porque Donnet no creaba juego y tampoco colaboraba en la recuperación de la pelota.

Y cuando Ñuls menos lo merecía, Schiavi impuso su fortaleza física dentro del área rival, se llevó a la carga a castaño -que lo tomaba de la camiseta- y metió un frentazo que se escabulló entre el palo y el arquero.

El segundo tiempo fue un monólogo de Tigre, que jugó todo el tiempo en el campo rojinegro. Ñuls se aferró al resultado y a la esperanza de llevar tres puntos al Coloso, pero mostró su faceta cercana a la mezquindad y terminó encajonado contra el arco defendido por Marcos Gutiérrez.

Tigre atacaba como un equipo que intenta permanecer en los primeros puestos de la tabla pero defendía como si todavía jugara en la B Nacional. Pero Ñuls nunca se enteró de la ventajas que le entregaba su rival y encontró el castigo que el fútbol le impone a los amarretes: la pérdida de puntos vitales para las dos tablas y el desánimo que genera en los jugadores e hinchas un gol del rival a minutos del pitazo final.

Así llegó el empate. Con los once de Ñuls dentro del área, y con Lázzaro anticipando a Schiavi, en la única pelota que el defensor rojinegro no logró despejar. Fue un punto. Pudieron ser tres, aunque al final también pudo quedarse sin nada.