Con sus primeros pasos en los últimos meses de 2003, el proyecto de TAL (Televisión América Latina) creció sostenidamente para convertirse hoy en una organización que propone la democratización de las comunicaciones con el fin de integrar a las culturas iberoamericanas. Después de una primer presentación en el 11º Festival Latinoamericano de Video en 2004, TAL volverá a marcar presencia en la actual edición del encuentro, cuando esta tarde a las 18 el coordinador Nicolás Schonfeld actualice la situación del proyecto, y acompañe además al director Juan Pablo Méndez Restrepo en el lanzamiento de Los latinoamericanos, primer serie producida por la propia organización y cuyo capítulo "Los colombianos" se proyectará en La Comedia como cierre de la charla.

En diálogo con Rosario/12 Schonfeld sintetizó las características de TAL: "Es un proyecto ideado por gente que viene de la televisión educativa y cultural de San Pablo. Ellos empiezan a pensar el tema de la integración desde una perspectiva que planteaba que estaba todo bien con los acuerdos políticos que se empezaban a plantear, y que hoy son mucho más sólidos, pero más allá de los acuerdos políticos entre los gobiernos, para lograr una integración real se necesitaba una integración cultural que no pasara solamente por la decisión del Estado. Que obviamente es fundamental, pero también era necesario un rol activo de la sociedad civil. Entonces se configura esta organización con la figura de Organización de la Sociedad Civil de Interés Público. Así se armó el proyecto de TAL, una red que a fin de 2004 tenía 40 asociados, y hoy ya cuenta con 170 instituciones asociadas, entre las cuales hay canales de televisión, universidades, productoras independientes y medios alternativos y comunitarios, como movimientos de documentalistas, etc.".

Todos aquellos que se suman al proyecto (adhesión que puede realizarse de forma gratuita) logran entonces acceso al Banco de documentales de América Latina, conformado por tres mil horas de programación y que tiene como objetivo el de "preservar la memoria audiovisual latinoamericana y dar acceso a que esos documentales se distribuyan por todo América Latina a través de los distintos canales que conforman la red". "Creemos en la descentralización, que todos puedan tomar lo que quieran de ese Banco y lo puedan transmitir", apuntó Schonfeld.

Mientras tanto, el coordinador analizó algunas de las razones que colaboraron para el crecimiento vertiginoso de TAL. "Es importante en el sentido que mucha gente adhirió a esta idea y fue sumándose. La verdad que fue un proyecto que de alguna manera se generó un poco en forma militante, en el sentido de que atrás de un objetivo muy fuerte y necesario está la convicción de cada uno de los integrantes. Porque hubo otros proyectos similares, pero este proyecto llega en un momento muy especial, donde tras la caída del modelo cultural neoliberal de los 90 en toda América Latina, en la región se empieza a retomar la idea de una integración para poder tomar una posición de bloque regional más allá de las ideologías. Quiero decir, naturalmente que una ideología de derecha no va a apoyar un proyecto como éste, pero es un proyecto que contempla todas las miradas, no hay una bandera político partidaria detrás. Hay una idea general de que es necesaria la integración cultural y económica de América Latina, y que para generar esto, más allá de todos los pactos, acuerdos, congresos o cumbres que se puedan hacer, es muy importante poder empezar a conocernos", explicó.

Bajo esas pautas, TAL logra democratizar la televisión permitiendo la libre circulación de propuestas con altos valores culturales y educativos. "La idea es colaborar y ser un esfuerzo más en un proceso de democratización de las comunicaciones del que forman parte muchos otros proyectos --reconoció Schonfeld--. La idea de TAL es, por un lado, que todos podamos conocer qué pasa en otros lugares, que TV Cultura de San Pablo, el Canal Encuentro o cualquiera de los asociados pudiera emitir libremente programación de otro. Pero también que un canal débil, que no tiene ningún tipo de programación en algún lugar sin recursos, al asociarse a este proyecto pueda acceder a toda la programación de calidad que desee a través de TAL. La intención fue poner al acceso de las distintas televisoras o universidades, con sus públicos y comunidades puntuales, televisión cultural de calidad de otros países. En ese sentido es un proyecto claro de democratización de la comunicación en una sociedad latinoamericana donde las experiencias de televisión pública son bastante jóvenes. Podríamos decir que históricamente Brasil, México y Colombia tienen un desarrollo más importante, que Venezuela a partir del impulso que se dio con el proceso bolivariano generó experiencias súper interesantes de televisión pública, y TAL es un espacio aglutinador y de diálogo de todas estas experiencias".

En esa misma línea, agregó: "Si bien no es un proyecto directamente estatal, cuenta con apoyo de los Estados y tiene un perfil de televisión pública bien definido en ese sentido. Pero desde un lugar donde se plantea que las políticas públicas de comunicación, para que sean llevadas adelante, deben tener también protagonismo en la sociedad civil. Es importante el rol del Estado, pero también el de la sociedad civil, y por ahí ése es un factor diferencial en este proyecto. Pero lo es tanto en sus beneficios como en sus dificultades, porque ser un proyecto independiente que no responde directamente a los intereses de ningún Estado, tiene también sus costos en términos de que muchas veces los gobernantes piensan en función de sus intereses a corto plazo. TAL es un proyecto que se piensa a largo plazo y que no responde a los intereses directos de ningún gobierno, no es una cuestión coyuntural".

A partir de esa libertad, la selección de la programación (parte de la cual puede apreciarse desde el sitio web del proyecto: www.tal.tv) recae sin condicionamientos sobre un grupo de especialistas. "Hay un equipo de programación que hizo un recorrido muy fuerte por distintos lugares de América Latina buscando los materiales más interesantes en términos de relevancia temática y calidad estética, atractivo. Entonces buscamos programaciones independientes, miradas nuevas, alternativas, los nuevos lenguajes, sin dejar de lado la idea de la relevancia temática. Hay un equilibrio, hay cosas que se destacan más por su innovación estética, otras por su importancia en términos de contenido y otras que conjugan las dos cosas", concluyó Schonfeld.