Bajado el telón deportivo del primer equipo, en Central se vienen horas decisivas para su futuro institucional, relacionado ello con el famoso informe de los interventores, que al día de la fecha no fue presentado en la sede de calle Mitre, pero que se espera para el transcurso de la semana. El documento determinará, con rigor contable y judicial, la gravedad de las demandas legales y se aproximará el temido número postconcursal. "Sin el informe no podemos hacer nada", asumió uno de los principales directivos de Arroyito, decepcionado él por el incumplimiento de los profesionales. "Primero nos pidieron dos semanas, pero resulta que cuando se acaba la tercera nos pidieron siete días más", se lamentó el dirigente consultado.

Aunque el puntaje del primer equipo en el Apertura asusta, en Arroyito hay más miedo en conocer los números de la deuda que en contar las centésimas del equipo en la tabla del promedio. Todo ello se agravó con la actitud de los interventores, que a su paso por el club sólo resolvieron levantar --pagando, claro está-- seis pedidos de quiebra y nada más, porque el informe final encargado por la jueza Liliana Giorgetti no fue presentado durante la gestión de gobierno, tampoco con la asunción de la nueva dirigencia y ya pronto se está de cumplir Horacio Usandizaga su primer mes de conducción. "Nos dijeron que en esta semana van a cumplir. Cuando antes mejor, porque necesitamos saber cuánto se debe y a quién", confió uno de los dirigentes actuales.

Hay seis demandas que tienen en jaque a la entidad. No sólo porque con presentación de embargos tienen inmovilizados los casi 8 millones de dólares que Central posee en cuenta judicial, sino, además, por los montos de deuda que allí se le reclama al club. En el expediente Nº423/07 uno de los famosos inversores espera de Central tan sólo el pago de 2.350.000 dólares. En el expediente 1161/07 el mismo acreedor vuelve a exigir dinero, en este caso por 3 millones de dólares.

La firma Timcel S.A., constituida para estrechar lazos comerciales con el club, dejó constancia en el expediente 662/07 que aguarda de los nuevos dirigentes canayas 2.628.000 dólares. Un particular, viculado con uno de los inversores, se acercó a la Justicia para embargar al club por otros 2.325.000 de dólares, asentada la pretensión en expediente 833/07. Y en otros cuerpos legales, con números 242/07 y 522/07, registran una supuesta deuda de Central que, juntos, llegan a los 502.000 dólares.

Es por eso que la preocupación que despierta el informe de los interventores tiene fundamentos racionales. Atento a estos números, que seguramente serán superados una vez que se conozcan las cifras finales, Central tiene una deuda postconcursal de 10.797.000 dólares, algo así como más de 33 millones de pesos. Más allá de que algunos acreedores reclaman números inflados, con la plata que Central tiene en cuenta judicial no le alcanzaría para saldar su pasivo. Y advirtiendo que los interventores hablarán de más de 50 millones de pesos en rojo, con este escenario económico serán débiles las armas que pueda conseguir la dirigencia para reforzar al primer equipo, que se encuentra en zona de promoción y en el primer semestre del año próximo pondrá en juego su supervivencia en la categoría.