2 Gimnasia: Kletnicki; Piarrou, Civelli, Landa, Federico Domínguez; Piatti, Alderete, Yedro, Chávez; Neira, Alonso. DT: Guillermo Sanguinetti.

0 Central: Alvarez; Fassi, Raldes, Ribonetto, Imperiale; Costa, Borzani, Messera, Cristian González; Zelaya, Vizcarra. DT: Leonardo Madelón.

Goles: PT: 2m Civelli (G). ST: 28m Cuevas (G).

Cambios: ST: 10m Salvatierra por Chávez (G), 11m Damián Díaz por Fassi (C), 16m Caraglio por Zelaya (C), 25m Belloso por Vizcarra (C), 27m Cuevas por Neira (G) y 43m Luis Quinteros por Alonso (G).

Arbitro: Javier Collado

Cancha: Ciudad de La Plata

Si algunos se animaron a soñar con el futuro de Central por lo hecho en el empate ante Boca, llegó el tiempo de reprimir las ilusiones. Es que si ante el xeneize se valoró el juego por sobre el resultado, nada puede rescatarse de lo mostrado ayer ante Gimnasia y Esgrima de La Plata, encuentro donde el canaya no generó riesgo y ni siquiera mostró capacidad de reacción ante el primer gol en contra, característica que lució en el debut. Leonardo Madelón acudió al cambio de sistema durante el juego y a todos sus delanteros disponibles, pero ninguna decisión despertó las respuestas esperadas.

Tan frágil es la situación de Central en la tabla del promedio que el equipo no está apto para soportar mayores frustraciones durante el desarrollar de un partido. Ayer, por caso, recibió un golpe tan inesperado como repentino: la primera pelota que cayó en su área, en este caso por medio de un tiro de esquina, terminó en gol con fácil cabezazo de Civelli, a quien le ganó en el área chica a Vizcarra.

Condicionados por este accidente, los dirigidos por Leonardo Madelón intentaron desplegar el juego que habían pensado. Pero nada de lo que hicieron estuvo bien pensado. Porque el equipo atacó sin sorpresas, generando incertidumbre en cada jugador que recibía la pelota por la carencia de variantes para descargar. Esto se debió a la poca movilidad de Costa, las siempre erráticas intervenciones de Messera y la imposibilidad de generar peligro con la dupla ofensiva compuesta por Zelaya y Vizcarra.

El resumen de la primera parte arrojó como saldo ofensivo un remate desviado de Vizcarra y un cabezazo de Costa al segundo palo, tras tiro de esquina, que exigió el vuelo del uno local para evitar la paridad. Eso fue todo lo hecho por Central.

En el complemento las dificultades se agudizaron para los canayas. Porque Gimnasia se consolidó con la pelota, dominó y logró despertar a sus referentes de ataque, como Alonso y Piatti. Cada vez se jugaba más en área de Alvarez y por eso Madelón movió rápido el banco: a los diez minutos tiró en cancha a Damián Díaz por Fassi, alterando el sistema de juego en pos de protagonismo ofensivo, y luego apostó por Caraglio por Zelaya, de secundario protagonismo.

El cambio de nombres no alteró el desarrollo del partido. El lobo sostuvo su predominio y el canaya su distancia con Kletnicki. Por eso las emociones rondaron el terreno de Alvarez. Primero con un tiro libre de Domínguez que se estrelló en el palo y posteriormente con algunas apariciones del desequilibrante Yedro que puso en jaque el fondo auriazul.

Luego de que Madelón jugara todas sus cartas (metió a Belloso por Vizcarra, afectado por una molestia), un descuido de Cristian González derrumbó las ilusiones: el Kily tocó corto hacia atrás para Costa, robó Yedro, corrió, tiró el centro atrás y tras rebote de Alvarez al atajar un remate franco a Salvatierra la pelota cayó en los pies de Cuevas para que definiera con arco libre.

La única jugada de ataque de Central fue un cabezazo de Caraglio pisando el área mayor que se fue por arriba. Eso ocurrió en el último minuto de juego y a continuación de que Alonso se diera el gusto de malograr dos mano a mano con Alvarez.