1 Ñuls: Villar (6); Ré (6), Spolli (6), Schiavi (6), Quiroga (5); Cabrera (5), Bernardello (5), Scotti (5), Vangioni (4); Da Silva (6), Ferreyra (5). DT: Ricardo Caruso Lombardi

1 Tigre: Islas (7); Morero (4), Leyes (4), Blengio (4); Galmarini (5), Castaño (6), Martínez (6), Giménez (5); Rusculleda (5); Ereros (6), Altobelli (4). DT: Diego Cagna.

Goles: PT: 21m Schiavi (Ñ) de penal y 33m Ruculleda (T).

Cambios: ST: 17m Fideleff por Quiroga (Ñ), 20m Suárez por Rusculleda (T), 25m Pratto por Altobelli (T), 31m Donnet por Scotti y Salcedo por Da Silva (Ñ), 39m Torres por Martínez (T).

Arbitro: Pablo Lunati

Cancha: Coloso del Parque

Lo hecho por Tigre en el fútbol argentino no tiene analogías. Llegó al parque Independencia liderando la tabla de puntos acumulada (el pasado Apertura y el presente Clausura), tras ser subcampeón, y mostrando en su alineación los mismos hombres que meses jugaron en la B. A este equipo sensación Ñuls no le pudo ganar, como tantos otros conjuntos. Pero sí se quedó con el consuelo de la superioridad, con saber que su lucha por la permanencia la lleva adelante con las cualidades necesarias para estar entre los 20 mejores clubes del país, por más que Schiavi cabeceó afuera la que tuvo y Salcedo hizo lo propio en dos ocasiones.

Para muchos el fútbol argentino está en crisis, sentencia que buscan probar con la realidad de Tigre, que de ganarse un lugar de vuelta en Primera tras 27 años se erigió en el equipo de mejores resultados en lo que va de la temporada, eclipsando incluso a Boca y River.

Pero la pasó mal la visita. Porque Ñuls, lejos de reparar en todo esto, fue a la búsqueda de los tres puntos guardados en el arco de Islas. A diferencia de lo hecho ante Arsenal, donde se impuso a base de toque y circulación, ayer se repitió en centros, principalmente desde los pies de Cabrera, y propuso juego al choque con Ferreyra.

El tenue dominio no alteró las convicciones de Tigre, por lo cual se armó un partido intenso y de repetidas acciones en las áreas. En eso andaban uno y otro, cuando Da Silva, el único hombre desequilibrante, tiró un par de amagues, uno de los cuales engañó a Martínez, quien minutos antes tocó la pelota con la mano dentro del aérea sin que lo viera Lunati, lo suficiente para que metiera el pie y el paraguayo se derrumbe en busca de una infracción que el árbitro no dudó en interpretar como ejecución desde los doce pasos. Y con toque de derecha, bajo y cruzado, Schiavi puso a Ñuls en ventaja.

En el reparto de situaciones, Ereros estuvo cerca en una corrida que concluyó en agónico cierre de Schiavi y un cabezazo de Morero que se frenó en las manos del Villar. Lo que las manos del uno guaraní no atraparon fue el tiro libre de Rusculleda, quien clavó la pelota sobre el palo de la barrera tras una inexistente falta a Giménez.

Ya para el segundo tiempo el miedo a la derrota creció en los dos, bajando el ritmo de juego, más aún en Tigre, que plegó muchas de sus pretensiones. Sin sorprender por su juego, Ñuls asumió el dominio y cargó de centros el área de Islas, generando muchas acciones de riesgo, mayoría de ellas con cabezazos desviados, pero ninguna con el arquero frente al delantero. Las mejores aparecieron en el cuarto de hora final, donde ingresó Salcedo, quien lo tuvo de palomita y mediavuelta, definiciones que se perdieron en las manos de Islas y el alambrado.

Para los más escépticos el análisis de la tarde dio como saldo que Ñuls no le pudo ganar a un equipo de la B. Para los otros, en cambio, se fue superior ante el mejor de la temporada, por lo menos hasta ayer.