2 Ñuls: Villar; Ré, Fideleff, Spolli, Quiroga; Aguilar, Pablo Pérez, Bernardello, Vangioni; Salcedo, Da Silva. DT: Ricardo Caruso Lombardi.

2 Gimnasia (J): Nereo Fernández; Acuña, Desvaux, Loeschbor; Marcelo Quinteros, Pieters, Mateo, Ricardo Gómez, Pérez Castro; Carranza, Escalada. DT: Omar Labruna.

Goles: PT: 38m Marcelo Quinteros (G). ST: 12m y 25m Salcedo (Ñ), 19m Carranza (G).

Cambios: ST: Desde el inicio Leandro Torres por Pablo Pérez (Ñ), 23m Ferreira por Vangioni (Ñ), 31m Ruiz por Marcelo Quinteros (G) y 40m Gaitán por Fideleff (Ñ).

Arbitro: Juan Pablo Pompei

Cancha: Coloso del Parque

Las estadísticas aún atan a Ñuls a la incertidumbre de esperar por el resultado ajeno para evadirse definitivamente de la Promoción. Ahora debe esperar que Olimpo o Colón no ganen sus respectivos encuentros. Pero esta dependencia tiene como único responsable a los propios jugadores de Ñuls, que ayer acumularon su tercer encuentro en el Coloso sin ganar, y a pesar de que los leprosos gozaron de un Salcedo goleador. Fue empate con Gimnasia y Esgrima de Jujuy y ahora hay que seguir de cerca la suerte de sabaleros y bahienses para sellar la continuidad en Primera.

Si bien quedó probado que el equipo sin Rolando Schiavi, como anoche, o Nicolás Spolli baja su rendimiento, lo que sucede con Ñuls jugando de local no tiene relación directiva con las contingencias físicas de los defensores. Como ocurriera ante Gimnasia y Esgrima de La Plata, Huracán u Olimpo de Bahía Blanca, la puesta en escena de los rojinegros fue muy baja, tanto que llegó a perder ante clubes con riesgo cierto de descenso (Olimpo), o como ayer, donde el lobo jujeño, que está en una situación más comprometida que los bahienses, se las ingeniaron para marcar diferencias.

El repaso de los primeros 45 minutos entregó a un Ñuls sin protagonismo ofensivo, apartir de que ninguno de los volantes disponía de capacidad creativa para jugar. Entonces el juego desembocó en centros desde mitad de cancha de Aguilar y en erráticas escapadas de Vangioni. El rival, en cambio, se conformó con aspirar a sacar algunos contragolpes, aunque sus intentos desvanecían por la imprecisión de Pieters y Mateo para tocar la pelota.

Con Ñuls falto de ideas y Gimnasia sin capacidad para sorprender, el juego se ensució, careciendo de acciones de riesgo, más aún en el arco de Villar. Porque en lo leprosos, al fin de cuentas, algunas maniobras de Salcedo desestabilizaron la línea de cuatro jujeña, aunque no lo suficiente para preocupar al arquero.

Lo que sacudió el trámite del partido fue una escapada de Carranza, que al abrir hacia la derecha dejó a Marcelo Quinteros pisando el área mayor y defiendo con tiro cruzado y preciso para dejar vencido a Villar. En una acción relámpago, Gimnasia sacó ventajas y volvió a poner a los rojinegros en problemas frente a su gente.

En contradicción a lo esperado, el complemento arrancó con un Gimnasia decidido a aumentar la diferencia, volcando en campo rival con determinación que no ostentó en la primera parte. Pero en esta ocasión su mayor vocación ofensiva repercutió en el arco propio, porque en el primer avance leproso apareció la igualdad, con un remate de Salcedo que se desvió en Acuña lo suficiente para descolocar al Nereo Fernández. De igual modo, la deuda deportiva de los locales seguía vigente.

Desde entonces quienes se lucieron fueron Carranza y Salcedo, uno por cada equipo. El primero clavando un tiro libre en el ángulo derecho de Villar; el segundo haciendo lo propio en el arco de Nereo Fernández, pero definiendo desde 25 metros al recibir una toque de taco de Ferreira. La última fue para Da Silva, pero su remate cruzado se fue desviado y por eso Ñuls aún debe esperar para abrazar su objetivo.