Ya no es la deslucida puesta en escena del equipo ni los resultados esquivos lo que tienen a Pablo Sánchez arriba del estrado para ser juzgado como entrenador. Las sospechas sobre las cualidades profesionales de Vitamina se escurren de las puertas del propio vestuario, tras el enfrentamiento mediático que animaron técnico y Ezequiel González durante el partido con Vélez. El poder de ascendencia sobre sus dirigidos es la nueva inquietud de los dirigentes sobre el cuerpo técnico. Y de esto se habló anoche entre directivos y Manuel Usandizaga junto a Sánchez. El viernes el "canaya" recibirá a San Martín de Tucumán, y nuevamente será el responsable táctico el que ponga en juego su continuidad. "El presidente no lo va a echar, pero no sé cuántas derrotas más podrá soportar", analizó un directivo con diálogo con Horacio Usandizaga.

"Lo trajo hace dos meses y lo va a bancar. Por ahora ni piensa en despedirlo", destacó el directivo con proximidad al despacho del Vasco. Claro que más allá de la responsabilidad del presidente en mantenerse fiel al entrenador que eligió, el que se podría apartarse del proyecto deportivo es el propio entrenador: "Si no cambia la suerte del equipo la salida de Sánchez será con su renuncia. No sé cuántas derrotas más podrá soportar Vitamina, más ahora que quedó en evidencia las dificultades que tiene para asumir el liderazgo del plantel", apuntó el directivo auriazul.

Pero el cruce verbal entre Sánchez y Ezequiel González entregó dividendos alentadores para el entrenador, según su criterio: "Hablé con el Equi de lo que pasó y quedó claro lo que quiero de ahora en adelante", subrayó Vitamina, para luego destacar: "Después de lo que hablamos creo que mi imagen ante el plantel se potenció".

Salvadas las diferencias con el enganche, desde esta mañana Sánchez empezará a pensar en el juego del viernes con San Martín de Tucumán, al cual comparó con el último encuentro disputado en el Gigante: "Va a ser una final, como la que jugamos ante Arsenal", entendió el entrenador.

Reconocida la urgencia que perseguirá ante los tucumanos, Central se anuncia con cambios, en esta oportunidad para retocar la composición del ataque, quizás la línea de más bajo nivel, y el mediocampo. Es intención de Sánchez prescindir de Alexis Danelón para permitir la vuelta de Jesús Méndez, como así también de Jonatan Gómez para recurrir a Andrés Franzoia. "El equipo necesita de Méndez. Lo conversé con él y va a jugar por derecha", anticipó el técnico. En consecuencia el nuevo Central se armaría con Broun; Bogino, Braghieri, Ribonetto, Núñez; Méndez, Borzani, Cristian González; Ezequiel González; Franzoia, Zelaya. Esta mañana, en Palos Verdes, será el turno de hacer la primera evaluación futbolística.