Cancha: Argentinos Juniors (local Huracán)

Hacía ocho meses que Central no ganaba fuera de casa y 19 en Buenos Aires, período donde, para peor, el equipo se había acostumbrado a perder. Ayer, en cambio, alcanzaron con dos ráfagas de Ezequiel González para asistir a sus compañeros y superar a Huracán con clara justicia. La nueva apuesta táctica, con el Equi más cerca del área y Caraglio como único punta, trajo más réditos de los esperado, y dejó el equipo de Gustavo Alfaro con buena imagen defensiva, tanto que el local no generó una sola acción comprometida a Broun.

Lo visto en la primera parte fue tan deslucido como marcan la campaña de uno y otro equipo. Entre errores repetidos, falta de atrevimiento y carencia de talentos, sólo algunas insinuaciones del orden colectivo intentadas por Huracán hacían levantar el tono de los relatores. Aunque todo se desvanecía cuando debían aparecer el último pase, más allá de algunos titubeos del fondo canaya.

Además de mostrar buena semblanza defensiva, Central tuvo sí ingenio para generar las mejores acciones de gol, todas ellas una vez concluido el dominio del local, que duró los primeros 20 minutos, pero que no se tradujeron en nada relevante cerca de Broun.

Fue de los pies de Ezequiel González donde germinó lo mejor de Central, y eso ocurrió cuando el diez comenzó a pisar el área. De hecho, en su primer avance el Equi desbordó por izquierda y tocó hacia atrás, donde Caraglio, pisando el área chica, tiró la pelota por arriba. Minutos más tarde, y cuando el partido seguía enredado entre torpezas y falta de precisión, el que desbordó por el lateral de Araujo fue Gervasio Núñez, quien dejó a Ezequiel González se cara al gol, pero su toque también se estrelló en el alambrado.

A ello, Huracán respondió con un tiro libre de César González que tocó el travesaño y se fue afuera. El juego volvía a su cauce de confusión, cuando Goltz, con un yerro al querer despejar un centro frontal del Equi, terminó con la pelota en los pies de Gervasio Núñez y corriendo hacía Limia, a quien superó con un toque sobre la izquierda.

Huracán no reaccionó ante el gol, como tampoco lo hizo en el segundo tiempo, donde las generales del juego se repitieron, para beneficio de Central, que a medida que se aproximaba el final del encuentro encontraba más facilidades para acercarse a Limia. Es que Huracán, desorientado en ataque, al no llegar a Broun por incapacidad para construir juego, sumaba más hombres en ofensiva, desprotegiendo su propio arco. Y así Central se acercaba más a la victoria.

Aunque fue necesario otra cierre imperfecto de Goltz para que llegue el segundo: asistencia recta del Equi a Caraglio, el zaguero que yerra el despeje de cabeza, escapó Caraglio y definió con toque cruzado para ampliar la ventaja. Por entonces Central ya era profundo y dominador del juego.

Alfaro no encontró la necesidad de meter en cancha a Cristian González, y Central terminó cerrando la victoria sin la colaboración del Kily. Pero el festejo final tuvo a todos los jugadores (titulares y suplentes) en un sólo abrazo. Es que el auriazul se hizo de tres puntos que lo sacaron de la mala, pero que por sobre todo lo alejó de la temida última ubicación de la tabla general.