2 Colón: Pozo; Ferrero, Goux, Torres, Chitzoff; Capurro, Prediger, Rivarola, Oyola; Castillo y Fuertes. DT. Antonio Mohamed.

0 Rosario Central: Broun; Alvarez, Ribonetto, Braghieri, Lima; Moreno y Fabianesi, Méndez, Escobar, Choy González; Ezequiel González y Caraglio. DT. Gustavo Alfaro.

Goles: PT 11m Fuertes (C). ST 40m Fuertes (C).

Cambios: ST 6m Mena por Castillo (C), 16m Vizcarra por Moreno y Fabianesi (RC), 22m Candia por Rivarola (C), 33m Franzoia por González y Gervasio Nuñez por Choy González (RC) y 37m Alfredo Ramírez por Oyola (C).

Incidencias: ST 27m expulsados Capurro (C) y Méndez (RC).

Arbitro: Gabriel Favale

Cancha: Colón

Otra vez, Central se topó con sus propias limitaciones y perdió un partido que lo complica aún más en la tabla de los promedios y ya se ubica en zona de descenso directo. El equipo de Alfaro regaló los primeros quince minutos del encuentro, pagó muy caro las desanteciones en pelotas paradas y aunque por momentos fue superior que su rival no pudo demostrar claridad en el juego, apeló a los pelotazos y con el correr de los minutos fue desbordado por el nerviosismo en todas sus líneas. Al final del encuentro, jugado al ataque, sufrió el segundo gol de la noche y se quedó sin nada en su visita a Santa Fe. Las caras de preocupación en el vestuario, es un anticipo de la semana que se viene sobre el futuro de Alfaro.

El inicio del encuentro mostró a dos equipos que se estaban acomodando en el campo de juego. La diferencia estuvo en que el conjunto de Mohamed lo hizo más rápido mientras que el de Alfaro tardo en darse cuenta que el partido había comenzado. El sabalero tuvo tres minutos de furia. A los 9, pudo abrir el marcador el delantero Castillo que disparó y Broun envió la pelota al corner. A los 10, Pirulo Rivarola, desde afuera del área, exigió al uno canaya con un tiro alto que fue desviado al tiro de esquina y un minuto después, desde el corner, un cabezazo del interminable Bichi Fuertes, venció a Broun y puso el uno a cero para los locales.

Esos minutos fueron determinantes para el desarrollo del juego porque a partir de allí el equipo visitante tuvo que cambiar su libreto y no encontró la tranquilidad necesaria para crear peligro en el arco de Pozo. Después del gol, Central salió a buscar el empate de manera desordenada con el aporte de Choy González y las subidas de Lima por su andarivel. A los 19, lo pudo empatar Choy pero su remate salió con muy poca fuerza y fue contenido por el arquero rojinegro. Los visitantes no podían hilvanar jugadas de riesgo porque carecían de un conductor. El Equi no podía manejar el balón y era absorbido por los defensores sabaleros, mientras que Moreno y Fabianesi tampoco hacía pie en el campo de juego y Caraglio, solo arriba, intentaba aguantar alguna que otra pelota que le podía llegar a sus pies. De esa manera se le hacía muy difícil a la visita poder arrimar algo de peligro al área local. Solamente un tiro libre de Lima sobre el final del primer tiempo hizo lucir a Pozo que sacó el balón de su ángulo derecho.

Para Central la segunda parte fue muy parecida al primer capítulo, con la única diferencia que a su juego desordenado, sin ideas y basado en pelotazos le sumó un ingrediente indeseado: el nerviosismo. El conjunto auriazul jugó los 45 minutos finales como si fueran los últimos 120 segundos del partido. Apostó a alguna pelota parada, a meter pierna fuerte en toda la cancha y a correr mucho sin rumbo pero se olvido o no pudo ponerle fútbol para empatar el encuentro. En esa parte, no hubo grandes ocasiones de gol. Sólo un cabezazo bombeado de Braghieri ante una mala salida de Pozo, que fue despejado por un defensor sabalero y enviado al corner por el uno local. Del lado del local, el equipo de Mohamed no hizo demasiado y lejos estuvo de ser brillante, le alcanzó con tener paciencia y jugar con la desesperación del rival. Pudo aumentar Oyola, pero Broun, de gran tarea, le adivinó la intención y le quitó la pelota cuando se iba al gol. Minutos más tarde y con un Central jugado a todo o nada, Colón manejó un contraataque con el colombiano Mena, que cedió para Alfredo Ramírez, quien lo vio a Fuertes y el Bichi, solo en el área, puso la pelota abajo para sellar el 2 a 0 final. La hinchada que fue al Cementerio se volvió masticando bronca contra los jugadores y Alfaro ante la falta de ideas que mostró en Santa Fe.