"Está claro que en junio se va", anticipó a Rosario/12 un directivo de Central sobre el futuro de Reinaldo Merlo en el club. La declaración no debe interpretarse como una decisión dirigencial, sino apenas como una conclusión a la que se llegó al traducir el comportamiento del propio entrenador que no se adapta a los hábitos de Arroyito, desoye cualquier sugerencia, sea de jugadores y dirigentes, y desprecia a la prensa local. El fin del ciclo tiene fecha de maduración para fin del Clausura, pero el proceso, claro, queda supeditado a lo que suceda en los próximos partidos, por sobre todo a lo que proponga el entrenador, no habiendo espacio para que se repita lo hecho ante Racing.

En la primera práctica tras el partido con Arsenal, Leonardo Borzani reconoció estar al límite de sus posibilidades físicas. Llevó su inquietud al cuerpo técnico, pero debió completar la exigente rutina física junto a sus compañeros, padeciendo luego una lesión muscular. Esa misma hoja de entrenamiento fue la que dejó afuera en los últimos partidos a Pablo Alvarez y Jesús Méndez, piezas titulares en el once ideal de Mostaza, y también a Gonzalo Choy González.

Merlo no le creyó a los jugadores sus dolencias musculares. Los resultados llegaban, para qué escuchar sugerencias de futbolistas que hacen más de un año que están en la mala, razonó el propio entrenador. E hizo abuso de esas debilidades del plantel. Pero las bajas se sucedieron y fue Horacio Usandizaga el que elevó la preocupación antes del partido con Vélez. El triunfo en Tucumán enmascaró los síntomas. Ahora se perdió, y con ello Mostaza debía dar explicaciones a sus unilaterales decisiones. Aunque no tardó en ofrecerlas: fue a los minutos de consumada la caída del domingo, donde le resaltó a Manuel Usandizaga en el vestuario la falta que hicieron Alvarez y Méndez, como así también la falta de reacción que mostró Broun en el gol.

Nada quiso saber Merlo con hacer referencia a su pelea con Ezequiel González, a quien le hizo saber que iba a ser titular ante Racing el viernes y lo bajó del equipo minutos antes del partido, componiendo una alineación preparada para defenderse, que quedó obsoleta ante el tanto de Franco Sosa.

Con Mostaza en cortocircuito con el plantel, el Vasco se recluyó en el silencio. Al presidente no le gustaba el Central de Leonardo Madelón, qué decir de lo visto ante Racing. Pero no por ello la dirigencia se desentiende de la problemática. Merlo amagó con irse el jueves por las declaraciones del Equi. Y hasta se quejó de la atención que le brindan en el hotel donde se aloja. "Encuentra problemas donde no los hay. Se quiere volver a Buenos Aires", concluyó un directivo.

Usandizaga coquetea con la vuelta de Edgardo Bauza, y de eso se ocupa desde que asumió en Arroyiyto. El Patón marca el camino de la sucesión. Pero por ahora todos piensan en el partido del sábado, ante Gimnasia y Esgrima en La Plata, que tiene tanta relevancia como el perdido el domingo.